Prosopografía de la emigración vasca. Productor suletino emigrado a la Argentina. Natural de Mauléon (Zuberoa), llegó a la Argentina cuando contaba diecinueve años de edad, en 1868. Previamente se radicó en Montevideo, trabajando en las faenas de un saladero; pero a pura pérdida, pues al poco tiempo gastó los pocos francos que trajera y los que hubo de ganar.
Se trasladó entonces a Buenos Aires, donde residía un hermano donde invirtió las diez y seis (sic) onzas de oro que pudo salvar de la crisis del Uruguay en el rubro transporte. Con sus carros llegó hasta el Tandil y Cristiano Muerto, lo que da una idea acabada de las penurias y privaciones que era necesario afrontar para el feliz éxito de la empresa. En esta tarea siguió hasta el año 1877, en que compró un campo de 3.500 hectáreas en Trenque Lauquen. El vendedor fue el Estado, que entonces se estaba desposeyendo de estas latitudes y al precio de 5 pesos la hectárea. En 1886 se dedicó a poblar su campo. Estos terrenos se encontraban ayunos de toda actividad progresista, pues dada la mala calidad de ellos nadie se aventuraba a enterrar sus capitales. En dicho año empezó a alfalfar el suyo, que tuvo su nombre y se llamó "San Francisco", único en 45 leguas del contorno.
A este campo el señor Espain acopló por compra otros dos lotes más, en un total de 8.500 hectáreas, formando así la estancia "La Unión". Este establecimiento llegó a contar con 8.500 vacunos y 10.000 lanares. También poseyó, en los alrededores de la población Trenque Lauquen, varias chacras y casas. En el año 1913, queriendo ampliar su zona de influencia, adquirió un campo en San Luis de 11.500 hectáreas, en la colonia Virginia, en el que según la opinión de muchas personas entendidas no le sería posible encontrar agua. Pero su buen sentido no le engañó. Empezó con tenacidad su obra y profundizando hasta 100 metros logró encontrar una napa de agua dulce, que causó la consiguiente sorpresa.
A su tiempo, inició a sus hijos Francisco, Juan y Pedro en las labores agro-pecuarias, colocándolos al frente de un establecimiento. Se casó con Teresa Inchauspe, hija de vascos.
Marcelino IRIANI ZALAKAIN
Investigador U.N.I.C.E.N.-I.E.H.S. Tandil-Argentina
Se trasladó entonces a Buenos Aires, donde residía un hermano donde invirtió las diez y seis (sic) onzas de oro que pudo salvar de la crisis del Uruguay en el rubro transporte. Con sus carros llegó hasta el Tandil y Cristiano Muerto, lo que da una idea acabada de las penurias y privaciones que era necesario afrontar para el feliz éxito de la empresa. En esta tarea siguió hasta el año 1877, en que compró un campo de 3.500 hectáreas en Trenque Lauquen. El vendedor fue el Estado, que entonces se estaba desposeyendo de estas latitudes y al precio de 5 pesos la hectárea. En 1886 se dedicó a poblar su campo. Estos terrenos se encontraban ayunos de toda actividad progresista, pues dada la mala calidad de ellos nadie se aventuraba a enterrar sus capitales. En dicho año empezó a alfalfar el suyo, que tuvo su nombre y se llamó "San Francisco", único en 45 leguas del contorno.
A este campo el señor Espain acopló por compra otros dos lotes más, en un total de 8.500 hectáreas, formando así la estancia "La Unión". Este establecimiento llegó a contar con 8.500 vacunos y 10.000 lanares. También poseyó, en los alrededores de la población Trenque Lauquen, varias chacras y casas. En el año 1913, queriendo ampliar su zona de influencia, adquirió un campo en San Luis de 11.500 hectáreas, en la colonia Virginia, en el que según la opinión de muchas personas entendidas no le sería posible encontrar agua. Pero su buen sentido no le engañó. Empezó con tenacidad su obra y profundizando hasta 100 metros logró encontrar una napa de agua dulce, que causó la consiguiente sorpresa.
A su tiempo, inició a sus hijos Francisco, Juan y Pedro en las labores agro-pecuarias, colocándolos al frente de un establecimiento. Se casó con Teresa Inchauspe, hija de vascos.
Marcelino IRIANI ZALAKAIN
Investigador U.N.I.C.E.N.-I.E.H.S. Tandil-Argentina
- Uriarte, José R: Los baskos en la Nación Argentina, Bs. As. Editorial La Baskonia, 1917, pág. 500.