Lurraldeak

Bizkaia. Deportes

Para comenzar a hablar sobre el Deporte Rural en Bizkaia debemos hacer obligada referencia a cuestiones geográficas. Como en tantos otros aspectos, la divisoria de aguas, nuestras cadenas montañosas, son claves igualmente en el mundo del deporte rural. Mientras que en la vertiente atlántica el deporte rural vasco se ha practicado desde el asentamiento de la población en caseríos, en la vertiente mediterránea éstos no han existido con las características de la zona húmeda, o su presencia ha sido testimonial y obedece más a mimetismo posterior que a surgimiento por generación espontánea. Efectivamente, los diferentes tipos de deporte rural tienen su principal origen en lo que es la esencia del euskaldun: la casa aislada, el hogar, el baserri, "etxea". La casa aislada, el Baserri, he ahí la clave y razón de ser de todos nuestros deportes rurales. ¿Qué son estos últimos al fin y al cabo más que tareas cotidianas del caserío llevadas a la competición?

En Bizkaia, al igual que en el resto de provincias vascas de la vertiente de aguas atlánticas la tendencia general en cuanto a la ocupación del espacio ha sido la de las casas aisladas y separadas, que poco tiene que ver con el agrupamiento de viviendas en pueblos tan propio de la zona meridional. La irregular orografía de Bizkaia, así como otras variables como la sucesión, ha contribuido notablemente a la referida dispersión. El Caserío era una unidad de explotación autosuficiente, no existía la especialización y por tanto el vizcaíno, se veía obligado para su subsistencia a trabajar diversas tareas, desde cortar la leña que necesitaría para protegerse del invierno y cocinar, hasta segar los campos para alimentar su ganado; desde cargar importantes fardos de heno, hasta arrastrar pesadas cargas con la única compañía de sus bueyes, cuando no en solitario. Este es el origen del aizkolari, del segalari, del harrijasotzaile, de las idi-probak, de las gizon-probak. Cómo acaban derivando en deporte es tan sencillo como lógico; cada Baserri trataba de demostrar ser el más rápido y el mejor, trataba de dejar lo más alto posible el nombre de su Caserío, y en consecuencia de su familia, no en vano la familia toma por nombre el de su casa. Enseguida surgía el desafío entre dos baserris, entre dos familias.

Tampoco podemos olvidar el carácter del euskaldun, verdadero amigo de la apuesta y de la competición. Estos desafíos se convertían para los espectadores en escenario ideal para apostar y relacionarse con sus convecinos, relaciones que dada la orografía y la falta de vías de comunicación, era realmente escasa el resto del año, con lo que esos desafíos se convertían en decorado propicio, cuando no único, para tratar de mejorar fortuna, o simplemente para relacionarse, intercambiar género... En definitiva, la expectación en torno a esos desafíos estaba garantizada de antemano, y buena prueba de tal expectación la tenemos en la crónica de algunos de los eventos realizadas por los bertsolaris de la época, bien por la tradición oral tan propia de nuestro pueblo, bien por algún que otro bertso-papera.

