Arzobispo de Lima, canónigo de Coria y Magistral de Málaga nacido en Ezcaray, Rioja, en 1701. Llega a su diócesis el 26 de junio de 1751. Era un hombre dinámico y por eso tuvo sus encuentros con el Cabildo, con la Universidad y con el Virrey, Manso de Velasco. Redujo la abundancia de monasterios de monjas, concentrados en uno solo las que eran de la misma Regla por razones de observancia y por razones económicas. Lo mismo hizo con los conventos de religiosos y las parroquias recogiendo y causando disgustos. Su informe sobre la Universidad es más acertado, aunque poco pudo por guarecerse los universitarios en su famoso fuero de inmunidad. Habla Barroeta, y parece cierto, de que se pagaba sueldos a catedráticos que no asistían a clase, por no haber alumnos de tales cátedras; que la tesorería universitaria no rendía cuentas y era un secreto su administración, en gran parte por la acumulación de cátedras en pocas manos, y a veces de regulares. De esta manera sus correligionarios salían muy favorecidos. Con el Virrey Manso de Velasco, Conde de Superunda, era un ataque y defensa de cosas pequeñas propias del tiempo borbónico que el Arzobispo quería dominar y que la autoridad se defendía. Los dos litigantes eran riojanos y no cedían. Tuvo un pleito sobre la música ejecutada en las iglesias de Lima, consistente en arias, sonatas, minuetos y otras canciones; también la emprendió con las damas, obligándolas a llevar brazos cubiertos hasta la muñeca y faldas hasta los tobillos. La música y las damas fue lo último; se acudió al Consejo de Indias, que encarpetó las acusaciones, pero Carlos III creyó más conveniente trasladarlo al Arzobispado de Granada (España). En septiembre de 1758 se embarcaba el batallador Barroeta para su nueva diócesis, quedando en Lima el recuerdo de su celo e intrepidez entre los poderes, sombreado por excentricidades.
Teófilo de ARBEIZA.
Teófilo de ARBEIZA.