A ti que te besó la luna y luego fuiste
una mujer azul. A ti, profundo manantial
que te desbordas cuando tocan mis manos
la espuma de tu pecho, ¿cómo decirte amor,
con qué palabras construiré mi canto
si mi voz deshace en la niebla del tiempo,
si mi alma parece una campana enferma?
A ti que te besó temprano esa luna mortal
donde te escondes; a ti te escribo cada tarde
estos versos de amor contra todo tu olvido.
Jardín de arena. Valdepeñas, Asociación Amigos de Juan Alcaide, 1999.
CAM