Ciñéndonos al ámbito geográfico de Bizkaia, cabe decir que no existen en principio diferencias sustanciales con el resto de las provincias en cuanto a las especialidades practicadas. No obstante, sí puede observarse en nuestro territorio algún matiz propio susceptible de ser comentado. En efecto, destaca la gran afición que despiertan en Bizkaia las pruebas de arrastre, tanto en su modalidad de bueyes y caballos, como las gizon-probak; al gran número de proba-lekus existentes a lo largo de toda su geografía, debemos unir el importante número de personas federadas en torno a este tipo de especialidades. De igual modo, existen otras modalidades como la soka-tira o la harrijasoketa en la que coinciden afición y buenas marcas. Lo/as laukiztarras "Gaztedi" y nuestro supercampeón Jose Mari Gisasola "Zelai" son, respectivamente, buenos ejemplos de nuestro buen hacer en las referidas especialidades. Lógicamente el proceso de urbanización, así como la fuerte emigración que ha sufrido Bizkaia durante todo este siglo ha sido una auténtica mina en la línea de flotación de nuestros deportes autóctonos. A todo ello debemos unir la invasión y buena acogida, no exenta del favor de los medios de comunicación, de una inmensa cantidad de deportes foráneos, con el omnipresente fútbol a la cabeza, y el irreparable daño que los adelantos tecnológicos e inventos como la sierra mecánica, o la segadora han supuesto para especialidades como la Aizkora, Trontza, Sega... Además, deportes que han sido practicados aquí desde mucho tiempo atrás, y que en consecuencia entendíamos como deportes rurales, léase los korrikalaris, palankaris, saltaris... han sido especialidades totalmente absorbidas por el Atletismo. Pero lo cierto es que pese a todos estos avatares, en el umbral del siglo XXI, los deportes rurales gozan en nuestra provincia de afición y practicantes, no en vano son más de 500 las licencias federativas existentes en la actualidad, y raro, muy raro el pueblo de Bizkaia donde no tiene cabida alguna exhibición de deporte rural durante sus fiestas patronales.

La soka-tira no puede ser considerada en sentido estricto como una especialidad surgida en nuestro país. Son numerosos los testimonios que hacen referencia a esta modalidad incluso en la antigua Grecia, por lo tanto parece evidente que no se trata de un deporte "propio", pero lo cierto es que dada su profusión, y la expectación que levanta en Euskal Herria no resulta chauvinista el tratarlo como un deporte rural, autóctono, y así, la propia Federación Vasca de Juegos y Deportes Vascos lo contempla como tal. En cuanto al origen del deporte parece, no podía ser de otra manera, que no se trata más que de una derivación de una tarea laboral. El ayudar a atracar los barcos, el atoaje de los mismos, e incluso la laboriosa tarea de llevar a lugar propicio la ballena cazada... son tareas que parece pueden estar detrás de lo que con posterioridad se ha convertido en el deporte de la soka-tira.

Bizkaia es cantera importante en el mundo de la Soka-tira, destacando el alto número de federados en esta especialidad, siendo varios los clubes existentes en nuestra provincia. En la actualidad destacan los siguientes: Gaztedi (Laukiz), Goiherri (Erandio), Torrekolanda (Berango), Haitzazpe (Urduliz), Abadiño, Iparralde (Berango), Getxo... También es de destacar el hecho de que es precisamente la Soka-tira una de las pocas especialidades rurales donde la mujer tiene idéntico protagonismo que el hombre, alcanzando en su categoría éxitos internacionales. Con respecto a los resultados en los campeonatos de Euskadi de nuestros equipos debemos decir que en los últimos años los Laukiztarras de Gaztedi son nuestros mejores representantes, destacando numerosos primeros puestos en frontón, si bien en tierra los azpeitiarras de Nuarbe siguen siendo, hoy por hoy, los auténticos especialistas. En chicas, el dominio de Gaztedi en los últimos años viene siendo prácticamente total, tanto en tierra como en goma, destacando igualmente el buen hacer de las de Torrekolanda y Goiherri.

Pero los éxitos de nuestros equipos vizcaínos no se limitan a los campeonatos de Euskadi, sino que trascienden nuestras fronteras, logrando igualmente excelentes tiradas en las competiciones internacionales. Largamente comentado fue un suceso ocurrido en un Open mundial celebrado en Holanda en 1990. Una selección japonesa, en la categoría de 560 kg., dominaba con una inusitada facilidad, vencía a todos sus rivales en unas asombrosas tiradas que únicamente duraban segundos. Era algo ciertamente espectacular, no visto hasta la fecha, íntimamente unido a una excelente concentración y técnica de los nipones. Le llegó el turno a los erandiotarras de Goiherri, los cuales en un alarde de fuerza aguantaron el tirón inicial de los japoneses logrando vencerlos. Además de este épico triunfo de los de Erandio, hemos destacado de entre las grandes citas europeas y mundiales de la Soka-tira de los últimos años los siguientes resultados:

