Udalak

BEDIA

Distribuido en varios barrios, la mayoría de ellos de carácter rural, Asteitza, Murtatza y sobre todo Elexalde con los dispositivos administrativos del municipio, serían sus núcleos más populosos y modernos, sobre todo este último como centro administrativo de la localidad. El resto de caseríos dispersos repiten el urbanismo común en la zona.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista fue construida en 1749 y se puede encuadrar en un estilo barroco algo más esbelto y ornamental que lo que se acostumbra en buena parte del territorio vizcaíno. Se encuentra en el barrio de Elexalde.

Tres ermitas sobreviven en Bedia dispersas en sus barrios: San Lorenzo en Murtatza , Santo Tomás en Eroso-Ugarte y San Martín en Ereño. Existió una cuarta en Elexalde, San Juan Bautista, primer templo de culto anterior a la parroquia, desaparecida tras necesidades de espacio.

La arquitectura militar solo tiene un ejemplar en la casa-torre de Tosubando, actualmente más vinculada a las construcciones de tipo popular por encontrarse inserta dentro de la estructura de un caserío. Conserva su estructura de bloque compacto, ligeramente rectangular, con gran potencia de muros en mampostería con sillarejo en recercos y ángulos. Guarda aún vestigios tardomedievales como alguna saetera y su ingreso y una balconada son en arco de medio punto, ya del siglo XVI. Solo aparece al exterior uno de sus muros ya que el resto de su perímetro está dentro del caserío citado antes. Encontramos también el palacio Bediakolea en Ibarra construido en la primera mitad del siglo XVIII y el palacio Asteitza, en este barrio, sin grandes pretensiones.

En Elexalde se encuentra la Casa Consistorial, construcción de los años cuarenta del siglo XX, propiciada por el Servicio de Regiones Devastadas tras la Guerra de 1936-1939.

La situación de Bedia entre dos zonas de Bizkaia con clara personalidad como son el Duranguesado y el Valle de Arratia ha generado dos tipologías locales de casa popular que combina las características del caserío de ambas comarcas. Básicamente, por una parte estaría un tipo de planta alargada y cubierta a dos aguas, deudor del típico caserío durangués, y por otra, una casa cuadrada con tejado a cuatro vertientes, que toma de la zona arratiana su distribución, dedicando la parte baja al ganado situando el acceso sobre patín en el piso alto. Lamentablemente, aunque enmarcado en una zona de amplia tradición en cuanto a la arquitectura popular de calidad, Bedia ha perdido casi la totalidad de sus caseríos de interés con el paso del tiempo y el progreso y únicamente quedan ejemplares de poca distinción constructiva. Solamente destacaremos el caserío Artabane en Eroso-Ugarte de mediados del siglo XVI.

De arquitectura pre-industrial destacaremos el molino de Astietxe, edificio rectangular en mampostería que dedica parte de su extensión a vivienda. Conserva su estructura funcional con una gran presa y arco de medio punto para la estolda. También existen restos del molino de Lekue. Asociadas a estas construcciones, las presas son indispensables y en Bedia la de Bediakolea, de sillería, recta con contrafuertes, data de la primera mitad del siglo XVIII, y la de Usánsolo, también en sillería, aunque esta vez en arco. Estuvo asociada a una antigua ferrería. Se conservan también los caleros de Eroso y Gorosibai.

Bibliografía

  • Arregi Azpeitia, G.: Ermitas de Bizkaia. Vol. II, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1987, 524 pp.
  • Barrio Loza, J. A.(dir.): Bizkaia: Arqueología, urbanismo y arquitectura histórica. Vol. I. Duranguesado y Arratia-Nervión, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1989.
  • Ibarra y Berge, J.: Catalogo de Monumentos de Vizcaya, Bilbao, Junta de Cultura Vasca, 1958, 2 v.
  • Sanz Iraeta, F. J.: Monografías de pueblos de Bizkaia. Lemoa y Bedia. Estudio Histórico-Artístico, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1996, 211 pp.
  • VV.AA.: Presas de Bizkaia, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1990, 115 pp.

  • Manu CASTAÑO GARCÍA