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Etxaide

Etxaide es un viejo señorío medieval, conocido también en la zona con el nombre de Ealegi. Consta básicamente de dos edificaciones, una vieja torre de linaje situada en lo más alto de un montículo, y un caserón situado en la base del mismo, donde residen actualmente los habitantes que atienden la propiedad. Se trata este último de un bello edificio, que ha quedado un tanto arrinconado por el trazado de la moderna carretera. Consta de un único bloque de desarrollo horizontal, dotado de una larguísima galería de madera. La fábrica se organiza en dos plantas, bajo tejado a dos aguas, y los muros extremos se prolongan en sendos contrafuertes que dotan de apoyo firme a la galería. Ésta se estructura en torno a pies derechos de madera, reforzados por zapatas y jabalcones, que mantienen la tensión y dan estabilidad al conjunto. La balaustrada es igualmente de madera. Cerca de este edificio puede verse una vieja cuadra y los restos de una posible ermita.

Desde este edificio bajo podemos tomar el camino que asciende, dando un amplio rodeo, hasta el viejo torreón solar del linaje Echaide. Como va dicho, se levanta en la cima de un alto promontorio, situado en la confluencia del río Mediano con un riachuelo que en la zona es conocido con el nombre de Egozkue, y que atraviesa las tierras del señorío. Desde su alto y prominente emplazamiento se controlaba una importante encrucijada de antiguos caminos, imprescindibles para llegar a Pamplona desde la zona de Baztan. Todavía a principios del siglo XXI, la torre cuenta con una privilegiada panorámica del valle, manteniéndose a la vista de los lugares de Olague y Aritzu, y divisándose un amplio trecho de la antigua carretera. Conforme a este carácter antiguo y estratégico, la torre de Etxaide perteneció a la nómina de palacios de cabo de armería del reino de Navarra (LARN nº 34), definiéndose sus armas como "de plata, cruz llana de gules, cantonada de cuatro eslabones de sable adosados".

Al parecer esta torre de linaje tiene una antigüedad considerable, pudiendo afirmar que se encontraba ya perfectamente configurada para el año 1330, momento en el que la documentación refiere que pertenecía a Iñigo Iñiguez de Lizarazu, que se titula señor del "palacio" de Etxaide. A esta época pertenece sin duda la planta del edificio, toda vez que lo reducido y abrupto del terreno no da más opción que la correspondiente al emplazamiento actual. Por otro lado, es seguro que en el entronque con el clan bajonavarro de Lizarazu radique la filiación beaumontesa que en lo sucesivo tendrá el linaje Echaide, pues no en vano los Lizarazu tenían estrecho parentesco y alianzas con familias como los Ursúa, Arberaz o Arizcun, todos ellos pertenecientes a la citada facción.

Por otro lado, es posible que el edificio adquiriera su configuración más desarrollada entre la segunda mitad del siglo XIV y la primera mitad de la siguiente centuria, momento en el que dos caballeros del linaje, padre e hijo, lograron un acceso social importantísimo. El primero de ellos es Eneco Sánchiz de Echaide, segundo señor del solar, que rindió importantes servicios en la propia Navarra y en las plazas normandas, antes de su muerte, acaecida en 1393. Más importante aún se nos antoja la figura de Johan Périz de Echaide, que para el año 1414 era ya un personaje relevante, que mantenía correspondencia con la monarquía y que hasta su muerte, acaecida probablemente hacia 1452, rindió 38 años de servicios como hombre de armas. Por otro lado, y esto es aún más relevante, estos años de la primera mitad del siglo XV casan muy bien con los elementos más fiablemente datables del palacio, singularmente las ricas ventanas, simples y geminadas, que dan luz al edificio.

La torre se edificó en un afloramiento rocoso y sobre un estereóbato macizo, que en el lado más escarpado, el occidental, alcanza el 1'80 metros de altura, y en torno al medio metro en la zona del muro oriental. Presenta una planta rectangular de 13 x 9'37 metros, y va edificada en una mampostería de buen tamaño. El muro tiene un grosor de 1'21 metros en planta baja, lo cual arroja una superficie útil de unos 73'5 metros cuadrados por nivel. Hoy en día la torre no presenta sino dos alturas más un remate aterrazado, alcanzando una altura de cerca de 9 metros, aunque es obvio que en su día debió ser mucho más alta.

La puerta, abierta hacia el lado sur, consta de un arco de medio punto de 2'35 x 1'13 metros, con dovelas bien desarrolladas (70 cm.), y que debemos calificar como de estilo gótico. En la clave vemos el escudo del linaje, con la cruz y los cuatro eslabones que el Libro de Armería otorga a los Echaide. La puerta propiamente dicha consta de una hoja de madera de roble de unos 10 centímetros de ancho, tallada a mano con azuela. Va reforzada por flejes de hierro, fijados a su soporte con gruesos clavos, y un picaporte en forma de maza. En la zona interior se aprecia la caja de la cerradura y unas impresionantes bisagras. Nada permite dudar de que se trate de la puerta medieval original de la torre. Aunque la tabicación del edificio responde a una reforma operada en el último tercio del siglo XX, se conserva un zaguán original, cuyo pavimento presenta un mosaico de guijarros primorosamente conservado. También anotamos una elegante chimenea de tiro intramural, en cuyo arco de embocadura se labró el escudo de los Echaide.

Además de la puerta, la planta baja se abre con cuatro aspilleras, tres ventanas y un tragaluz, mientras que el primer piso va iluminado por seis ventanas y tres saeteras. Una antigua poterna, situada en el lado más oculto de la torre, se convirtió posteriormente en ventana de amplia luz. Los lados sur y oeste de la torre, los mejor orientados, presentan los ventanales más amplios y elegantes, singularmente una ventana geminada conformada por dos arquillos trilobulados y una ventana recta con parteluz central, todavía de raigambre gótica pero que anuncia ya la transición al tipo de ventana recta posterior. Hacia el interior de los huecos, el ancho mural se salva mediante un arco rebajado, solución típicamente gótica, y se conservan dos asientos de piedra o "cortejadoras" intramurales. Ambas ventanas pueden datarse como del siglo XV.

Para terminar, diremos que esta torre medieval debió contar con un cadalso de madera similar a los que hoy pueden verse en Arraioz y Donamaria, y que, perdido aquel viejo elemento de remate, lo que hoy nos resta no es sino la fábrica de piedra de la vieja torre medieval.

  • ASIRON SAEZ, Joseba. El Palacio señorial gótico en la Navarra rural. Palacios de cabo de armería, torres de linaje, casas fuertes. Pamplona: Universidad de Navarra, 2009. (Tesis doctoral sin publicar).
  • CARO BAROJA, J. La casa en Navarra, Pamplona. Vol. II, C.A.N. 1982, pp. 294,295.
  • LACARRA DUCAY, Mª Carmen (et. al.). Navarra, guía y mapa. Estella: C.A.N. 1983, p. 138.
  • MENÉNDEZ PIDAL, Faustino; MARTINENA, Juan José. Libro de Armería del Reino de Navarra, Pamplona: Gobierno de Navarra, 2001, p. 122.

JAS 2011.