Udalak

MUÉS

La cuestión agraria en 1931. En 1930 Mués no llegaba al medio millar de habitantes. Desde los años de la Dictadura venían pidiendo a la diputación permiso para roturar el «Chaparral», sin recibir respuesta. En noviembre del 31 llegó un perito agrícola, inspeccionó el terreno y elevó informe. Los vecinos, protagonizaron una de las acciones reivindicativas más solidarias del país. El 26 de diciembre, un grupo de ochenta y cuatro vecinos marchó a roturar «a mano mayor» e inició incluso la delimitación de parcelas, continuando los trabajos al día siguiente. Acudió la Guardia Civil de Los Arcos y obligó a suspenderlos. Cuando por la tarde intentaron los vecinos reanudar la tarea, la fuerza pública lo impidió. Declararon los vecinos para el día siguiente la huelga general, en presencia de la Corporación municipal y de la Guardia Civil. Al amanecer el día 28, saltó a la calle casi todo el vecindario, incluso mujeres y niños. A las diez llegaron tres parejas de la Guardia Civil, al mando de un sargento. El paro era total. Las mujeres recorrieron las calles pidiendo la roturación del monte. Los huelguistas pidieron al ayuntamiento que diera jornal o rancho mientras durara el paro y exigieron la presencia del gobernador. A requerimiento del comité de huelga, se reunió la Quincena y acordó dar medio jornal a cada vecino. El cese laboral continuó y el vecindario se mostró dispuesto a mantenerlo mientras la diputación no resolviera el problema. Marcharon a Pamplona a entrevistarse con las autoridades provinciales el alcalde, Emilio Sainz, y el concejal Cecilio Beruete, por el ayuntamiento, el quincenante Víctor Gastón, y los obreros Francisco Martínez y Bruno Sainz. La reivindicación fue eficaz. El 5 de enero autorizó la diputación al ayuntamiento para destinar a cultivo agrario doscientas robadas en jurisdicción del lugar, a condición de comprar o arrendar tierras en el término o sus inmediaciones, con el fin de repartirlas entre los vecinos como si fuera comunal. Conseguida la compra o el arriendo, debían quedar abandonadas las robadas cedidas provisionalmente, procediéndose a su repoblación forestal. (Jimeno Jurio, «P. y H.», 1978, 113).