Importantísimo texto autonomista elaborado por Ignacio Pérez Arregui a finales de 1923, discutido en una serie de jornadas secretas por la Diputación de Guipúzcoa, que lo aprueba el 29 de diciembre de ese año con el voto en contra del diputado tradicionalista conde de Villafranca.
El escrito viene a responder a las expectativas autonomistas suscitadas por las primeras declaraciones de Primo de Rivera tras el golpe de Estado de septiembre. Recoge la fórmula bipartita del Mensaje de 1917 y deja la puerta abierta a la incorporación de Navarra a una región que se llamaría vasco-navarra. Prevé la creación de un Organismo Superior supraprovincial y la consagración de tres o cuatro subregiones. A la semana de su aprobación la Memoria fue presentada en una reunión tripartita celebrada en Bilbao con representantes de las tres Diputaciones concertadas.
Los de la de Álava lo aprobaron pero la resolución de los vizcaínos quedó indeterminada. A fines de enero de 1924 fue examinada en la Diputación de Guipúzcoa a la par que una Contestación -negativa- de la Memoria escrita por el adalid de la Liga Monárquica de Vizcaya, José Félix de Lequerica. La Diputación de Vizcaya, dominada por la facción monárquica, da largas a la cuestión y por fin, en la sesión del 28 de mayo, rechaza la Memoria acusándola de inoportuna y criptoseparatista, con los votos en contra de las minorías nacionalista, tradicionalista y republicana. En la misma sesión la mayoría acuerda romper con la Sociedad de Estudios Vascos, a la que cree inductora de la Memoria, y de rechazo con la Diputación de Guipúzcoa. Esta, reunida el 5 de abril, acusó duramente al monarquismo vizcaíno de fomentar la desunión entre los vascos y de ejercer papeles de "correveidile" local ante la Dictadura. Finalmente, la Memoria no fue enviada al Directorio.
En octubre, modificada en el sentido de recabar una mera reintegración foral y respecto de la concertación económica vasca, fue enviada a la Dirección de Administración local que preparaba la implantación en el País Vasco del Estatuto Provincial. Puede tal Memoria ser considerada con justeza el antecedente más cercano, cronológica e ideológicamente, al Anteproyecto de Estatuto General de Estado Vasco de Eusko Ikaskuntza (1931).