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Iparretarrak (1986ko bertsioa)

Organización armada vasca cuyo campo operativo se circunscribe a Laburdi, Zuberoa, Baja Navarra y estado francés. Tiene su nacimiento en el mercado de ganado de Urepel de mayo de 1972. Su primera acción tuvo lugar en Banca el día 11 de diciembre de 1973. A ésta suceden otras (34 en 1982) entre las que pueden citarse en especial las efectuadas contra las explotaciones turísticas de Sokoa, Biarritz, Itxasu, Garazi, Irati, etc. Su nombre conoció especial relieve durante el proceso del joven Jean Claude Marguirault (Xan) en 1980. Este año, dos de sus miembros fallecen al explotarles un artefacto que intentaban colocar bajo el coche de la mujer del subprefecto departamental. La muerte a manos de la organización, de un policía francés, en 1982, provoca la orden de búsqueda y captura contra el militante Phillippe Bidart y la creciente atención de la máquina policial francesa. Esta culmina el 1 de marzo de 1984 cuando, en un tiroteo con la policía, muere el militante donibandarra Didier Lafitte y es detenido Jean Gabriel Mouesca, presunto dirigente de la organización buscado por la policía gala. El acto cívico dedicado al joven Lafitte en el gimnasio municipal de San Juan de Luz (Lab.) constituyó todo un acto de afirmación nacionalista desarrollándose completamente en euskara. Un miembro de Herri Talde acusó a la policía, al mando del superagente Alain Tourre, de haber asesinado a Didier por la espalda. En octubre de 1984, en víspera de la visita del presidente francés Mitterrand a la zona turística de Laburdi, la organización atenta contra el aeropuerto de Biarritz y emite el siguiente comunicado: «Desde que ese hombre (Mitterrand) llegó al poder, la opresión de nuestro pueblo y su colonización se han intensificado. La cultura y la lengua vascas siguen siendo negadas, infravaloradas y oprimidas. Sigue y seguirá, la desertización económica de Euskal Herria, con más de un 13 % de parados. Se impulsa la política turística, a pesar de que se ha probado el fracaso de esa vía económica. En el interior de Euskal Herria prosigue el despoblamiento, siendo desposeídos los campesinos de sus tierras, que son vendidas a los ricos de fuera. Asciende continuamente el número de segundas residencias, y así los vascos se van sintiendo cada vez más extraños en sus propios pueblos. El dinero se destina al turismo y en grandes celebraciones, al tiempo que los jóvenes tienen que abandonar sus pueblos para poder vivir. La opresión y el colonialismo no son una invención de mentes calenturientas. La situación que denunciamos es la que realmente sufre Ipar Euskal Herria, y nadie puede negarlo. Sean del partido que sean, los mandatarios franceses querrán siempre ahogar y aniquilar a nuestro pueblo». Para acabar con los que luchan en contra de esos fines, el poder utiliza la represión, un arma hecha para que ellos defiendan sus fines y sus intereses. En este campo, los social-demócratas franceses han demostrado que saben hacerlo más y mejor que los conservadores. Tampoco la represión es algo que hayamos inventado nosotros, es evidente: Ipar Euskal Herria está ahogada bajo la presencia policial (y 4.500 más han venido con motivo de la visita de Mitterrand. Controles, represión de manifestaciones, detenciones, malos tratos...). También los compañeros de Euzkadi Sur sufren la represión: Los asesinos del GAL actúan con toda tranquilidad con la ayuda de la Policía francesa. Las tres extradiciones han sido un paso más en este intento por acabar con el movimiento de izquierda abertzale. Así, de un día a otro se ve con más claridad cuáles son los objetivos de los estados español y francés: terminar con el pueblo vasco. Así, para nosotros, el movimiento abertzale de Ipar y Hego Euskal Herria no tiene más que una salida: lograr una unión verdadera, es decir, la unidad en la lucha. En septiembre de 1998 se sumó al alto al fuego declarado por la organización E.T.A. y pese a no descartar la reanudación posible de sus acciones terroristas, mantiene oficialmente dicho alto. Su órgano de expresión es la revista Ildo.
Ainhoa AROZAMENA AYALA