Kontzejuak

Larrión

El casco urbano se distribuye por una zona amplia y llana, con una pequeña elevación del terreno donde se levanta la iglesia. Junto a la carretera hay una serie de edificios modernos y una venta que, en su actual configuración al menos, tampoco parece antigua. Desde este punto parte el carretil que llega al pueblo. Junto a un puente encontramos el edificio civil más notable de la localidad. Se trata de un caserón de planta cuadrada muy desarrollada y tres alturas, bajo tejado a cuatro vertientes. Los muros son de mampostería, con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos. Seguramente iban enlucidos en origen. A la altura del forjado de la segunda planta hay una cornisa de ladrillos aplantillados, que da paso a un recrecimiento cuyos paños van enteramente en ladrillo de dos colores, componiendo con su policromía motivos espigados. El alero va también en ladrillo. Los huecos son amplios, y van enmarcados en ladrillo, prueba de que se agrandaron al tiempo del citado recrecimiento. La fachada presenta dos accesos, ambos con arco carpanel propio del siglo XVI. En la clave de uno de ellos se puede ver un escudo de pequeño tamaño, con remate conopial y campo cuartelado, mal conservado, en el que se distinguen aún un árbol con lobo pasante (1 y 3), y tres bandas diagonales (2 y 4).

Después del inmueble descrito se abre una plaza amplia, en la que hay un frontón o rebote construido en 1943. Desde este punto parten varias callecitas, en las cuales encontramos casas intensamente reformadas o de construcción moderna. En la calle del Ayuntamiento encontramos una casa que repite patrones muy habituales en Navarra, con muros enlucidos, que salvan esquinas y enmarques, vanos rectos y puerta de medio punto con dovelas cortas.

Parroquia de la Asunción. Se trata de un templo protogótico, de en torno al año 1200 y construido en un lenguaje formal cisterciense. La planta es de una única nave, dividida en cuatro tramos de igual longitud, de los cuales el último ejerce como cabecera, rematada en testero recto. El acceso se practica por el lado de la Epístola, a la altura de su segundo tramo, y la sacristía, moderna, es una estancia cuadrada adosada a la cabecera también por el lado de la Epístola. En la actualidad la mayor parte del perímetro exterior del templo se encuentra oculto por construcciones adosadas posteriores (pórtico, casa abacial...), aunque parte de los muros pueden verse aún por los lados oriental y septentrional.

Los muros son de sillería, y se abren por una única ventana que, al parecer, es original, pero que da al interior una iluminación ciertamente escasa. Consta de un arco de medio punto, con marcado derrame, y se sitúa en el eje de la cabecera.

La fábrica se cubre con una bóveda de cañón de directriz apuntada, cuyos tramos se articulan mediante arcos fajones del mismo perfil. Estos apean en ménsulas lisas, que se unen mediante una cornisa que recorre todo el perímetro interior del templo.

Al exterior, vemos en primer lugar la espadaña que remata el conjunto, erigida sobre el muro de los pies, abarcando toda su anchura. Se perfora por dos grandes arcos de medio punto, para alojamiento de las campanas, más otro arquillo menor situado encima y entre ambos. Se trata del campanario original del templo. La puerta consta de un arco apuntado de buen tamaño, compuesto por tres arquivoltas lisas y guardalluvias exterior. Apean sobre una moldura lisa a modo de capitel corrido, y ésta a su vez sobre pies derechos carentes igualmente de decoración, según los austeros preceptos de la arquitectura cisterciense. El acceso va protegido por un pórtico moderno sobre estructura de madera y abierto por tres grandes arcos de medio punto, que cabalgan sobre delgados pilares de sección cuadrada.

Tuvo este templo un retablo mayor romanista, ejecutado a fines del siglo XVI por Juan de Troas menor, hoy perdido pero del que han sobrevivido algunas tallas. A él perteneció sin duda el grupo titular de la Asunción, compuesto por una talla de la Virgen, que aparece sobre una peana y rodeada de nubes, con un grupo de querubines que la acompañan en el tránsito. Cerca podemos observar la pila de bautismos original del templo, aunque originariamente se encontraría, como suele ser habitual, en el extremo opuesto de la nave. Consta de un fuste fuerte y corto, de sección circular y decorado con sogueados, capitel tosco decorado con flores de lis, y gruesa copa troncocónica gallonada.

A los pies de la iglesia hay una talla de San Lorenzo, de estilo romanista e igualmente perteneciente al desaparecido retablo de Juan de Troas. El santo se representa como diácono, sedente pero con eficaz contrapposto, que rompe la frontalidad y la rigidez inicial de la composición, dotándole de un contenido dinamismo. Aparece con libro entreabierto y exhibiendo en su mano izquierda la parrilla como atributo de su martirio. Los ropajes se representan de manera ampulosa, con plegados someros y redondeados, y, si bien presenta cierta desproporción entre cuerpo y cabeza, ésta muestra rasgos faciales correctos y expresivos. Cerca encontramos una Virgen del Rosario del siglo XVI, con el Niño sobre su brazo derecho, que busca el contacto físico con María.

En la sacristía se custodia otra talla de la Virgen con el Niño, barroca del siglo XVIII. Lleva caras, manos y pies realizados en marfil, razón por la que se ha señalado un posible origen oriental, tal vez filipino. Hay asimismo varias obras de orfebrería.

  • CARO BAROJA, J. La casa en Navarra, Pamplona. Vol. III, C.A.N. 1982, p. 475.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. La escultura romanista en Navarra. Pamplona: Gobierno de Navarra, 1986, p. 233.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. (et. al.). Catálogo Monumental de Navarra. Vol. II**, Merindad de Estella, Pamplona: Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1982, pp. 96-98.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. al.). Navarra, guía y mapa. Estella: C.A.N. 1983, p. 199.

JAS 2011.