Barrio del municipio de Elorrio, partido judicial de Durango, Bizkaia. Se encuentra situado a los 1° 09' 10" y 43° 06' 36", hacia el S. del término y SE. de su capital, bajo el monte Menaia (680 m., Sierra de Anboto), a 250 m. de altitud, en la orilla derecha de un pequeño arroyo.
1960: 126 h.; 1970: 132.
La ermita de Santa Catalina se encuentra aislada y se trata de un edificio de planta rectangular con una cubierta a tres aguas sobre dos cerchas. Está realizado en mampostería salvo los esquineros y la espadaña con un vano para la campana y rematada con una cruz en piedra, que son de sillería. En la fachada principal se encuentra una puerta con arco de medio punto con dovelas decoradas, también aparece una piedra labrada con una cruz en relieve. El pórtico se encuentra a los pies apoyado en cuatro columnas de piedra y el pavimento es de cemento en la nave y de losas de piedra en el presbiterio. También tenemos la ermita de Santa Lucía, una construcción de planta rectangular con una cubierta a dos aguas rematada por una cruz de cemento. Está realizada en mampostería vista salvo los esquineros que son en sillería. Sobre la puerta de acceso existe una hornacina con una pequeña imagen de la patrona en piedra. El pavimento es de canto rodado y losas de piedra que han sido parcialmente cubiertas de cemento. En las paredes aparecen dibujos en blanco y negro de al menos doce ermitas. Santa Lucía es patrona de la vista y los alpinistas ofrendan dinero para su culto, de hecho, adosado a la ermita hay un refugio.
Caseríos Arregi, Zuizar, Igartua y Zabalekua, todos con restos gótico-renacentistas de finales del siglo XV o principios del XVI, alternándolos con tipología más moderna de estructura de postes de madera. Tipología que comparten con el caserío Ugalde, del siglo XVII. Amuskibar y Urikogane son de soportal arquitrabado con su planta baja construida en piedra con muros perimetrales sustentantes y jambas de sillar para enmarcar el pórtico. Este último además cubre las vigas de su planta alta con ladrillo plano sujeto con clavo de ferrería a modo de grapa, lo cual es un elemento muy original apenas utilizado. Olalde, es uno de los caseríos más tempranos de Bizkaia a la hora de abandonar por completo la madera para desarrollar su soportal en arco y utilizar la piedra en toda su estructura, ya que data de 1692, como reza la clave de su arco. Olakia, Zuizar, Uriazpikoa y Zabalekoa, con decoración de simbología astral en las dovelas del arco, siguen los mismos parámetros constructivos aunque más tardíos en cuanto a cronología. Destacaremos el caserío Arianza, un ejemplar neoclásico de 1882 que a perdido su doble arco para tener un acceso adintelado doble. De nuevo su gran tamaño, con cuatro alturas y el magnifico sillar usado en alguna de sus partes es lo más reseñable.
Manu CASTAÑO GARCÍA (2006)
Caseríos Arregi, Zuizar, Igartua y Zabalekua, todos con restos gótico-renacentistas de finales del siglo XV o principios del XVI, alternándolos con tipología más moderna de estructura de postes de madera. Tipología que comparten con el caserío Ugalde, del siglo XVII. Amuskibar y Urikogane son de soportal arquitrabado con su planta baja construida en piedra con muros perimetrales sustentantes y jambas de sillar para enmarcar el pórtico. Este último además cubre las vigas de su planta alta con ladrillo plano sujeto con clavo de ferrería a modo de grapa, lo cual es un elemento muy original apenas utilizado. Olalde, es uno de los caseríos más tempranos de Bizkaia a la hora de abandonar por completo la madera para desarrollar su soportal en arco y utilizar la piedra en toda su estructura, ya que data de 1692, como reza la clave de su arco. Olakia, Zuizar, Uriazpikoa y Zabalekoa, con decoración de simbología astral en las dovelas del arco, siguen los mismos parámetros constructivos aunque más tardíos en cuanto a cronología. Destacaremos el caserío Arianza, un ejemplar neoclásico de 1882 que a perdido su doble arco para tener un acceso adintelado doble. De nuevo su gran tamaño, con cuatro alturas y el magnifico sillar usado en alguna de sus partes es lo más reseñable.
Manu CASTAÑO GARCÍA (2006)