Pintoreak

MOCH, Andrée

Pintora, escultora y escritora francesa. Nacida en Paris el 23 de enero de 1879 y fallecida en Buenos Aires el 24 de noviembre de 1953. Recibió una esmerada educación en música, arte e idiomas. Cursó estudios en la Escuela Municipal de Bellas Artes de Burdeos donde obtuvo hacia los 18 años todos los primeros premios. Fue becada para continuar su preparación en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Paris. Fue una de las primeras artistas mujeres que ingresó a esta casa de estudios superiores. En 1905 expuso en el Salón des Artistes Francais; en Amis de Beaux Arts (1906) y en 1933 en el salón Rellinger.

En esos años se trasladó a España donde visitó varias ciudades, museos y galerías de arte en las que expuso óleos y esculturas. En Madrid lo hizo en el Círculo de Bellas Artes (enero 1908); en San Sebastián -Salón del Pueblo Vasco (agosto 1908); Bilbao -Salón Lux (octubre 1908); Bermeo -Casino- (septiembre 1933). Recorrió Euskadi en toda su extensión, vivió en caseríos alejados donde pintó escenas rurales, casas, iglesias, edificios antiguos y el mar Cantábrico entre otros paisajes.

En Argentina

En noviembre de 1908 arribó a Buenos Aires con el fin de participar en la convocatoria de escultores realizada por el gobierno argentino para erigir el Monumento al Centenario. La extensa espera de ocho meses para la presentación del jurado la exasperó y destruyó la maqueta un día antes de la visita de sus miembros, circunstancia por la cual quedó fuera del concurso. Se estableció en Buenos Aires y se vinculó a la colectividad vasca por medio de José Rufo de Uriarte, fundador de la revista La Baskonia, para quien trajo una carta de presentación a igual que para los directores de los diarios más prestigiosos del país, La Prensa y La Nación. Instaló en Buenos Aires su primer atelier de pintura y escultura y fue ampliamente conocida en los círculos de arte de la época, entre ellos el Salón Witcomb donde expuso en diciembre de 1908 y en 1937.

Al año siguiente de arribar al país publicó su primer libro Del Cantábrico al Plata (Impresiones de viaje) editado por Tipografía La Baskonia. (1909) obra en la que relata su viaje de Cádiz a Buenos Aires, e ilustró con grabados a pluma registrados durante su permanencia en Euskadi y en ciudades de España. Comenzó a colaborar con Uriarte en 1909, quien la presentó a la revista con elogiosos comentarios acerca de sus antecedentes profesionales. Durante más de dos décadas Andrea Moch, que para esos años utilizaba su nombre en español, escribió y publicó en esa revista numerosas reseñas de exposiciones, comentarios de libros, notas sobre el paisaje vasco y otros temas vinculados a su arte. La revista reprodujo regularmente sus óleos, acuarelas, pasteles, dibujos con pluma, bajorrelieves y gobelinos, arquitectura vasca en América, figuras y paisajes éuskaros y fotografías que reflejaban los trabajos de su taller o las exposiciones realizadas en el Laurak Bat.

Las páginas comerciales de La Baskonia difundían las actividades de la Academia de Andrea Moch, donde enseñaba pintura paisajística y retratos. Tuvo numerosos discípulos en cursos para hombres y mujeres.

Los festejos del Centenario la tuvieron como cronista destacada en la Exposición de Ignacio Zuloaga, que visitó el país para esa ocasión. Otros artistas que arribaron a la Argentina en distintas épocas, como los hermanos Arrúe y Zubiaurre, Darío Regoyos, Zamacois o Kaperotxipi, fueron dados a conocer mediante crónicas de su autoría publicadas en la revista. Retratos y paisajes, tanto vascos como argentinos, fueron tapa de la revista durante varios años. Traducía del francés y publicaba reseñas de libros sobre arte, comentarios de exposiciones internacionales o la actuación de músicos consagrados en Europa. En Los Baskos en la Nación Argentina, obra de prestigio editada por José de Uriarte, en 1919, Andrea Moch tuvo activa participación y se dieron a conocer numerosos trabajos de su autoría que reproducen paisajes vascos.

