Filósofo, escritor y docente bayonés nacido en Cherburgo el 12 de noviembre de 1915 y fallecido en París, 25 de marzo de 1980.
Su padre, oficial de marina, falleció en 1916 en el Mar del Norte. Pasó su infancia en Baiona (Lapurdi), ciudad donde residían sus abuelos, y allí recibió su educación primaria y secundaria. En 1924 se instaló en París donde realizó estudios clásicos en la Sorbona, acabados en 1939, y donde fundó el Groupe de Théâtre Antique de París.
En la década de 1930 descubrió que poseía una lesión en el pulmón izquierdo que degeneró en tuberculosis, enfermedad que le afligió el resto de su vida. Fue profesor en la capital francesa, en Biarritz y, luego en Rumania y Egipto. Entre 1952 y 1959 trabajó en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS). Catedrático de Semiología del Colegio de Francia, ejerció una gran influencia en la "inteligencia" francesa. En 1962 pasa a ser director de estudios de la École practique des hautes études.
Escritor de puraestirpe, muy sutil, fue un crítico que se volcó sobre el signo lingüístico de las creaciones literarias. Se dió a conocer en panorama político con sus colaboraciones en la revista de izquierdas Combat, y en el mundo de la cultura en 1953 con Le degré zero de 1, escriture y con Michelet par lui même, un año después. Le siguieron Mithologies (1957), en el que desentraña los mitos de la vida moderna y Sur Racine (1963). Su Essais critiques provocó en 1965 una gran polémica en la que destacó Raymond Picard. Un año después se defiende en Critique et verité, pieza clave de su "nueva critica". También analiza la moda actual a través de la prensa en Système de la mode (1967). Sus últimos libros profundizan aún más en el signo: Eléments de sémiologie, L'empire des signes (1970), Sade, Fourier, Loyola (1971), Le plaisir du texte (1972), Variations sur l'écriture (1973). Utilizó el marxismo, el psicoanálisis, el estructuralismo y la semiología literaria, para analizar la obra literaria pasando a ser uno de los pensadores más originales de la generación que sucedió a la de Jean Paul Sartre y Albert Camus.
Fallece en París en marzo de 1980 a consecuencia de las secuelas de un accidente de tráfico. Ese año aparece su La cámara lúcida. Descansa en Urt (Lapurdi) donde había comprado una propiedad en 1961.
Fue, además, un excelente pianista por afición y dueño de una bella voz.