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DEUSTO

La parroquia de San Pedro de Deustua fue erigida en el siglo XIV. Fueron sus primeros diviseros Ochoa, de Echebarri, y Urraca, de Zorroza. El 17 de mayo de 1450, los herederos de éstos, Martín Sánchez, de Larraondo, y otros, hicieron donación de sus derechos al cabildo de beneficiados de la iglesia por lo que el patronazgo pasó de ser laical a ser eclesiástico. Ello no obsta para que sepamos que las décimas de esta parroquia hablan sido disfrutadas indebidamente, durante más de cuarenta años, por Juan Sánchez de Asúa, párroco de San Pedro. El pleito no acabó con esta donación más o menos espontánea; un año después los derechos sobre la iglesia eran nuevamente disputados, a pesar de ser confirmada la cesión en 1451. Unos años más tarde Juan Alonso de Mújica y Butrón se llevó parte de los diezmos basándose en que la parroquial de Deusto era aneja de la de Sondica. Cuatro sentencias firmes a favor del cabildo deustoarra no bastaron para alejar las pretensiones de los Butrón que siguieron percibiendo dicha parte. En 1523 el clero recurrió al Consejo Real y a censuras y excomuniones alegando la parroquial que la iglesia era de patronato real y de los feligreses de la misma. Butrón escamoteó la escritura de 1450 y después de años de pleiteo, de fallo en contra por parte del Consejo Real y vistas y revistas, se vio obligado a entregar el documento por la sentencia condenatoria librada por el juez mayor de Vizcaya el 23 de febrero de 1540. "A estos chanchullos y otros parecidos -comenta Labayru- obedecía la resistencia secular de los bizcainos a impedir la entrada del prelado propio en su territorio, aunque en el Fuero Viejo se palió la cosa." Naturalmente, al decir "bizcainos" Labayru se refiere a los jauntxos rurales, protagonistas de la historia medieval vasca pródiga en luchas de bandos y parcialidades. No faltó en Deusto la casa-torre banderiza como atestiguan las ruinas de las de Basabe (antiguamente Madariaga) y Leuzarra. A comienzos del siglo XVII, en las elecciones generales del personal del regimiento general del señorío de Vizcaya, Deusto votaba por la parcialidad oñacina. En el año 1603 se comenzó a construir en Deusto y en Zorroza una escuadra de diez navíos, quedando las obras bajo el mando y dirección del general bilbaíno D. Martín de Bertendona, por orden del rey Felipe III, quien escribió a la villa de Bilbao encomendando que se ayudara en lo posible al citado general en la obra. El 17 de abril del año 1624, la Junta General del Señorío de Vizcaya, ante el peligro de un ataque de navíos holandeses, decidió fortificar las costas y puertos de Vizcaya y nombrar capitanes en las villas y anteiglesias del señorío. Fue nombrado capitán de Deusto, así como de Begoña, D. Domingo Martínez de Isasi, señor de la casa de Leguizamón. Estos nombramientos de capitanes dieron lugar a un pleito entre las villas y el Señorío y el rey Felipe IV revocó en noviembre del citado año los nombramientos. Entre las medidas que el señorío de Vizcaya acordó para defenderse contra un probable ataque de naves francesas, está la decidida en 20 de abril del año 1639 consistente en la designación de a qué puertos y partes de la costa debían acudir si caso de alarma las gentes armadas de las localidades del interior del señorío. Correspondió a los hombres de Deusto, junto a los de otras villas de la cuenca del Nervión, acudir en defensa de Portugalete. El rey Felipe IV formuló al Señorío de Vizcaya, en el año 1637, una petición de tropas con destino a la guerra que a la sazón mantenían Francia y España. El Señorío respondió procediendo a la formación de un tercio propio de mil hombres, para lo que se efectuó un repartimiento entre todas las localidades vizcaínas, correspondiéndole a Deusto aportar seis soldados. [Labayru, "H. G. S. B." t. V, pp. 260 y 281]. Sus habitantes participaron activamente en la matxinada de 1718 provocada por el traslado de las aduanas a los puertos de mar y fronteras interestatales decretado por Felipe V. El 5 de setiembre de 1718 grupos de deustoarras y gentes de las vecinas localidades invadieron Bilbao y arrasaron