Campeonatos de Europa

  1. 1991. Suiza (Tierra) Hombres (560 Kg.) 1º Gaztedi
  2. 1993. Inglaterra (Tierra)
    1. Hombres (560 Kg.) 2º Gaztedi
    2. Mujeres (520 Kg.) 2ºGaztedi
  3. 1995. Fadura (Tierra)
    1. Hombres (560 Kg.) 3º Gaztedi,(640 Kg.) 1º Gaztedi
    2. Mujeres (520 Kg.) 3º Gaztedi, (560 Kg.) 3º Goiherri.

Campeonatos del mundo

  1. 1991. Fadura (Goma)
    1. Hombres (560 Kg.) 1º Gaztedi, 3º Goiherri; (600 Kg.) 1º Gaztedi; (640 Kg.) 3º Gaztedi
    2. Mujeres (480 kg.) 1º Goiherri, (520 Kg.) 2º Goiherri
  2. 1992. Irlanda (Tierra)
    1. Hombres (560 Kg.) 1º Gaztedi
    2. Mujeres (520 Kg.) 3º Gaztedi
  3. 1993. Gales (Goma) Hombres (480 Kg.) 1º Gaztedi; (600 Kg.) 3º Gaztedi
  4. 1994. Suecia (Tierra)
    1. Hombres (560 Kg.) 1º Gaztedi; (640 Kg.) 1º Gaztedi
    2. Mujeres (520 Kg.) 3º Gaztedi
  5. 1995. Vitoria-Gasteiz (Goma)
    1. Hombres (560 Kg.) 2º Gaztedi; (600 Kg.) 1º Torrekolanda; (640 Kg.) 1º Gaztedi
    2. Mujeres (480 Kg.) 1º Gaztedi, 2º Torrekolanda, 3º Haitzazpe (520 Kg.) 1º Torrekolanda, 2º Haitzazpe
  6. 1996. Holanda (Tierra)
    1. Hombres (560 Kg.) 3º Gaztedi
    2. Mujeres (520 Kg.) 1º Gaztedi

Como puede observarse los clubes vizcaínos, y sobre todo Gaztedi, son una auténtica potencia mundial en el mundo de la Soka-tira. En éste último mundial celebrado en la ciudad holandesa de Slagharen fueron precisamente nuestros representantes vizcaínos de Gaztedi los que mayores ovaciones cosecharon, al protagonizar una histórica e impresionante tirada en la semifinal de 560 Kg. por clubes, de 55 minutos y 17 segundos, con los irlandeses de Boley, todo un récord difícilmente repetible. Conviene destacar que además de las dos medallas referidas en el palmarés, lo cierto es que dos bronces conseguidos en la competición por naciones se deben también a los equipos de Gaztedi, que fueron en realidad quienes tiraron, por lo que son cuatro las medallas que nuestro club consiguió en este mundial sobre tierra.

Una vez más, tan solo podemos dar especulaciones sobre el origen de este deporte, y es que la costumbre del vasco a dar prioridad absoluta a la cultura oral, olvidando por completo la escrita, nos produce en ocasiones una gran indefensión al tratar de desentrañar el origen de muchas de nuestras más queridas tradiciones. Parece ser que detrás de esta especialidad está la profesión del "cantero", tan típica de nuestro pueblo en años pasados. La evolución del deporte ha sido importante en los últimos años, consiguiendose cada vez levantar mayores moles. En este sentido decir que en 1973 la mayor mole levantada era la de 225 Kg. que Endañeta llevó al hombro en Tolosa, y de esta fecha hasta nuestros días los récords han ido batiendose uno tras otro, principalmente por el navarro de Leitza, Iñaki Perurena.

