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MOTOCICLISMO

Aunque en realidad se trata de un puro experimento, hay que considerar al vehículo fabricado en 1869 por los franceses Michaux y Perreaux como la primera motocicleta. Alcanza una velocidad de 10 kms. hora y a partir de este prototipo se inicia una auténtica carrera, superándose récords de velocidad de día en día, llegándose en 1885 a los 30 kms. hora, gracias al alemán Gottlieb Daimlier, que consigue adaptar a una bicicleta un motor monocilíndrico de cuatro tiempos. En 1893, el americano Lybe alcanza una media de 50 kms. hora en el exiguo recorrido de 700 metros, pero en tan sólo 10 años, en 1903, ya se alcanza una media de 62 kms. hora en más amplias distancias. El récord se debe a Bucquet, que figura en cabeza en la carrera París-Madrid, que ha de suspenderse en Burdeos por el accidente causado por un coche seguidor de la prueba. Sorprende la noticia de que en este mismo año de 1903 Gentry alcance los 99 Km. por hora. Ante el incremento que alcanza el «sport» de la motocicleta surgen por doquier clubs y federaciones, creándose en 1904 la Federación Internacional de Clubs Motociclistas, que inicia la reglamentación de pruebas de carácter internacional. Se tropieza con no pocos inconvenientes, muchos derivados de los accidentes producidos por los pioneros de la «moto». Se disputa, no obstante, la Copa Internacional y a la que sucede tras su suspensión el prestigioso «Tourist Trophy». En 1910, se logra superar una barrera que parecía infranqueable, la de los 100 Km. hora. Lo consigue primero Haswel con una media horaria de 101,564 que es pronto superada por W. S. Sfanhope con 105,339. La marca americana «Indian» aporta decisivas innovaciones técnicas que tendrán un inmediato reflejo en marcas y resultados. Y es en 1914, poco antes de iniciarse la guerra mundial, cuando se celebra en Inglaterra, en Carlisle, la primera prueba «todo-terreno». para este momento ya ha llegado el deporte motociclista al País Vasco. Y así, el 22 de junio de 1911, en carrera organizada por el Club Deportivo, vence Garros Petit sobre «Alción» en 250 cc., con una media de 45 Km. hora, con Francisco Chillón con «New Hudson» y Pedro Zorriqueta con «Triumph», vencedores en 350 y 550 cm.³. Arana es el triunfador en motos de superior cilindrada. El 7 de abril de 1912 se corre la prueba Bilbao-San Sebastián, en medio de inusitada expectación, siendo Esteban Espinosa el vencedor en un tiempo de 2 horas, 8 minutos y 22 segundos. Sigue organizando importantes pruebas el club vizcaíno y en 1915 celebra el Campeonato de España sobre el recorrido Bilbao-Vitoria-Alsasua-Tolosa-Lasarte-Deba-Bilbao. También crece la afición en Gipuzkoa y hacia 1914 se inician gestiones para la creación de un club motorista, gestiones que cristalizan poco después ya que en septiembre de 1915 se organiza la primera excursión mensual organizada por el Moto Club de Guipúzcoa siendo la meta y punto de regreso el Balneario de Zaldibar. Casi paralelamente se registran los primeros éxitos de nuestros pilotos y así en octubre de 1915, asistimos en Madrid al triunfo de Vildosola, representante en San Sebastián, juntamente con Azqueta, de la firma «Indian». Veinte corredores se inscriben para disputar en Gernika la prueba del Km. lanzado, organizado por el semanario bilbaíno «Los Deportes», aunque en la meta de salida tan sólo se presentan cinco participantes, que no consiguen por otra parte marcas de interés. En septiembre de 1916 se disputa la carrera San Sebastián-Madrid, con paso por Valladolid, que debe hacerse a velocidad controlada. Vence Fuentes en 8 h. y 57 m. aunque se presenta reclamación contra él por no respetar la limitación al pasar por Valladolid. El cuarto, con idéntico tiempo que el tercero, es Eduardo Landa una de las grandes figuras del motociclismo vasco, al igual que sus hermanos Víctor y Julio. Al principio de la década de los años veinte alcanzó Eduardo los 133 Km. hora superando más tarde los 150 sobre «Harley-Davidson». Su hermano Víctor consiguió un «récord» memorable el 18 de abril de 1916, al batir sobre «Indian» la marca europea