Jaialdiak-Ekimenak

Inocentes, Fiesta de los Santos

Dícese que en este día no se comete pecado por mentir ni por engañar levemente al prójimo. Uno de los engaños o juegos más usuales consistía en colocar en la espalda a los hombres y mujeres, sobre todo jóvenes, clavado a la ropa un alfiler del que cuelga un hilo y papel. Como ellas no se han dado cuenta de lo que se les ha hecho, van por las calles sin sospechar que son objeto de las miradas y risas de los que encuentran al paso.