Pintoreak

Díaz de Corcuera, Juan Luis

Pintor, dibujante de comics y diseñador gráfico, nace en Vitoria en 1964.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco en la especialidad de pintura, en sus inicios profesionales se da a conocer como dibujante de comics. Trabaja para diferentes y muy diversas publicaciones. Colabora a lo largo de su carrera, entre otras empresas, en Copyright, Octopus, Vitoria-Gasteiz, los felices 85, Alavez, y más adelante en Víbora, TMO, la revista Madrid o en el Diario Vasco, haciéndose muy prolija y extensa la enumeración de todos los proyectos que firma. Asimismo le atrae la plasticidad propia del lenguaje cinematográfico y las tareas de estampación gráfica: serigrafía, grabado y aerografía. Seleccionado en 1989 en la exposición itinerante Ertibil, de Bizkaia, al año siguiente recibe una mención honorífica en la última Bienal de Pintura y Escultura que organiza el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Durante los noventa acumula varios galardones en el Certamen de Pintura Osakidetza. Todavía sin acabar los estudios universitarios, participa, en 1990, en la colectiva "Nuevas Viñetas", muestra exhibida en el desaparecido Museo de Arte Contemporáneo de Madrid (MEAC), con posterior peregrinaje por diferentes ciudades europeas. También asiste a "Getxoarte-90". En las ediciones de 1992 y 1994 resulta seleccionado para el prestigioso Certamen L'Oreal, exponiendo en Madrid.

En 1992 participa en el VII Taller de Pintura de Vitoria-Gasteiz. Exhibe aquellos trabajos en la Sala Olaguíbel, espacio ubicado en los soportales de la neoclásica Plaza Nueva (o Plaza España). En este mismo recinto realizará en 1995 su primera exposición individual, repitiendo la experiencia en 1996 en la galería madrileña Eladio Fernández. En septiembre de 1997 expone en la Sala Luis de Ajuria, con Iñaki Larrimbe. Cuelga una treintena de pequeñas piezas abstractas, de carácter narrativo, combinando pintura, escultura e imágenes tratadas por ordenador. En octubre de aquel año es uno de los artistas seleccionados en la muestra de arte vitoriano que inaugura el nuevo Centro Cultural Montehermoso. Ya más recientes son sus exposiciones individuales en Vitoria-Gasteiz; en el Espacio Zuloa, en marzo de 2001, y en la Sala Dato, en noviembre de 2003.

Las labores ampliamente desarrolladas por Díaz de Corcuera en la disciplina del comic durante años, así como sus variadas inquietudes personales, terminan por proyectarse y condensarse en la obra pictórica. Los cuadros son reflejo y amalgama de diferentes esquemas formales en los que plantea romper cualquier tipo de lectura unívoca. Aunque su actividad plástica es esencialmente pictórica, combina sobre la superficie de las telas recursos estilísticos derivados directamente del comic, el dibujo, el grabado, la fotografía o el diseño por ordenador, mezclando así bajo un mismo soporte técnicas y procedimientos diversos.

Juega en sus composiciones con colores planos muy vivos. Trabaja con superficies cromáticas que articula en estructuras geométricas y en las que superpone a menudo collages, imágenes y fotografías manipuladas. Sintetiza así algunos elementos de la realidad circundante y que él convierte en símbolos-tipo de la civilización moderna. Agrega, a veces, a los cuadros escuetos textos, palabras y frases de carácter explicativo, con el propósito de transmitir o dar pistas al espectador sobre el significado de la historia que quiere narrar.

En consonancia con este talante discursivo, por lo general, recurre a cuadros de pequeño formato, recurso que le permite contar diferentes historias sin violentar por ello la unidad de concepto. Cada pieza se ordena en relación con las demás, a la par que tiene en cuenta el propio espacio expositivo. Esta actitud facilita el diseño de montajes específicos, manteniéndose respetuoso con una idea de conjunto.

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