Pintó una diversidad de óleos como el de Florencio de Basaldúa, los tenores Fagoada, Constantino, el compositor Jesús Guridi entre otros, y a familias vascas residentes en Argentina. Visitaba casas particulares y establecimientos de la provincia de Buenos Aires y reproducía los paisajes que observaba. Su actividad pictórica y de escultura fue intensa y la prensa le fue muy favorable. Expuso en galerías de Buenos Aires, San Isidro, Rosario, Mar del Plata, Tandil y otras ciudades argentinas.

Amante de los viajes, llegó hasta Tierra del Fuego, Chile, Uruguay, Nueva York y Washington, donde expuso en distintas galerías de arte. En Montevideo participó en muestras organizadas por la Sociedad Euskal-Herría.

Simultáneamente a su obra de pintora y escultora se dio a conocer como escritora y poetisa. Su primer libro fue publicado en Paris (1908), titulado "Exposition espagnola biennale des Beaux Arts" (estudio crítico). En Buenos Aires se editaron "Del Cantábrico al Plata" ya mencionado, relatos de viaje de España a América; "Bocetos de mi viaje a Norteamérica" (1923) con similar temática a diversas ciudades de los Estados Unidos, Saint Thomas, Río de Janeiro, entre otras; "Páginas Vividas" (1925); "Impresiones de Buenos Aires" (1939), poesías en francés y español; "Andanzas de una artista" (1939) - casi una autobiografía- y "Soliloquios de vida y arte" (1948), poesías en francés y español. Junto a la aparición de estos libros realizaba en forma regular reseñas sobre arte por la presencia de músicos y pintores que venían al país o distintas personas de prestigio con las cuales se vinculó. La intensa vida cultural de esos años entre otros la tuvo como fiel protagonista y asistente a la presentación de recitales, conciertos u obras de teatro.

El registro de apuntes de estas actividades le permitiría, años más tarde, consignar casi cronológicamente la presencia de directores de orquesta rusos, españoles y otras nacionalidades que actuaban en el teatro Colón y salas de artes. Fue distinguida por su gran cultura musical y artística y se rodeó de personas de similar nivel de conocimientos e intereses.

Simultáneamente a sus actividades profesionales, dejó constancia de obras altruistas como las visitas realizadas a asilos de ancianos o a enfermas del Hospicio de las Mercedes, en aquellos años hospital psiquiátrico, y la descripción de indigentes que ambulaban en la ciudad. No le fue indiferente la situación de aborígenes mapuches provenientes del Neuquén, que acudieron a Buenos Aires en reclamo de la propiedad de sus tierras. Andrea Moch retrató en su estudio a un grupo de hombres que concurrieron a una manifestación los primeros años del siglo XX.

La prosa cuidada de esta escritora se caracteriza por su valor testimonial, estilo ameno, minuciosidad y fluidez de sus diálogos, acompañados de reflexiones personales que amenizan su lectura.Sus libros están ilustrados con reproducciones de pinturas con pluma, óleos o retratos. Se declaraba artista independiente, no sujeta a modas ni prejuicios sociales y con derecho absoluto de hacer lo que le dictaba su corazón y espíritu, y acostumbrada a que nadie controle sus actos ni los critique. Su obra escrita revela a una persona de gran cultura y distinción, reservada y poco afecta a las trivialidades.

Al año siguiente del fallecimiento de Uriarte regresó a Europa después de veinticinco años de ausencia. Cumplió con su propósito de rendir homenaje al fundador de La Baskonia y llevó a Bermeo, lugar de nacimiento del periodista, una placa de bronce por ella esculpida que representa su obra en tomos encuadernados de la revista y libros, con la leyenda "Obra Cultural Baska realizada en América durante cuarenta años José R. de Uriarte -Bermeo, 1867-Buenos Aires-1932". El bajorrelieve, entregado al Ayuntamiento de la ciudad, fue emplazado frente a una escuela y calle que llevan el nombre del periodista homenajeado, antecedentes que obran en el Archivo del lugar.

Andreée Moch recorrió nuevamente, en esta oportunidad, varios pueblos y ciudades de Euskadi, pintó paisajes, visitó a familiares y amigos residentes en Francia, Suiza e Italia. Regresó a Buenos Aires después de seis meses donde permaneció trabajando .Llevó a cabo una importante labor de difusión en pro de la cultura baska hasta su fallecimiento el 24 de noviembre de 1953.

Ángeles DE DIOS ALTUNA DE MARTINA (2007)