La evolución es impresionante, y uno llega a preguntarse dónde puede estar el tope. Haciendo un somero repaso a la historia de los harrijasotzailes vizcaínos, encontramos buenos especialistas, principalmente en la zona de Markina y alrededores. Muchos de los nombres que a continuación aportamos proceden de allí, o al menos de comarcas próximas, así los harrijasotzailes de principio de siglo Domingo Unamuno, de Aulestia, y Juan Egaña, de Berriz. Posteriormente destacaron "Beñe", Juan Manuel Goikoetxea, Arkotxa, "Etxezarreta", José Garate, Juan Beitia, Eleuterio Malaxetxebarria... Una nueva generación, ya en los años 60 y 70 sería la representada por Solorzano "Aretxa II", erandiotarra que fue campeón de Bizkaia durante muchos años consecutivos y que logró vencer en repetidas ocasiones a los grandes especialistas guipuzcoanos. También destacan José Yurrebaso, de Dima, Felipe Urquiri, de Markina, Enrique Astobieta, los hermanos Campo "Ogikiñe", Txertudi, Zuazua, y el longevo, y no menos popular, "Txikito de Mallabia". Hoy también Mallabia es testigo afortunado de un grandísimo campeón, puesto que aquí nace en 1958 José Antonio Guisasola Guisasola, más conocido por "Zelai". El es el auténtico especialista de las piedras "pequeñas", y además de dominar con autoridad en los campeonatos que toma parte, viene pulverizando todos los récords que, en la mayor parte de las ocasiones, él había marcado previamente. Nos encontramos ante uno de esos deportistas que pasará con todos los honores a la historia, un auténtico prodigio en que se combina en dosis perfectas fuerza, técnica y habilidad. Sin ser por ello el mejor, ciertamente popular es el récord con la piedra cilíndrica moderna de 100 Kg., piedra que alzó en 360 ocasiones, en tan solo tres tandas de 10 minutos. Este récord se encuentra en el Libro Guinnes. Además de este récord, conviene destacar que en el intervalo comprendido entre 1989 y 1996 ha establecido otros 21 récords, con todo tipo de forma de piedra, destacando entre ellos:

  1. 100 alzadas en 10 minutos y 41 segundos con la cilíndrica de 100 Kg., el 21 de agosto de 1992 en Bilbao.
  2. 34 alzadas a la bola de 100 Kg. en tanda de 3 minutos, el 8 de octubre de 1994 en Fadura.
  3. 27 alzadas a la cúbica de 138 Kg. en tanda de 5 minutos el 21 de abril de 1996 en Bilbao.
  4. 53 alzadas a la cúbica y a la rectangular, ambas de 150 Kg., en 2 tandas de 5 minutos, el 26 de mayo de 1996 en Dima.

Si bien resulta evidente que en el panorama vizcaíno destaca sobre manera la figura de "Zelai", resultaría injusto olvidar otros harrijasotzailes especialistas en piedras pequeñas como Jesús María Pato, "Pato 1º" y "Pato 2º", Bernar Ureta "Urpe", José Miguel Martínez, Ricardo Rodríguez, Gorka Zendagortagalarza "Sarri", Francisco Javier Valenciano, Fernando Zahino, Gonzalo Rodríguez, Carlos Pueio, Fernando Artaza, etc. En las piedras grandes destacan el mencionado Jesús María Pato "Pato 1º" y Aitor Amilibia.

Probablemente sea esta especialidad una de las que mejor y más asentadas se encuentra en nuestra provincia. El orgullo del baserritarra de poseer el mejor ganado, es lo que da origen a la práctica de este deporte. Entorno a él tiene gran importancia la apuesta, la cual si bien es algo intrínseco a toda especialidad de deporte rural, cobra más importancia, si cabe, en estas pruebas de arrastre. Esta especialidad ha sufrido una importante evolución; años atrás eran típicos los desafíos de tratar de mover imponentes moles como la piedra de Munguia de 4.500 Kg., y en consecuencia los bueyes que se utilizaban eran de peso libre, siendo precisamente estas las pruebas preferidas. En la actualidad, por el contrario, las pruebas más abundantes son las de peso comparado, en concreto las de 1.100 Kg., y las míticas piedras quedan arrinconadas en los probaderos, sin que pareja alguna de bueyes sea capaz de moverlas. Evidentemente los tiempos evolucionan, y hoy por hoy, lo que prima es tratar de hacer más "clavos", aunque el peso sea menor, antes que las antiguas pruebas en las que únicamente se hacía uno o dos largos, con unas moles enormes, y, por qué no decirlo, con un gran castigo a los animales, afortunadamente hoy superado.

Bizkaia cuenta con un enorme número de probalekus repartidos generosamente por toda la provincia, aunque cierto es que algunos de ellos presentan más movimiento que otros. Así podríamos destacar entre otros los de Jatabe-Maruri, Laukiz, Berriz, Abadiño, o los de Bakio y Getxo, que si bien son más modernos que los anteriores, su construcción se ha debido precisamente a la expectación que en los referidos pueblos generaban estas pruebas. Como hemos apuntado previamente, las pruebas más típicas son las de peso comparado, en las que el número de pruebas que se celebran en Bizkaia es numerosísimo, y no tiene parangón con el resto de provincias. En este sentido decir que, computando únicamente las pruebas puntuables, rondan la veintena por temporada; si a esto sumamos trofeos particulares, exhibiciones de fiestas patronales, etc, llegamos a la feliz conclusión de que la especialidad goza de una muy buena salud. Justo es decir que pese a que existen más pruebas en Bizkaia que en ningún otro sitio, existen probalaris y akuilaris gipuzkoanos de gran calidad, produciéndose hermosas competiciones entre ambas provincias.

El hecho de que hoy en día exista afición por estas pruebas, se debe en parte, además de la larga tradición de éstas, a los buenos y abundantes campeonísimos probalaris y akuilaris que ha dado nuestra provincia. Entre los primeros destaca sobre manera Benigno Azpitarte "Antzua" de Berriz, con un palmarés impresionante que abarca desde la década de los 30, hasta los 70, y entre los segundos Antonio Totoricaguena "Markinako leoia", Felipe Urrutia "Idurre", "Iketza", etc. En la actualidad el relevo de estos grandes txapeldunes, lo han cogido Jose Bilbao de "Artadialde", José María Marzana de "Arientxa", el mungitarra Iñaki Lopategi, Simón Soraluze de Berriatua, Nicolás Pedernales de Bermeo, todos ellos finalistas habituales, y campeones en muchas ocasiones, del gran premio Super Prestigio del Gobierno Vasco, Campeonato al que únicamente llegan los tres mejores de toda Euskadi tras una larga criba producida a lo largo de 17 pruebas (BBK, antiguo Alfa).

En lo referente a pruebas de peso libre, la participación es mucho menor; no obstante debemos mencionar el buen hacer del erandiotarra Antonio Olabarrieta, Jose Elortegi de Barrika, Lañes Aurrekoetxea deriotarra o Juan Luis Bilbao de Leioa. Por último conviene destacar el auge que presentan en la actualidad las pruebas de Zaldi Probak. Se trata de pruebas de arrastre exactamente iguales a la de los bueyes, pero en las que, a diferencia de la pareja de bueyes, aquí quien tira es únicamente un caballo. La práctica totalidad de las pruebas se realizan en territorio vizcaíno, si bien, y al igual que en las idi-probak, existen probalaris gipuzkoanos de indudable calidad. En nuestra provincia merecen, entre otros, especial mención, la Sociedad Urtiñe de Berango y los Hermanos Olea de Urduliz.

Esta especialidad se encuentra en la actualidad totalmente dominada por nuestros deportistas vizcaínos. Lo cierto es que el arrastre de piedra por hombre, también conocido como la "gerri tira" siempre ha gozado de especial devoción por el público vizcaíno, pero justo es reconocer que años atrás existían muy buenos tiradores gipuzkoanos, como el polifacético "Polipaso", que ofrecían animados desafíos. Estas pruebas surgen por el deseo de emular la propia fuerza del animal, de ahí que quienes destaquen sean a menudo hombres relacionados con las idi-probak. En Bizkaia, años atrás, han brillado con luz propia en esta especialidad Antonio Totoricaguena "Markinako leioa", Felipe Urrutia "Idurre", Gabikagoxeaskoa, Arriola, "Txopitxe", Yurrebaso, Bikandi, Onaindia, Unamunzaga... Igualmente mención especial merecen Arrieta "Jaio", así como Aranguiz; no en vano ambos han sido campeones de Euskadi. En la actualidad nuestra provincia mantiene con fuerza la afición por este deporte, siendo nutrida tanto la participación, como la afición que se reúne para ver las pruebas. El aulestiarra Jon Olea "Sakoneta" domina con meridiana claridad los últimos campeonatos de Euskadi, siendo ya nueve los títulos de Euskadi que posee. Otros especialistas vizcaínos de la "gizon-proba" que también realizan en la actualidad buenas marcas son Mikel Alzola, Miguel Silbosa, Carmelo Ibarlucea, Jesús Gabika y Eloi Salterain.

Tal y como su propia denominación revela, nos encontramos ante un deporte surgido en territorio vizcaíno, tomando en este caso como criterio delimitador de Bizkaia, el lingüístico, ya que lo cierto es que las primeras referencias del mismo nos vienen de Eibar. Sin embargo, hoy su práctica está bastante generalizada. No se conoce muy bien el origen de este deporte, aunque no faltan voces que lo atribuyen a un hecho tan cotidiano cual era el de portar los bidones de leche del establo al baserri. En este sentido conviene destacar que en Iparralde aún hoy en día suele practicarse una especialidad similar al de las txingas con las propias lecheras. En la actualidad, en Hegoalde las txingas han quedado regrras, sea de 28 metros de longitud. Grandes campeones vizcaínos han sido José Luis Goirigolzarri, de Urduliz -siendo curioso el hecho de que en muchas ocasiones tenía por rivales directos a los también urduliztarras José Mari Goirigolzarri y a José Mari Madariaga Goirigolzarri, siendo todos ellos primos entre sí- y sobre todo "Sancho" de Mendata, todo un especialista con las pesas. En los años noventa, son los siguientes vizcaínos quienes destacan: Marcelino Egurrola, José Agustín Muniozguren, Fernando Zarrabe, Eloi Salterain, José Andrés Arrate, José Antonio Onaindía, Jon Olea.

El ganado ha sido en nuestro pueblo, y sigue siendo en parte, sinónimo de riqueza. El propio término euskeriko que mejor define la idea de riqueza es aberatsa, que viene de la palabra aberea, esto es ganado. Para cuidar como es debido a su "riqueza", nuestros baserritarras debían pasar muchas horas de su larga jornada laboral cortando hierba para poder así alimentar correctamente a todo el ganado estabulado, vacuno y caballar, que esperaba su alimento. Lógicamente todo esto ha ido cambiando, los avances tecnológicos han hecho que las guadañas manuales hayan ido sustituyéndose paulatinamente por segadoras mecánicas. No obstante, la complicada e irregular orografía vizcaína impide, en parte, una utilización normal de la guadaña mecánica o segadora, por lo que el uso de la guadaña manual ha seguido utilizándose en parte, o al menos conservándose, en muchos de nuestros baserris. En Bizkaia destacó con luz propia años atrás Kerman Egiluz, de Zeanuri, y gracias a él se mantuvo el interés en nuestro territorio de esta especialidad. Tras sus años de dominio el relevo ha sido tomado por Pabi Astandoa, Beobide, Gondra, Goioaga y sobre todo por Jon Lapazaran, de Etxebarri. Ciertamente esta especialidad deportiva tan espectacular no goza de muy buena salud, y por desgracia tan sólo se practica con regularidad en Gipuzkoa y Bizkaia. El número de deportistas es bajo, lo cual no es buen síntoma, si bien los vizcaínos debemos estar orgullosos de mantener viva la antorcha de esta hermosa modalidad.

