Parroquia de Santo Tomás apóstol. Construcción de comienzos del s. XVI, en la que predomina el macizo sobre el vano, reduciéndose la existencia de éstos a dos ventanales de arco apuntado en la fachada sur. La portada lleva arco carpanel baquetonado. En la fachada oeste, se conservan restos de una espadaña y una lápida romana incrustada en el muro. En el ábside, colocado en el contrafuerte, aparece también el escudo de los Urbina. En el ángulo SO., se ubica la torre de mampostería de planta hexagonal irregular, muy reformada en 1740. Planta de salón rectangular, con una capilla del lado izquierdo y arco profundizado en el muro derecho. Cubierta del templo, es de bóveda nervada con terceletes y ligaduras con claves bellamente relivadas. Arcos torales de medio punto sobre ménsulas; y arco sobre pilastras cajeadas, coronadas por una comisa moldurada, que da acceso a la capilla de los Urbina, cuyos escudos con lobos y yelmo empechado, presiden la entrada, cerrada por medio de una bella reja a base de largos barrotes más adornados en el centro. Lleva dintel centrado por una cartela, donde consta el año de 1591. Una original crestería rematando. Cartelas con flameros unidos por líneas ondulantes en los extremos y un Calvario coronado por frontón triangular, todo de hierro forjado. El retablo, del s. XVI, consta de banco y un solo cuerpo articulado en tres calles con ático curvo, que lleva un medallón con la talla del Padre Eterno. Alterna la pintura en el bancal con las esculturas del cuerpo, centrado por Nuestra Señora de la Asunción. Presidiendo el templo, un retablo del s. XVII transformado en el s. XVIII por la decoración rococó. En este momento se le añaden más imágenes y se dora. Posee banco, dos cuerpos y ático. Se estructura por medio de columnas jónicas con estrías en espiral, en tres calles. Relieves e imágenes alternan en su decoración. En un lateral, se halla un bello retablo rococó de traza movida, presidido por una pequeña imagen de la Virgen del Rosario. La pila bautismal de factura medieval del s. XIII tiene decorada su taza por relieves muy toscos de poco resalte, representando guerreros, un personaje con las manos juntas flanqueado por hierros de lanza y santos y aves en la banda inferior. En la sacristía, cajonería sencilla de bellos herrajes; una escultura de San Agustín; un grabado de papel sobre tabla del s. XVIII y un aguamanil de piedra barroco. Las ermitas de San Juan y Santa Eulalia, que existían en el s. XVI, hoy han desaparecido. Torre de los Cortázar, compuesta de torre de planta cuadrada y edificio anejo posiblemente de finales del XV o comienzos del XVI situada cerca de la iglesia. Los flancos N. y S. son los mejor conservados y vemos en ellos saeteras, modillones y ventanas con arcos conopiales.
Ainhoa AROZAMENA AYALA
Ainhoa AROZAMENA AYALA