Udalak

Larraona

Con respecto a la arquitectura civil hay que reseñar la gran cantidad de casas blasonadas que se pueden encontrar a lo largo del municipio. Destaca un caserón adosado a la iglesia del siglo XVI, realizado en sillería, de tres alturas, con ingreso en arco de medio punto de gran dovelaje que en su clave muestra pequeño blasón, sobre el cual tiene una hornacina. De este mismo estilo y época encontramos otra casa de gran desarrollo vertical y dos alturas con acceso también en medio punto y escudo en la clave, aunque en este caso las dovelas se decoran con pomas con influencia del estilo renacentista denominado Reyes Católicos. De la misma manera se decora uno de los vanos de otra vivienda junto a la carretera, coetánea de la anterior, aunque con intervención posterior como se puede ver en el dintel de una de sus ventanas, que reza "AÑO DE 1781". Cuenta con un ingreso en arco de medio punto de gran dovelaje y con dos pequeños vanos conopiales en sus fachadas laterales.

Cruzando la carretera y de nuevo del siglo XVI tenemos otro caserón de cuatro alturas, aparejada en sillarejo y sillar para vanos y esquinas y cubierta a doble vertiente. Muestra escudo con las armas de los Álvarez de Eulate, posterior a la fábrica, plenamente barroco. También del siglo XVI, junto a la carretera destaca otra fábrica de tres alturas, por su original ingreso lateralizado en arco conopial con escudo en la clave, y frente a ésta, otra también del mismo siglo con arco carpanel y decoración en su parte alta con volutas, rosetas y querubines.

Del siglo XVIII es un palacete situado a las afueras, de planta rectangular y tres alturas, en el que destaca un escudo de armas barroco en la parte central de su camarote. Sigue un esquema lineal de vanos adintelados salvo la entrada principal en arco de medio punto de amplias dovelas y se trabaja en mampuesto salvo esquineros y vanos en sillería. Destacar el blasón neoclásico en un edificio moderno en el que se puede leer la inscripción "OCHOAS DE VAQEDANO". Además de estos ejemplos podemos encontrar muchos más escudos de armas, generalmente en la clave de los arcos que dan acceso a los portales de algunas viviendas.

La iglesia parroquial de San Cristóbal es un templo del siglo XVI que aún conserva algunos vestigios de su pasado románico, siglo XII, como son su portada y la parte baja de la torre. A grandes rasgos se trata de un templo de nave única, dos tramos más crucero y testero pentagonal, cubierta en cada una de sus partes con una bóveda diferente: terceletes en sus dos primeros tramos, más compleja la del primero, crucería en la parte central del crucero y en una de las capillas laterales (la de la Inmaculada), estrellada en su opuesta (la de San José) y gallonada en la cabecera, siendo los arcos fajones que articulan la cubrición apuntados. Al exterior se muestra compacta y hermética, trabajada en grandes sillares y reforzada en algunas partes con contrafuertes. Destaca la portada románica en arco de medio punto que cuenta con una arquivolta decorada con relieves figurativos que descansa sobre capiteles historiados y columnas antropomorfas. El arco de ingreso es posterior, del siglo XVI, al igual que el de la otra entrada, en el lado opuesto del templo. Enmarca el conjunto una cornisa taqueada sustentada por cuatro ménsulas decoradas con relieves siguiendo la pauta del resto del conjunto. La torre, en uno de sus laterales y sobre la capilla de San José es de tres tramos diferenciados por línea de imposta y campanario abierto en arcos de medio punto bajo cubierta a cuatro vertientes. Cuenta con escaso mobiliario destacando el retablo mayor, dedicado al santo advocado, de la segunda mitad del siglo XVIII y de estilo rococó. Tiene banco, un cuerpo con tres calles y remate en cascarón. En sus casas se pueden ver imágenes de San Pedro, San Cristóbal, San Pablo, San Fermín y San Gregorio, y un calvario en el ático, todas ellas coetáneas del mueble. Otros tres retablos menores en las capillas laterales, de estilo neoclásico, destacando en uno de ellos una imagen de Santa Catalina, del XVI con cierto aire hispano-flamenco.

Cuenta con dos ermitas aún en pie. La ermita de Nuestra Señora de la Blanca, enclavada en el centro urbano, un templo rectangular de una sola nave y tres tramos separados por arcos fajones de medio punto sobre ménsulas con moldura y cubiertos con bóveda de cañón con lunetos. Tiene coro a los pies y al exterior destaca su ingreso en medio punto enmarcado por pórtico sobre ménsulas, la espadaña sobre él y la sacristía que rompe la planta rectangular. Tiene retablo rococó con imagen de la patrona, de estilo romanista de finales del siglo XVI. La otra sería la ermita de San Benito, de estilo popular, cuenta con una sola nave rectangular, cubierta a dos aguas e ingreso adintelado en el lado epistolar. Podría ser una construcción del siglo XVI y alberga una imagen del santo titular de aspecto romanista de comienzos del siglo XVII. Existieron otras tres ermitas más, ya desaparecidas, las de San Pablo, San Pedro y San Jorge.

  • GARCÍA GAINZA, María Concepción (dir.). Catálogo monumental de Navarra. Merindad de Estella. Vol. II**. Estella: Príncipe de Viana, 1983.
  • LÓPEZ SELLÉS, Tomás. "Contribución a un catálogo de ermitas de Navarra. Merindad de Estella", Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra, 1972-1973. Pp. 328-329.

MCG 2011