Kontzejuak

LARUMBE

Según el arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada, hallándose en cierta ocasión García Iñiguez en el lugar llamado Larumbe bastante despreocupadamente, vinieron de improviso algunas bandas de moros y lo mataron juntamente con su séquito. Se hallaba con el rey la reina Urraca, encinta de bastantes meses, la que fue alanceada en el vientre. Habiendo huido luego los salteadores árabes, la reina, en los estertores de la agonía, habría dado a luz por el agujero de la lanza a un pequeño que, salvado de la muerte por los cuidados de las nodrizas, vendría a ser el futuro rey Sancho Garcés (cfr. De rebus Hispaniae, libro V, cap. XXII, pág. 112 de la edición matritense de 1793). La Crónica de San Juan de la Peña, que en su estado actual data de entre los años 1369 y 1372. ofrece una versión algún tanto distinta de los hechos. Por de pronto, el rey García Iñiguez habría muerto en otra ocasión que su mujer. A ésta se la hace de Nombre Onenga y habría muerto instantáneamente después del golpe. Está luego que no se menciona la localidad de Larumbe, sino que se habla de manera general de valle de Aibar. Por último, se acentúan los caracteres maravillosos del relato (cfr. Crónica de San Juan de la Peña. Versión latiner e índices preparados por Antonio Ubieto Arteta, Valencia 1961 , pp. 37-39). El 6 de octubre de 1269, Teobaldo II eximió a sus labradores del laboreo de castillos a cambio de que le pagara cada uno 6 sueldos anuales, excepto las viudas y huérfanos que pagarían un sueldo. A principios de febrero del año 1811 , la partida de guerrilleros de don Francisco Espoz y Mina vino al pueblo de Larumbe, tras haber asaltado un convoy francés en el camino de Irurzun, entre Sarasate y Erice. Tras pasar la noche en Larumbe, los guerrilleros se dirigieron a Iraizoz.