Artículo principal: Estados Unidos de América.
Durante las primeras décadas del siglo XX, pueblos pequeños por todo el sur de Idaho tenían pensiones llenas hasta lo máximo con pastores vascos. Las más inmensas concentraciones de vascos eran en el Valle del Tesoro alrededor de Boise, en pueblos como Emmett y Nampa, pero los vascos también se colocaron en pueblos junto el planicie del Snake River, empezando con Ontario, Oregón, hasta más al este a Pocatello, y incluyendo los pueblos de Mountain Home, Shoshone, Gooding, Twin Falls, y Rupert. El pueblo de Hailey también tenía familias vascas que dirigieron hoteles y restaurantes vascos. La minería en el norte de Idaho, en Mullan, ha atraído unos pocos vascos pero solo duró 14 años, desde 1925 a 1939. Recientemente un molino maderero en Spokane, Washington ha colocado muchos vascos en el norte de Idaho, cerca de la ciudad de Coeur d'Alene.
En las décadas antes de la Segunda Guerra Mundial las pensiones organizaban bailes cada mes para los pastores. En el Día de los Reyes, en el seis de enero, era típicamente una celebración aun más grande que Navidad, así como en el País Vasco. Pocas vascas solteras emigraron a pueblos chicos fuera de Boise y por eso en estos lugares, los solteros vascos usualmente se casaron con mujeres que no eran vascas. La excepción vemos en las comunidades donde las generaciones siguientes de vascos crecieron muy cercanos con los demás y usualmente se casaron con vascas. Reuniones sociales disminuyeron cuando los joven vasco-americanos fueron a la Segunda Guerra Mundial pero una resurgimiento cultural comenzó durante el año 1950. Un grupo de Boise de mujeres, la Organización Independiente Sociale (sic), organizó bailes para los pastores en las pensiones y la comunidad vasca en general. También aprendieron bailes tradicionales de los recién venidos y los que conocían la dantza étnica de las provincias. Un baile típico era el aurresku, donde los hombres patean lo más alto que pueden.
Para 1970, casi todos los bailes de los hoteles y pensiones desaparecieron. Ahora la mayoría de los barrios vascos han disminuido, y las pensiones y hoteles solo para inmigrantes vascos en 2002 no existen. Muchos de los que vinieron buscando su fortuna a hacer dinero regresaron al País Vasco, y los hijos de los que se quedaron son más americanos en su comportamiento, idioma, filosofía etc. que cualquier otra cosa, aunque siguen definiéndose como vascos. Es algo que lo sienten y imaginan, es una identidad transnacional y diaspórica.
Gradualmente, muchos de los vasco-americanos de segunda y tercera generación se mudaron a Boise desde sus ranchos y granjas en busca de trabajo. De los muchos pueblos que alguna vez tenían colonias vascas considerables, hoy solamente Ontario, Gooding y Mountain Home tienen asociaciones vascas que organizan eventos sociales por lo menos anualmente.