las casas de los cargohabitantes de Bilbao y el Señorío, matando al diputado general Arana y saqueando y prendiendo fuego a varias casas, entre ellas la del marqués de Vargas, Castaño. El 11 de noviembre el país fue ocupado militarmente. El general Loya llegó a Bilbao con una tropa de 3.000 hombres. [Labayru, "H. G. S. B." t. VI, Cap. X]. El 7 de enero Loya promulgó una R. O. por la que se declaraba la libertad de comercio nuevamente y el 18 se condenó a muerte a 16 inculpados por los sucesos de setiembre, siendo agarrotados en la cárcel de Bilbao. En diciembre de 1739 tuvo lugar un robo en la iglesia de San Pedro de Deusto. Los ladrones robaron una valiosa cruz de plata y cinco lámparas. Las alhajas se hallaron en Durango, pero se encontraron muy deterioradas, debiendo ser repasadas las lámparas y fundida la cruz de plata. Para perpetrar este hurto los ladrones habían entrado en la iglesia rompiendo la reja y ventana de la capilla de Santa Catalina. La ante-iglesia de Deusto tenía en el año 1740 nueve gabarras de ciento cincuenta quintales de cabida cada una, según se desprende de una inspección de todas las embarcaciones que existían en los puertos del Señorío de Vizcaya en el citado año. El 17 de marzo de 1752 el obispo de Calahorra prohibió que se hicieran reuniones municipales en el pórtico de la iglesia o cementerio de Deusto, debido a los grandes alborotos que se organizaban en estas reuniones, sin guardar el respeto debido al lugar sagrado. El rey Fernando VI solicitó del Señorío de Vizcaya un contingente de marinería y una lista de todos los hombres de mar que había en Vizcaya, lo que fue sancionado por la Junta General del Señorío en reunión celebrada el 16 de julio de 1754 acordando un servicio de ciento setenta marineros y la petición a los puertos y repúblicas próximas de una relación de la gente de mar existente. Deusto y otras localidades cercanas al litoral protestaron, arguyendo que sus vecinos se dedicaban a la agricultura y que carecían de gente de mar. La Junta contestó solicitando la relación tanto a las localidades de la costa como a las lindantes dentro de los cuatro dios siguientes a la finalización de las juntas. Deusto proporcionó seis marineros y un grumete en abril del año 1757 para un contingente de marinería con que el Señorío sirvió a la Armada Real, con destino al Ferrol. Trece hombres huyeron de filas de los doscientos que el Señorío de Vizcaya había enviado a la Armada Real en el año 1758. Dos de ellos eran naturales de Deusto. En el año 1758 el visitador de la diócesis mandó observar silencio absoluto en la iglesia parroquial de San Pedro de Deusto bajo pena de excomunión "latae sententiae" a fin de evitar los fuertes altercados que las mujeres promovían dentro de la iglesia con motivo de los asientos de las sepulturas. Asimismo prohibió que se fumara en los pórticos. En el escrutinio celebrado en las Juntas Generales de Guernica del mes de julio de 1760, hecho con el fin de formar el registro de gente de mar que había en los puertos del Señorío y en las localidades limítrofes, esta población resultó tener 11 marineros y artilleros, y 11 grumetes. A comienzos de 1767 fue botado en Guarnizo el nuevo barco San Juan Nepomuceno. En su tripulación había 1 marinero y 2 grumetes de esta localidad. En 1768 desapareció en esta localidad el uso de disparar mosquetes en las fiestas. Para sustituirles se adoptaron los chupines y cohetes. En 1781 se hizo el nuevo cementerio de San Pedro de Deusto. La obra se contrató en 10.000 reales. En 1784, D. Francisco de Landa, vecino de Bilbao, fue multado con 750 reales por haber esquilmado los árboles de la campa y otros terrenos de propiedad de la parroquia de San Pedro de Deusto. [Labayru: "H.G.S.B. ", T. VI, pp. 223, 227, 291, 306, 324, 327, 338, 376, 400, 488].El 27 de noviembre de 1822, la Diputación de Vizcaya, viendo que Begoña, Abando y Deusto quedaban protegidas por las fortificaciones de Bilbao y sin las exacciones y daños de otras ante-iglesias, nombró una comisión que se encargase de estudiar lo que podían contribuir tales ante-iglesias a los gastos de Bilbao. [Labayru: "H.G.S.B." t. VIII, p.97].