Udalak

CIRIZA

Urbanismo y construcciones civiles

El lugar es uno más de los que se alinea dando la espalda a la Peña de Etxauri, controlando al mismo tiempo un antiguo camino y las fértiles tierras de labor. La iglesia se sitúa en el centro de una amplia plaza, en la que se ubica también el frontón, y en torno al cual se disponen las casas, un tanto dispersas y formando una suerte de media luna. Adosada a los pies del templo se encuentra la antigua casa parroquial, que es un bloque rectangular de tres alturas más tejado a dos aguas. Los muros conservan restos de enlucido blanco, y se abre mediante un arco de medio punto de cortas dovelas. El resto de los vanos son rectos, dos pequeñas ventanas en planta baja, dos ventanas y balcón central en la planta noble y tres ventanucos en el ático. Frente a la iglesia hay una casita con fachada de elegante sillar, que presenta dos alturas y tejado a doble vertiente cuyo caballete se dispone en perpendicular a la fachada y al sentido de la calle. Un arco de medio punto con nueve dovelas bien desarrolladas se abre en planta baja, y encima dos ventanas rectas de aspecto moderno. Al otro lado del templo hay una construcción de obra, que alberga en su planta baja un lavadero con pila de piedra y cemento, y encima un piso con una sociedad deportiva, cultural y recreativa. Se adosa una fuente de piedra con pila de tres caños rematada en frontón, con decoración esculpida de carácter popular, hoy muy perdida, y "aska" para abrevar.

En el extremo opuesto de esta gran plaza se agrupan varias casas, entre las que distinguimos un inmueble dieciochesco de imponente aspecto, con planta rectangular, tres alturas y tejado a cuatro vertientes sobre elegante alero de ladrillo. En la actualidad los muros no presentan enlucido, concesión indudable a la moda, mostrando una mampostería menuda con cadenas de sillar en esquinas, enmarques y en el paño inmediato al acceso. Los huecos son rectos, a excepción del arco de acceso, que es de medio punto, con la rosca moldurada e inscripción en la clave que reza: AVE MA/ RYA PUR/ YSIMA/ SE HYZO/ AÑO/ 1735. Frente A ella hay otra casa de desarrollo horizontal, con dos alturas y tejado a dos vertientes con limas. Conserva los muros enlucidos, con las consabidas excepciones, y los vanos son rectos salvo el acceso, de medio punto. Una placa nos anuncia: EN ESTA CASA NACIO/ EL DÍA 29 DE SEPTIEMBRE DE 1886/ EL RDO. HNO. SIXTO MIGUEL LACUNZA/ EL AYUNTAMIENTO DE CIRIZA/ EN SESIÓN DEL DIA 15 DE FEBRERO DE 1944/ ACORDO NOMBRARLO HIJO PREDILECTO/ Y COLOCAR ESTA LAPIDA/ EN SU HONOR.

Junto a la carretera se levanta en antiguo palacio de cabo de armería del lugar, que tiene una disposición en "L", pero que parece haber sido edificado en un único impulso. Los muros, sin enlucir, van en mampostería muy menuda, con las sabidas cadenas de sillar en enmarques y esquinas. Es un bloque de desarrollo horizontal y alargado eje, que se quiebra en ángulo recto para racionalizar espacios y crear un semipatio, y tiene dos alturas más tejado a doble vertiente. El hastial de la fachada se abre mediante un portalón apuntado propio del gótico, que presenta la característica exasperación en la longitud de las dovelas que es propia de fines del XV o principios del XVI. En la clave muestra el escudo que el Libro de Armería da para el palacio del lugar. El resto de los vanos de este frente son rectos y posteriores, pero en otros dos frentes nos encontramos con sendas ventanas geminadas, una de ellas de muy tosca factura, con arquillos conopiales separados por pilar central. Hay así mismo una puerta alta, rematada con arco de medio punto, que con el actual nivel del suelo queda un tanto descontextualizada.

Otras casas de Ciriza responden a patrones más o menos descritos ya. Tal vez merezca la pena citar de manera individualizada un caserón muy reformado, con fachada en "L", que se abre mediante un portalón de medio punto con grandes dovelas y rosca moldurada, que parece responder a patrones del siglo XVI avanzado. Se alinea en alto con una ventana recta con antepecho moldurado y con un escudo de pequeño tamaño. Hacia la salida del pueblo se localizan casas más modernas y con diseños variopintos, como la que abre el casco urbano, que se emplaza ya junto a la carretera y que recibe el nombre de "Etxalde".

Ermitas

Pérez Ollo cita cuatro, Nuestra Señora de la Blanca, San Ginés de Elío, San Martín y Nuestra Señora de la O. Las tres primeras no existen ya, y sólo puede encontrarse la de la Virgen de la O. Se encuentra en lo alto del puerto de Etxauri, y consta de una sencilla planta rectangular terminada en testero recto. Los muros aparecen enlucidos, con un acceso recto en el lado de la Epístola. Se cubre con un tejadillo a dos aguas sobre estructura de madera, que al interior se traduce en un techo plano con bovedillas y viguería de madera. La imagen titular se encuentra en la parroquia.

