Desaparición. La Marina Auxiliar mantuvo su existencia hasta el 27 de agosto de 1937. Desde la evacuación de Bilbao y la salida del Gobierno Vasco del territorio de Euskadi, su situación se hizo muy precaria. En julio tuvo que ceder a las Fuerzas Navales del Cantábrico 6 dragaminas y 2 lanchas auxiliares para rastrear minas en Santander y Gijón; a comienzos de agosto les tocó el turno a los bous artillados supervivientes de la evacuación de Bilbao. De este modo, únicamente quedaron bajo control del Gobierno Vasco el bou Gazteiz, sin artillar, que permanecía fondeado en Santoña, y unos pocos dragaminas y lanchas auxiliares amarrados en Santander. Al evacuarse Santander, los dragaminas y lanchas marcharon a La Pallice la noche del 24 al 25 de agosto y serían internados por las autoridades francesas. El último buque de la Marina de Guerra de Euzkadi, el Gazteiz fue capturado en Santoña el 27 de agosto de 1937. Su tripulación fue hecha prisionera y el 2.° maquinista, Felipe Markaida, fue fusilado el 15 de octubre en la oleada de represión que siguió a la capitulación de Santoña. Con él se ' cerraba la lista de las 62 bajas sufridas durante la guerra por la Marina vasca. Los barcos que habían sido entregados a las F. N. C. irían entrando en puertos franceses entre agosto y octubre quedando todos internados. Luego, una vez acabada la guerra, serían devueltos a sus antiguos armadores. De los tripulantes que consiguieron llegar a Francia, unos se quedaron allí dando por terminada la guerra, mientras que otros pasaron la frontera y aun sirvieron en la Marina de Guerra republicana (v. MARINA) o en el Cuerpo de Carabineros del Mar prolongando en cierto modo la historia de la Marina vasca hasta el fin mismo de la guerra.