Teniendo como presidente al diputado foral de Juventud y Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, nació esta fundación desde el convencimiento de que la promoción y fomento del deporte de rendimiento guipuzcoano no puede sustentarse únicamente en los fondos públicos.
En la temporada 1998-1999, la aportación de la Diputación, en su primer año, fue de 180.000 euros. Esta Fundación intenta dar soluciones a las insuficiencias del deporte de rendimiento de Gipuzkoa, teniendo como misión fundamental la de promover la financiación privada del deporte guipuzcoano mediante la implicación de entidades guipuzcoanas que podrán acogerse a una serie de beneficios fiscales. Los estatutos de la fundación contemplan diversas acciones como la de promover las operaciones de esponsorización deportiva mediante congresos, seminarios, jornadas, publicaciones, becas, etcétera y asesorar en dicha materia.
Por ello, su objetivo general es la captación de patrocinios públicos y privados que permitan promocionar y ordenar el deporte guipuzcoano, y así mejorar la calidad general de cada modalidad deportiva, optimizar todos los recursos que se destinen al deporte de rendimiento y contribuir a que los/las deportistas más jóvenes tengan puntos de referencia positivos en el desarrollo de sus hábitos deportivos.
Las ayudas a los clubes del territorio por parte de la Diputación de Gipuzkoa se suman a las aportaciones de la Fundación Kirolgi. Esta es quien establece las bases y baremos para repartir el dinero con el que subvenciona a los clubes con actividad competitiva. En resumen, Kirolgi repartió el año 2002 casi dos millones de euros entre unos 25 clubes de todo el territorio. Esa suma de aproximadamente 318 millones de pesetas se alcanza tras realizar la Diputación un incremento en su aportación de más de un 43%. En total, Kirolgi intenta corresponder así al deseo del deporte guipuzcoano de contar con un instrumento financiero para los clubes de alto rendimiento, y poder ayudar en lo posible también, a deportistas de deportes individuales como a la escaladora Josune Bereciartu o a la montañera triochomilista Edurne Pasaban.
De cualquier modo, parece ser que los ingresos de Kirolgi no crecen por falta de nuevos sponsors y sólo la Diputación ha aumentado sus aportaciones. En general, el deporte de rendimiento necesita muchas ayudas y el cambio de objetivos en la política deportiva de la última década (finales del siglo XX y comienzos del XXI) ha provocado el surgimiento de este tipo de fundaciones.
Antton ANASAGASTI ARANA
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
En la temporada 1998-1999, la aportación de la Diputación, en su primer año, fue de 180.000 euros. Esta Fundación intenta dar soluciones a las insuficiencias del deporte de rendimiento de Gipuzkoa, teniendo como misión fundamental la de promover la financiación privada del deporte guipuzcoano mediante la implicación de entidades guipuzcoanas que podrán acogerse a una serie de beneficios fiscales. Los estatutos de la fundación contemplan diversas acciones como la de promover las operaciones de esponsorización deportiva mediante congresos, seminarios, jornadas, publicaciones, becas, etcétera y asesorar en dicha materia.
Por ello, su objetivo general es la captación de patrocinios públicos y privados que permitan promocionar y ordenar el deporte guipuzcoano, y así mejorar la calidad general de cada modalidad deportiva, optimizar todos los recursos que se destinen al deporte de rendimiento y contribuir a que los/las deportistas más jóvenes tengan puntos de referencia positivos en el desarrollo de sus hábitos deportivos.
Las ayudas a los clubes del territorio por parte de la Diputación de Gipuzkoa se suman a las aportaciones de la Fundación Kirolgi. Esta es quien establece las bases y baremos para repartir el dinero con el que subvenciona a los clubes con actividad competitiva. En resumen, Kirolgi repartió el año 2002 casi dos millones de euros entre unos 25 clubes de todo el territorio. Esa suma de aproximadamente 318 millones de pesetas se alcanza tras realizar la Diputación un incremento en su aportación de más de un 43%. En total, Kirolgi intenta corresponder así al deseo del deporte guipuzcoano de contar con un instrumento financiero para los clubes de alto rendimiento, y poder ayudar en lo posible también, a deportistas de deportes individuales como a la escaladora Josune Bereciartu o a la montañera triochomilista Edurne Pasaban.
De cualquier modo, parece ser que los ingresos de Kirolgi no crecen por falta de nuevos sponsors y sólo la Diputación ha aumentado sus aportaciones. En general, el deporte de rendimiento necesita muchas ayudas y el cambio de objetivos en la política deportiva de la última década (finales del siglo XX y comienzos del XXI) ha provocado el surgimiento de este tipo de fundaciones.
Antton ANASAGASTI ARANA
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte