Guerra realista. A principios del año 1822 había una fuerte oposición al sistema constitucional en Lodosa, según refiere Idoate en Rincones... [t. II, págs. 143]. El primero de junio del mismo año se presentó con su partida en Lodosa el cabecilla realista Antero. Se dirigieron a la caseta del puente, conminando a la rendición al teniente y a los 23 soldados que allí había. Los militares se resistieron, pero los realistas pegaron fuego a la casa y los defensores hubieron de rendirse. Les quitaron las armas y los caballos y les dejaron marchar libremente.