Parroquia de San Miguel Arcángel

Se trata de un templo de origen medieval, gótico del siglo XIII, aunque ha sufrido diversas remodelaciones e intervenciones en los siglos siguientes, sobre todo en el XVI. Su planta es de una única nave, con cuatro tramos de los que los tres primeros son de igual longitud, más un cuarto que forma parte de la cabecera, más profundo, y el ábside propiamente dicho, que es de planta poligonal de tres lados. En el tercer tramo se abren, como hemos visto tantas veces, dos capillitas poco profundas que hacen las veces de embrionario transepto, mientras que la sacristía se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola. Tiene un tamaño proporcionalmente grande y planta en "L". El acceso se practica en el lado de la Epístola, a la altura del segundo tramo, y va protegido por un pórtico de piedra. Por el lado del Evangelio, además, apreciamos los volúmenes de las escaleras de acceso al coro y a la torre.

Los muros son de sillería bien trabajada, que al interior evoluciona a sillarejo menudo, y se perforan con arcos de medio punto para acceso a las capillas laterales y a la sacristía, todos ellos moldurados. Hay además una serie de vanos para dar iluminación al interior, en concreto dos ojos de buey moldurados, del siglo XVI, y dos ventanas sencillas en el lado de la Epístola. El coro se emplaza a los pies de la nave, y es una obra barroca realizada en ladrillo, con arco de embocadura rebajado.

La nave se cubre con diferentes tipos de bóvedas. El tramo de los pies conserva su bóveda original de medio cañón, pues soporta encima el peso de la torre. Se separa del resto de la iglesia por un grueso arco fajón. Las capillas tienen el mismo tipo de cubierta, aunque en este caso son más modernas, del tiempo en el que la iglesia fue remozada. El resto de la nave recibe tres tramos de bóveda de terceletes, propia del siglo XVI, así como la zona absidial, que recibe también bóveda de crucería. Los nervios apean sus cargas en el muro perimetral, mediante ménsulas decoradas con bolas. El bajo coro lleva también bóveda de crucería con tracería estrellada, mientras que en la sacristía se dispuso un tramo de bóveda de arista, flanqueada de dos tramos de medio cañón.

Como ya hemos dicho, la torre se alza sobre el tramo de los pies. Se trata de un volumen prismático, perforado por los huecos para las campanas y rematado con tejado en pabellón. Una cornisa recorre el exterior del templo a la altura del alero, y lleva decoración de bolas propia del primer cuarto del XVI. En cuanto al pórtico, se trata de una obra barroca, con dos arcos de medio punto que apean sobre pilar central cuadrangular, y un hueco más hacia el lado de los pies. La portada propiamente dicha es en cambio gótica, contemporánea de la primera fábrica. Es muy sencilla, carente de decoración, y consta de arco apuntado doblado sobre pies derechos.

El retablo mayor es una obra tardorromanista, de la primera mitad del siglo XVII. Su traza es ochavada, para adaptarse al polígono de la cabecera, y consta de banco, dos cuerpos de tres calles y dos entrecalles, organización que afecta también al ático, por encima. Se articula mediante columnas corintias con fustes decorados, frontones alternativamente triangulares y curvos, así como aletones muy decorados. La escultura va en relieve en el banco y en las calles laterales, reservando el bulto para la calle central, las entrecalles y el ático. En cuanto a la iconografía, en el banco encontramos algunas escenas de la Pasión, como la Última cena, Oración en el Huerto, Cristo a la Columna y Lavatorio de los Pies. En el primer piso Prendimiento, San Juan Bautista en bulto, relieve del Prendimiento y Camino del Calvario, y bulto de San Esteban. El espacio central va ocupado por el sagrario. En el segundo piso se representa a San Martín partiendo la capa con el mendigo, en relieve, bulto de San Fermín, imagen central de San Miguel Arcángel en bulto, titular del templo, otro santo obispo y relieve del Martirio de San Sebastián. En el ático, el Calvario central va flanqueado en las calles laterales por las tallas de David y Moisés.

En el muro del Evangelio encontramos un Crucificado romanista, obra de Domingo de Lussa, obra de calidad que representa a Jesús ya muerto, con la cabeza ladeada hacia su derecha, cabello largo colgante y barba partida. Conforme al estilo del autor y a la escuela a la que pertenece, la anatomía es potente y naturalista. Cerca encontramos sendas tallas de María y San Juan, también romanistas. También encontramos una pila bautismal del siglo XVI, con pedestal cuadrangular, basa, fuste cilíndrico y taza igualmente cilíndrica. Todavía en este lado se pueden apreciar tallas de San Antonio de Padua, San José con el Niño, de factura moderna, así como una Virgen con el Niño gótica del XIV, algo rehecha en época posterior.

En el lado de la Epístola encontramos dos tallas barrocas de San Francisco Javier y Santa Bárbara. En la sacristía, por otro lado, se encuentra la imagen original procedente de la ermita de Nuestra Señora de la O, compuesta en realidad por tres personajes, puesto que a la tradicional presencia de la Virgen y Jesús se añade la de San Juan Bautista niño. Es un grupo escultórico renacentista, repintado a posteriori, que presenta a los tres personajes juntos, con lo que la talla se hizo en un sólo bloque. La composición es movida, con un juego de miradas que se cruzan sin encontrarse, acompañado de movimientos de cabeza y ademanes. Los plegados son también movidos, resaltando y jerarquizando la composición del grupo en favor del vínculo entre Jesús y María. Hay también, por otro lado, algunas piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)