No es Bizkaia un lugar en el que destaquen los aizkolaris, la razón de la falta de buenos deportistas en esta especialidad no resulta tan sencilla. Quizás el hecho de que no existiera tanta haya en nuestra provincia puede ser uno de los motivos, pero probablemente la explicación no sea tan rebuscada, y obedezca más a que los gustos de los vizcaínos han tendido a practicar otro tipo de deportes autóctonos. Sin embargo, en Gipuzkoa y Navarra la afición por la aizkora es enorme. Quizás el aizkolari vizcaíno que más renombre y popularidad haya alcanzado sea Pedro Goikoetxea "Txato de Zeanuri", quien ganó en 1963, en un histórico desafío celebrado en San Sebastián, al entonces famosísimo aizkolari gipuzkoano "Polipaso". A finales de los 70 y principios de los 80 quien destaca, logrando inquietar a los especialistas guipuzcoanos, es Juan Bikandi. Hoy, el deporte de la aizkora, está bien asentado en Bizkaia, pese a que lógicamente los títulos relevantes aún estén lejos de nuestros deportistas. Atutxa y Azumendi lograron en su día el título de campeones de Euskadi en la segunda categoría, en 1996, tras años de sequía, Julen Mendieta consigue alcanzar la categoría reina, gozando de serias posibilidades de lograrlo igualmente Iñaki Beitia.

Esta especialidad entró tardíamente en el País Vasco, y todo apunta a que fue la zona húmeda de Navarra quien primero conoció esta modalidad de corte de troncos. Bizkaia, no obstante, a dado grandes parejas de trontzalaris, destacando entre todos ellos la formada por Julián y Amando Larrea, padre e hijo, que obstentan un palmarés envidiable, consistente en once campeonatos de Bizkaia y tres de Euskadi. Parece que el dominio de esta pareja durante los años ochenta y noventa, a dado paso a savia nueva, siendo la pareja que, tras aquella racha triunfal de los Larrea, se impone en Bizkaia la formada por Arkaitz Arana y Pedro Angel Beobide. Otras parejas con muy buenas marcas son Erleaga y Onaindia, Astondoa-Ureta, Julen Arrate-J. Andrés Arrate, Pablo e Igor Astondoa, Ignazio Goioaga-Etxeberria, etc.

Lokotx o sokor apostu. De entre todas las modalidades de deporte rural probablemente sea la de las lokotxas la que mejor refleja el espíritu del deporte rural, dado que aquí se ve con total claridad cómo el Vasco ha sabido convertir en juego su trabajo diario, el recoger en una cesta las mazorcas de maíz, llevado a la competición. Carlos Manuel Cid y Eugenio Córdova son nuestros mejores especialistas, habiendo logrado éste último la txapela de Campeón de Euskadi.

Modalidades típicas de Iparralde. Saku altxari: probablemente sea la modalidad más espectacular de todos los deportes rurales. La estética del deportista colgado literalmente de la cuerda, para tratar de levantar el fardo de heno a más de 7 metros cautiva a todo aquel que tiene la suerte de presenciarlo. Especialidad surgida en Iparralde, tiene en Bizkaia buenos especialistas, como Agustín Muniozguren, de Munitibar, que cuenta con un récord difícilmente superable de 21 alzadas, utilizando una cuerda de 7 metros y 8 centímetros, en tan solo dos minutos. Orga jokua: en esta especialidad de levantamiento de carreta a destacado sobre manera Santiago Urrutia "Idurre", quien no ha tenido rival, ni siquiera en Iparralde hasta su retirada en 1995. Tras él, el relevo lo ha cogido el también vizcaíno José Andrés Arrate.

IAE