Lexikoa

MATRIMONIO (LA ENDOGAMIA EN VASCONIA)


La endogamia en Vasconia. Los matrimonios entre consanguíneos más o menos próximos implica, casi siempre, una pauta de comportamiento étnico de singular relieve. Han sido regulados en las más diversas culturas, la mayoría de las veces para restringirlos, alguna vez para estimularlos. Con vario interés y diversidad de opiniones, el problema preocupó a los científicos, si bien hasta el advenimiento de la genética mendeliana no pudo ser abordado metódicamente. La Antropología se ve particularmente intrigada por la consanguinidad, cuyo estudio no deben soslayarlo la Patología o la Higiene por la incidencia que tiene sobre enfermedades recesivas -hereditarias- o la mortandad natal; particular servicio rinde a la Etnología. La iglesia católica, difícilmente, concedía dispensa de matrimoniar los parientes antes del siglo XVIII, y los impedimentos se extendían desde éste hasta el 4.° grado. Las dispensas concedidas y sistematizadas desde el Código de Derecho Canónico, constituyen una fuente informativa de primaria importancia y suma fiabilidad. Las uniones consanguíneas, básicamente, limitan la ley de Hardy-Weinberg. Dicha ley afirma la persistencia de los genes de una población a lo largo de sucesivas generaciones, salvo que interfieran procesos modificadores. Esta ley permite computar las frecuencias génicas y genotípicas, aun en aquellos casos en que los caracteres se transmiten con dominancia y recesividad, y el gen recesivo, por tanto, sólo aparece si se encuentra en estado homocigótico. De acuerdo con este principio, si se quisiera eliminar un gen recesivo en determinada población esterilizando a los habitantes que presentasen el carácter fenotípicamente (estado homocigótico) serían necesarias 900 generaciones para conseguir su reducción a la décima parte (!). Esta ley tiene su cumplimiento siempre que las uniones sean panmícticas, al azar, y no selectivas; los matrimonios consanguíneos son una forma de apareamiento selectivo. Los grados cuya incidencia en la homocigosis es mayor incluyen el matrimonio de: tío (a)-sobrina (o), primos hermanos, tío sobrina segundos y primos segundos, o de 3.°, 4.°, 5.° y 6.° respectivamente en el derecho romano; en las dispensas se abandonó esta numeración para atenerse a la germánica. Suelen registrarse, aunque no menudean, casos de parentesco múltiple, sobre todo de 4.° y 6.°.

Frecuencia, coeficiente de consanguinidad y de regresión. Una estimación objetiva de la consanguinidad es su frecuencia medida, por ejemplo, en valores porcentuales, globales y especificados por grados; pero esto no es suficiente. Se intuye que el influjo en la aparición de homocigosis (genes duplicados) en la descendencia no puede ser el mismo en dos matrimonios uno de 3.° y otro de 6.°. Cuanto más próximos estén los componentes de la pareja al antecesor común, mayor aportación de genes iguales a la progenie de ambos. Por esta razón las consecuencias génicas de la consanguinidad se mensuran por el "coeficiente de consanguinidad". Puede definirse como "la probabilidad de que un individuo reciba en un locus (de dos cromosomas homólogos) dos genes idénticos, por generación". Dichos genes idénticos son copia exacta de uno solo, presente en el antepasado común, y el hijo los recibe uno por vía paterna y el otro por vía materna. En un matrimonio de tío-sobrina, por ejemplo, ¿qué probabilidad hay de que el hijo sea homocigótico para determinado alelo? La probabilidad de que lo transmita el marido es de 112 y 114 la de la mujer; la probabilidad de que lo reciba el hijo es el producto de ambas probabilidades, 118; este valor es el coeficiente de consanguinidad para el grado 3.°; para los demás grados el coeficiente es de 1/16, 1132 y 1164 respectivamente. Estos números aprecian, pues, el incremento de individuos homocigóticos en cada generación y el de alelos idénticos en cada individuo, proporcional al valor de la frecuencia. El efecto crece si se repite el cruce consanguíneo en sucesivas generaciones, razón por la cual es interesante conocer el sesgo que esta pauta de comportamiento toma en el tiempo; el "coeficiente de regresión" evalúa esta circunstancia: si es negativo tiende a disminuir la consanguinidad, en caso contrario a incrementar. Es sabido que la repetida autofecundación y endogamia acarrea detrimento de eficacia biológica traducida en merma de fertilidad, longevidad, resistencia, etc. De ahí el interés de la regresión.