Eleberria

Azpiroz Nazabal, José

Escritor en euskera nacido en Berastegi (Gipuzkoa).

Primeramente publicó un libro de memorias (Arbol zarraren kimuak, Etor, colección Auspoa, 1988), en el que narraba los avatares de sus antepasados, remontándose doscientos años, para luego ofrecer recuerdos de las diferentes etapas de su vida. Después, en 1989, publicó otro en el que narraba sus andanzas en la guerra civil de 1936-1939, titulado Gogoz kontrako pausoak; que también fue editado en la colección Auspoa. Se puede ver a un Azpiroz condenado a participar en batallas a lo largo de media España, pero que lo que más desea es que acabe cuanto antes la contienda. Al poco tiempo de que los requetés navarros tomaran su pueblo de Berastegi, y ante la inminente llamada a filas, por su edad, decidió integrarse voluntario en las milicias falangistas, dado que su familia había estado enfrentada siempre a los carlistas, mayoritarios en Berastegi. El libro es muy detallado y asombra por la capacidad memorística del autor.

Su último libro, asimismo de la colección Auspoa, pero editado ya por la casa Sendoa, apareció en 1997. Titulado Alkarrentzat jaioak, era una novela. Contaba la historia de dos jóvenes que, tras conocerse en la escuela, un día se enamoran y, tras muchos contratiempos, logran casarse.

Según dijo el director de la colección de la colección, Antonio Zavala, en la presentación de la obra en Berastegi (recogida en el tomo Auspoaren auspoa III, Sendoa, 1999), "en el libro, tras los acontecimientos que se narran, aparecen numerosos caseríos. Esos caseríos, según me dijo el autor, los plasmó en Amasa, pero realmente son de Berastegi, no tengáis duda".

Aur-Denbora

Lenago esan dizuet nola, oso umea nintzala, eraman ninduten Goienetxe'ra aitaren bizkarrean. Ain txikia izango nintzan, ez daukat ezertxo ere gogoan. Lenen gauzak, oroitzen naizenak -zein aurrena ta zein atzena-, ez dakit, baina nere ustez diran bezela esango dizkizuet.

Osaba Braulioren-da eztaiak bakarrik oroitzen naiz. Jatetxe batean arroz-pilloa, piper morroak gorri-gorri gaiñean zituala, nola eman ziguten; da nik jan nai ez.

Jakiña, lenengo aldiz ikusiko nuan jaki ura. Garai artan, gure etxeetan, arroza esnearekin eginda bakarra izaten zan, da ura festetan. Beste egunen batean izatea arritzekoa zan.

Ta nik ez jan nai ta izeba Martinak erritan eman zidan.

Gero, izeba Mari Josepa nolakoa zan, da goxoak nola ematen zizkidan, da ilda oiaren gaiñean nola egon zan. Au 1918'an illa da, gripe urtean, Martxoan esaten zutenez, nik ogei ta zortzi illabete nituala.

La Infancia

"Antes os he contado cómo, cuando era niño, me llevaron a Goienetxe en las espaldas del padre. Era tan pequeño que no lo recuerdo. Os diré cuáles son las primeras cosas de las que me acuerdo, aunque no sé cuáles son las primeras y cuáles las posteriores, pero os lo contaré tal como yo creo que son.

Me acuerdo de las bodas del tío Braulio. Cómo nos dieron en un restaurante un montón de arroz con pimientos morrones completamente rojos encima; y yo no quería comer.

Ya se sabe, sería la primera vez que veía aquel alimento. En aquella época, en nuestros hogares, solamente se comía el arroz con la leche, y eso en días de fiesta. Era extraño verlo en algún otro día.

Yo no quería comerlo y la tía Martina me regañó.

Luego, me acuerdo de cómo era la tía Mari Josepa, y cómo nos daba golosinas, y cómo estuvo muerta encima de la cama. Murió en 1918, en el año de la gripe, y en marzo según decían, y yo tenía veintiocho meses".

(Arbol zarraren kimuak, Edit. Etor, 1988)