Eskultoreak

Garraza Salanueva, Ángel (2002ko bertsioa)

Escultor y ceramista navarro nacido en Allo en 1950.

Su primera exposición individual la realizó en 1979 en la galería Aritza de Bilbao, y desde entonces ha participado en más de una veintena de exposiciones en solitario a las que hay que sumar otras tantas colectivas en distintos puntos de Europa y otras zonas. Así su trabajo se ha podido ver en París, Tokio, Italia, Alemania, Portugal, etc. En 1974 obtuvo el primer premio de Escultura Ciudad de Valladolid y el Premio de Dibujo en el Certamen de Bellas Artes de la Comunidad Autónoma Vasca. Un año después obtuvo el primer premio de escultura en la Escuela Superior de Bellas Artes de Bilbao. En 1980 ganó el premio de Escultura Bienal Plástica de Vitoria, galardones que se ha repetido hasta la actualidad en distintos puntos de la Comunidad Autónoma Vasca principalmente. Poseen obra suya el Museo de Arte Contemporáneo de Vitoria, el Museo de Cerámica de Barcelona, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, entre otros muchos.

El barro es el material principal con el que trabaja Garraza, barro modelado con técnicas escultóricas, ya que se aprovecha de la gran capacidad expresiva de este material para dar salida a sus ideas con una mayor libertad. En su trabajo se pueden ver obras muy diferentes. Por un lado, aquellas que utilizan la pared como soporte y por tanto se presentan al espectador como esculturas de vocación pictórica y por otro las piezas independientes y aisladas que coloca en el suelo y que en muchos casos se acercan a la escultura conceptual con formas reconocibles como platos o sombreros y a veces provocadoras. Sus creaciones tienen también algo de poético, de significado más allá de lo evidente, tal vez por la calidez del material con el que están creadas o por la rotundidad con la que se expresan Como escribe la crítica de arte Alicia Fernández en el catálogo de la exposición que este artista realizó en Bilbao en 1999, "Garraza es un escultor que trabaja con la tierra, el fuego, el aire y el agua; cuatro elementos fundamentales que le vinculan felizmente a la naturaleza y ante todo a la vida". Para Garraza, como recuerda Gorka Velasco en otro catálogo de una muestra individual del ceramista navarro celebrada en Madrid, "su modo de plantearse las dudas creativas consiste en reivindicar el ejercicio de la cerámica, trasladarlas a un lenguaje que él conoce para poder hacerse preguntas a las que buscar respuestas con sus piezas... Su dominio técnico le permite controlar y asumir con naturalidad ese proceso".