Durante la Revolución. Al sobrevenir la Revolución, el párroco, Labiaguerre d'Etchegoyen, junto con sus coadjutores, se exilió en 1792, siendo reemplazado por un sacerdote constitucional. Sus bienes y los de otros curas refractarios fueron vendidos. Los revolucionarios vendieron también los ornamentos y ropajes de la iglesia por 325 l. El 20 messidor, año II (8 de julio de 1794), los oficiales municipales secuestraron todos los muebles e inmuebles de Noblia de Iholdy, gendarme condenado a muerte por el tribunal militar. El condenado fue guillotinado y su casa Martxantarena enajenada junto con todas sus dependencias. Una orden prefectoral del 1 de julio de 1813 organizó la guardia nacional sedentaria en los cantones de San Juan de Pie de Puerto, Saint-Etienne-de-Baigorry, Iholdy y Saint Palais, para tomar medidas de seguridad ante la entrada desorganizada del ejército francés y la proximidad de las fuerzas enemigas. En el mes de enero de 1814, el subprefecto de la zona decía que incluso los propietarios más ricos de Iholdy no tenían qué comer, debido a los robos y asaltos cometidos por el ejército francés en retirada.