La numerosa e importante presencia vasca en Madrid durante los siglos XVI y XVII se concretiza en 1713 al crearse la "Real Congregación de Naturales y Originarios de las tres Provincias Vascongadas", cuyas Constituciones fueron redactadas dos años más tarde y que fueron definitivamente aprobadas por el Consejo Real en 1718. La Cofradía -que desde entonces es propietaria de la iglesia de San Ignacio en la calle del Príncipe- agrupaba a una larga lista de personalidades vascas, militares, políticos, religiosos, artistas e intelectuales que por razones de capitalidad residían en la Corte, como existía en Sevilla desde 1540 la Congregación de Vizcaínos. Entre los más destacados fundadores citaremos a Bruno Mauricio de Zavala, Juan Bautista de Orendayn y Andrés de Lardizábal. Modernamente, hubo en Madrid desde 1917 un Euzko-Etxea y, en 1923, se fundó el Hogar Vasco, ambos desaparecidos con la Guerra Civil. Tuvo sus locales en la Carrera de San Jerónimo, 38. En 1925, bajo la dirección de Alberto Alcocer, organizó un famoso orfeón cuya batuta corrió a cargo del maestro Busca de Sagastizábal. Este orfeón actuó varias veces en público con gran éxito, tal es así en el concierto organizado por el Circo Price de 1925, en la Semana Santa de 1928 en el Palacio de la Música, y en 1928 también cuando puso en escena en el Teatro de la Zarzuela la ópera Maitena que se representó ante los reyes de España y ex-rey de Grecia. En 1926 se reunía en sus locales la delegación en Madrid de la Sociedad de Eusko Ikaskuntza, cuyo importante miembro Bonifacio de Echegaray pasó a presidir el Hogar al año siguiente. Durante su presidencia la entidad organizó un servicio gratuito de ayuda a los Ayuntamientos vascos socios que necesitaran gestionar alguna cosa en la capital. Durante los años 30 la vida del Hogar se animó con la creación de clases de euskara en 1932 y un cuadro artístico en 1933. Ese año pasó a albergar en sus locales a la Agrupación Vasca de Estudiantes. Las fiestas vascas y el frontón atrajeron además a toda la colonia vasca. Durante los años sesenta y setenta se formó una tímida agrupación vasca -originariamente de carácter religioso- que tomó carta de naturaleza en 1974 con el nombre de "Hermandad de San Miguel de Aralar". Dos años más tarde se crea la sociedad laica "Hogar Vasco" que es oficialmente constituida en 1979, contando en la actualidad más de 100.000 asociados. Sus objetivos son el fomento del conocimiento de la cultura vasca en la capital de España y el estrechamiento de la amistad entre ambas poblaciones. Desarrolla toda suerte de actividades culturales dentro y fuera de su sede, encontrándose en plena expansión y con prometedor futuro. En la actualidad el Hogar Vasco -denominado también Euskal Etxea- ha inaugurado espléndidos locales en la calle Jovellanos, n.° 3, donde se halla aposentado un afamado restaurante.-
Ainhoa AROZAMENA AYALA
Ainhoa AROZAMENA AYALA