continental del Km. lanzado, a la velocidad de 130,434. El benjamín de la familia, Julio, especialista en la difícil especialidad de «side-car», alcanzó igualmente importantes triunfos, detentando algún tiempo el «récord» de la Subida a Igueldo, una prueba clásica del motorismo de los años veinte. Es precisamente en esta prueba donde los Landa consiguen una de sus más sonadas victorias, en las dos pruebas reinas del año 1922. En fuerza libre vence Eduardo, siendo Víctor segundo y Julio quinto, mientras en «sidecars» se invierten las posiciones con Julio en primer lugar, seguido de Víctor y Eduardo. Esta prueba, organizada por el meritorio y polideportivo C. D. Fortuna, marca una etapa dentro del motorismo guipuzcoano y vasco. El auge de la especialidad se debe a dos entidades modélicas, la Peña Motorista de Vizcaya y el Real Moto Club de Guipúzcoa. Este tiene una notoria participación en la I Gran Semana Automovilística que tiene lugar en el guipuzcoano circuito de Lasarte. Junto a los bólidos más veloces del mundo, compiten también los ases de la «moto», siendo Eduardo Landa el vencedor, que recibe el premio de manos de los Reyes de España, en medio del delirio popular. Aunque vuelven a competir las motos en Lasarte, terminan por desaparecer del programa del circuito de Lasarte, uno de los más prestigiosos de Europa. Una de las primeras pruebas organizadas por la Peña Motorista de Vizcaya es el I Circuito de Getxo siendo muy competidas las Subidas al Cristo y seguidas con mucho interés las pruebas de «Dirck-Track» sobre la pista de ceniza del campo de fútbol de Ibaiondo. A destacar igualmente las pruebas celebradas en el circuito de Berango, en cuya edición de 1928 se proclama Laca campeón de Bizkaia. Tan prestigiosas entidades, la Peña por Bizkaia y el Real Moto Club por Gipuzkoa, organizan conjuntamente algunas pruebas como la San Sebastián-Bilbao-San Sebastián, en cuya 1ª edición vence el donostiarra Eduardo Landa. Pero la prueba de más categoría es sin duda el «Tourist Trophy» que organiza la Peña Motorista de Vizcaya que sitúa a Bilbao en uno de los primeros lugares del Calendario Internacional de tan prestigiado trofeo. La competición se desarrolla en el circuito de Castrejana y en la edición de 1933 participan los mejores pilotos del mundo como los británicos Guthrie y Johnston, el italiano Sandri y los portugueses Ferreira y Teixeira, junto al español Vidal. El elevado costo de la prueba impide más tarde desarrollar la prueba del «Tourist Trophy» en el circuito de Castrejana, celebrándose el mismo sobre un circuito urbano, que se corre por última vez en 1935. Llega la guerra civil española que enlaza con la mundial, lo que supone el cese de toda actividad deportiva, especialmente a nivel internacional. La coyuntura bélica tiene una especial incidencia en el mundo del motor. No existen en España fábricas de «motos» y las extranjeras se dedican prioritariamente a la fabricación de material bélico, condenando a la inactividad a corredores y clubs. Es 1945 un año clave para el motorismo nacional. Termina la Segunda Guerra Mundial y se inicia en España la producción de motocicletas. La iniciativa se debe al ingeniero catalán Francisco X. Bultó que crea la marca «Montesa». Casi al mismo tiempo el ingeniero vasco Luis Bejarano crea en Munguía la factoría «Lube». En este mismo año, reanuda su actividad la Peña Motorista de Vizcaya con la organización de la Subida a Castrejana y a Santo Domingo, con doble victoria del bilbaíno Javier Ortueta, destacando igualmente Rafael Echeverría, campeón de Bizkaia. Es el de 1948 otro año importante para el motorismo de la postguerra. El Real Moto Club de Guipúzcoa, disuelto al comienzo de la guerra civil, vuelve a constituirse gracias a un esforzado grupo de aficionados encabezados por Santiago Soto, a cuya iniciativa se debe la creación de los Premios Internacionales de Velocidad que tienen lugar en los años siguientes en el donostiarra Circuito de Amara. Paralelamente nacen en Cataluña dos nuevas marcas, «Ossa» y «Derbi», que irrumpen con fuerza en el mundo de la competición. En agosto de 1948 se celebra el I Premio Internacional