Periodista vizcaíno, nacido en Barakaldo en 1886. Murió fusilado en Bilbao el 5 de agosto de 1937.
Fue concejal del PNV en el ayuntamiento de Barakaldo desde 1919 hasta 1923 y escribía en el periódico Euzkadi, bajo el seudónimo de Gogor. Escribió contra la Ley de 1839, y a favor de la autonomía y descentralización del País Vasco. Estuvo afiliado al Partido Nacionalista Vasco, que a partir de 1909 empezó a adquirir más peso dentro de la coalición de derechas de Barakaldo, lo que supuso un incremento de la violencia entre jóvenes nacionalistas y requetés jaimistas, quienes agredieron a varios jóvenes, entre ellos a Melchor Jaureguizar, y después asaltaron la sede de Juventud Vasca del municipio en el local situado en la calle Portu, de la que era, en 1912, su presidente.
En esta etapa, Melchor se destacó por ser cantante aficionado, además del principal instigador de la labor cultural de esta organización hasta, por lo menos, 1919, año en el que formó el grupo “Teatro Vasco” junto con Antero Ibarra.
En las elecciones municipales de 1920, en las que los nacionalistas no pudieron acceder de nuevo a la alcaldía, Melchor Jaureguizar fue el candidato nacionalista por San Vicente. En abril de 1920, varios obreros, socios de «Juventud», se reunieron para crear una cooperativa obrera vasca de consumo. Ángel Kareaga y Melchor Jaureguizar estuvieron en el origen de esta iniciativa, que se concretó en la creación de la Cooperativa de Consumo Bide Onera, con unos 250 cooperativistas, sobre todo obreros de la siderurgia, que participaban con una cuota de 50 pesetas, cuyo objetivo era la venta de productos de primera necesidad y de artículos para el hogar. Además de su papel dentro de «Juventud», Melchor Jaureguizar fue trabajador de Altos Hornos; entró como corresponsal del diario Euzkadi y fue presidente de la sección de metalurgia de STV. Posteriormente, ocupó el cargo de secretario de la Junta Municipal desde 1932 hasta 1934.
El 1 de julio de 1937 fue detenido por el jefe local de Falange de Barakaldo, Máximo López Castaños y en dichas fechas era jefe de la Inspección de Investigación y Vigilancia, Manuel Topete Hernández, que fue el encargado y máximo responsable de la detención del periodista baracaldés, que fue recluido en la cárcel de Larrinaga. En el consejo de guerra que le incoaron, fue acusado de opiniones contra el Movimiento y murió fusilado el 5 de agosto de 1937 en el cementerio bilbaíno de Derio.