Kontzejuak

ERICE

Urbanismo y construcciones civiles

El caserío de Erice se encuentra enclavado junto a una concurrida vía de comunicación, lo cual ha marcado de manera decisiva tanto la vida de sus habitantes como el desarrollo de su casco urbano. En la parte alta del pueblo hay una casa en estado de ruina parcial, conservando aún una puerta de medio punto. La casa parroquial, adosada a la pared del templo, es en cambio un prisma cúbico de dos alturas más tejado en pabellón, con muros enlucidos y grandes vanos rectos.

En la parte baja del pueblo hay un recio caserón dieciochesco, de planta rectangular muy desarrollada, tres alturas más desván, y tejado a dos aguas. Se abre con arco de medio punto, flanqueado de ventanitas. En las dos plantas centrales hay tres ventanas rectas dotadas de antepechos labrados, y en alto hay un único tragaluz, bajo el caballete del tejado. Uno de sus laterales presenta una airosa balconada de madera, cubierta con su propio tejadillo. Siguen dos casas que se alinean formando una callecita. Presentan plantas longitudinales, con dos y tres alturas respectivamente, y tejados a dos aguas. Los muros han perdido su enlucido original, y llevan vanos rectos, aunque los accesos son mediante arco de medio punto, que en uno de los casos luce además un escudo barroco. Cerca hay un lavadero público muy remozado. Junto a la carretera se levanta alguna casa que repite características arquitectónicas ya reseñadas.

Parroquia vieja de San Andrés

Esta iglesia medieval, de origen aparentemente románico, actualmente sin culto y en estado ruinoso, se encuentra en alto, restando tan sólo los muros perimetrales y un pórtico sobre tres arcos de medio punto, que cobijan una puerta en mal estado de conservación.

Parroquia nueva de San Andrés

A principios del siglo XX se levantó un nuevo templo, siguiendo planos del arquitecto pamplonés Florencio Ansoleaga, que se inspiró en otros templos medievales de la Navarra rural, aunque no un manejo de material radicalmente diverso. La planta es de cruz latina, y presenta una única nave, dividida en dos tramos iguales, más un transepto marcado en planta y una cabecera poligonal de cinco paños. El acceso se sitúa a los pies del templo, cobijado por un pórtico que prolonga en la práctica la nave en un tramo más, y la cabecera lleva adosada por el lado del Evangelio una sacristía de buen tamaño, con planta acodada en "L".

Los muros se levantaron en piedra y ladrillo, jugando con el cromatismo de los materiales, y al interior van enlucidos. Dos ventanas dan iluminación al interior, la primera de ellas situada en la cabecera por el lado de la Epístola, rematada por un arco de medio punto, y un óculo de ladrillo practicado en el muro de los pies. En este mismo ámbito se levanta un coro de obra.

La nave se cubre con bóveda de crucería, que afecta a los dos tramos, al crucero y a los brazos del transepto, así como una bóveda de paños que cubre la cabecera. Los tramos se articulan mediante arcos fajones de medio punto, que apean en ménsulas y transmiten los empujes a los muros de carga. El tramo previo que ejerce de pórtico lleva un cielo raso, al igual que la sacristía.

Al exterior apreciamos una torre que se levanta sobre el muro de los pies, con dos huecos de medio punto en ladrillo y una espadaña del mismo material a modo de remate. El pórtico al que ya hemos hecho alusión, alineado con los muros de la nave, se abre mediante arco de medio punto en ladrillo, y cobija la puerta del templo propiamente dicha, que consta de arco de medio punto muy sencillo.

En el interior del templo, tanto en la cabecera como en los dos brazos del transepto encontramos retablos modernos, ejecutados al mismo tiempo que la fábrica moderna, en estilo neogótico, con escultura también moderna y sin mucho interés artístico. En el brazo septentrional del transepto hay además una pila sacramental medieval. Presenta plinto cuadrado, corto fuste cilíndrico, que a mitad de su altura porta, a modo de capitel, dos escenas de lucha medieval y una representación del Martirio de San Andrés, y una copa muy desarrollada, semiesférica y decorada con gallones. En la sacristía se custodian dos Crucificados barrocos algo toscos, así como varias piezas de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)