de San Sebastián sobre un circuito de 2.950 metros, que en sucesivas pruebas quedará reducido a 2.750. Desde este año hasta el de 1957 se disputan siete Premios, no celebrándose en alguno de estos años por diversas razones. Desfilan por Amara las primeras figuras del motorismo como los campeones mundiales Nello Pagani, Fergus Anderson, Tommy Wood, Roland Benz y Eric S. Oliver. Otros grandes pilotos que compiten en el circuito donostiarra son los campeones franceses Jean Behra, Marcel Perrin, Roger Sceaux y los Moneret, el padre, Georges, y sus hijos Pierre y Jean. Todos inscriben sus nombres en el «palmarés» del circuito donostiarra junto a los pilotos nacionales Anastasio Romillo, Juan Soler Bultó, Ramón Soley y los hermanos Alfonso y Leopoldo Milá, todos ellos en máquinas de pequeña cilindrada. En máquinas de mayor potencia, 350 y 500 cc, junto a los catalanes Fernando Aranda y Antonio Creus hay que destacar al bilbaíno Javier de Ortueta y al donostiarra Juan Kutz, que compiten con éxito con los grandes pilotos extranjeros. Juan Kutz, vence en Madrid, en 1949, en el Premio Internacional, frente a un brillante plantel de ases internacionales. Su victoria es doble y en las categorías más espectaculares, fuerza-libre y sidecars. Javier Ortueta consigue igualmente importantes premios destacando su victoria en el VI Premio Internacional de Madrid, con lo que se proclama campeón de España de 1950 en la categoría de 350 cc. En los años 1948 y 1949 la Peña Motorista de Vizcaya organiza la Semana Motorista de Bilbao y el III Premio Internacional que supone un grave percance y le obliga a la inactividad a lo largo de 1950. Mientras tanto, el Real Moto Club de Guipúzcoa organiza su III Premio Internacional con un buen plantel de ases en liza. Vencen entre otros Nello Pagani en 125 cc., Tommy Wood en 350 cc., Fergus Anderson en 500 cc., y Julien Deronne en side-cars. Nace en Pamplona la Peña Motorista de Navarra que organiza el Premio Internacional de San Fermín, prueba puntuable para el Campeonato de España, al igual que las celebradas en San Sebastián y Bilbao. Se amplía el calendario motorista con el circuito de San Prudencio en Vitoria y con el Premio San Juan en Tolosa. Siguen mientras tanto los éxitos de Ortueta y Kutz. Este último obtiene una espectacular victoria en Madrid en 500 cc. frente a la élite mundial y en Bilbao vence en la prueba del Km. lanzado a la velocidad de 156,652 Km. hora. Hay que se ñalar igualmente la fundación del Moto Club Basque de Bayona, en 1947, que organiza inicialmente pruebas en la pista del Velódromo Municipal, con gran apoyo del público. Bachéres, del Moto Club Bayonnais, detentará durante varios años el «récord» de la prueba. Ya en la década de los cincuenta, hay que contar con una nueva prueba en el nuevo circuito de Deusto con un desarrollo de 5,900 Km. Sus largas rectas y la amplitud de la calzada propician la consecución de excelentes «cronos», convirtiéndose en el circuito más rápido de España. Siguen los triunfos de Kutz y Ortueta, aunque han de dejar paso a las nuevas figuras del motorismo nacional. Es meteórica la ascensión del piloto guipuzcoano José Ramón Eizaguirre, con excelentes clasificaciones al igual que el francés Christian Bosque, avecindado en San Sebastián. En tono menor hay que apuntar los nombres de Angel Diago y Vicente Cordero en Guipúzcoa y de los hermanos Sabugo, Nicanor BlázqueZ, Jesús M.ª Mendívil y del piloto oficial de «Lube», García, que falleció en la disputa del Premio del Pilar en Zaragoza. En 1955 se retiran los ya veteranos Kutz y Ortueta, cogiendo José Ramón Eizaguirre el relevo, mientras se siguen disputando los Premios Internacionales de Bilbao y Pamplona. Desde el punto de vista técnico se produce este año una importante revolución técnica ya que la Federación Internacional Motociclista autoriza los carenados integrales de las máquinas, lo que redunda en una sensible mejoría de los «cronos» conseguidos. José Ramón Eizaguirre se consagra definitivamente en 1956, pasando a ser el mejor piloto vasco de esta etapa consiguiendo el Sub-Campeonato de España sobre la «Montesa-Sprint» de 125 cc.