Abesbatzak

Ederki

Masa coral vallisoletana formada exclusivamente por estudiantes, en su mayoría vascos, que realizan sus estudios universitarios en dicha ciudad. Se puede observar de este modo que el coro tiene unas características muy definidas, como son: la juventud de sus componentes, ya que al ser estudiantes en su totalidad sus edades oscilan entre 18 y 26 años; su naturaleza de coro vasco, ya que la mayoría de sus componentes son del País Vasco, contando, además, con miembros de Santander, Burgos y Valladolid; su naturaleza de coro aficionado, pues es totalmente independiente y carece de todo tipo de subvención, ayuda o protección más o menos oficial, funcionando única y exclusivamente a base del esfuerzo, afición e interés de cada uno de sus miembros, a cuyo cargo están todos los aspectos de organización y administración interna, así como los de carácter musical. Otra característica importante es la constante renovación de sus miembros, ya que está condicionada al tiempo que duran los estudios, lo que motiva tanto el abandono por parte de los que los acaban, como la entrada de nuevos miembros que los inician.

El repertorio de canciones del coro está basado únicamente en folklore y polifonía vasca, con un total de ochenta canciones aproximadamente, que se incrementa cada año; está formado por obras de Guridi, Donostia, Madina, Olaizola, Mocoroa, Olazaran, Zapirain, Remacha, Zubizarreta, Sorozábal, Mitxelena, Etxaun, Dulucq, Bello Portu, Uruñuela, Sabadie, etc. El historial del coro se remonta al año 1920, en que empezó a funcionar como coro de Santa Águeda, pues la finalidad por aquel entonces era cantar en la habitual ronda de ese día. Esta ronda fue prácticamente su única actividad durante mucho tiempo, durante el cual atravesó diferentes crisis, mezcladas con momentos de gran auge. En una de esas crisis fue cuando el mondragonés Arturo Goikoetxea, llevado por su afición musical, reunió en 1968 a un grupo de estudiantes, con los que hizo resurgir al coro, haciéndolo funcionar como una agrupación coral polifónica universitaria de carácter estable, pero totalmente independiente. El coro permaneció bajo su dirección hasta 1970, en que, al finalizar Arturo Goikoetxea sus estudios, se hizo cargo del coro Albar de Eguileor, de Basauri, que por los mismo motivos dejó la dirección en 1972 en manos del ondarrabitarra Javier María Busto (hasta 1976).

Las actuaciones del coro se han ceñido siempre a conciertos ofrecidos en las Facultades y Colegios Mayores de Valladolid, en su mayoría, y de otras ciudades como Madrid, Guadalajara, Ávila y Salamanca, hasta que en 1974 participó en el VI Certamen de Canción Vasca para Masas Corales de Tolosa, a la vez que ofreció un concierto en la parroquia de Fuenterrabía, siendo la primera vez que participaba en un concurso, así como la primera vez que daba un concierto fuera del ámbito universitario, como sucedió en Fuenterrabía. Animados por la experiencia, el coro se inscribió en el VII Certamen de Canción Vasca para Masas Corales de Tolosa, en noviembre de 1975, obteniendo la medalla de bronce.