Literatoak

Estornés Lasa, Mariano

Escritor navarro nacido en Isaba (Valle de Roncal) el 19 de noviembre de 1909. Fallece en Donostia el 16 de agosto de 1997.

Cuando contaba con 13 años marchó, junto con su hermano Bernardo, a Zaragoza, ciudad en cuyo colegio Santo Tomás de Aquino efectuó el bachillerato y en cuya Universidad estudió Filosofía y Letras. Junto con su hermano y el resto de la familia llegada en 1924 participa también, más adelante, en el movimiento vasquista que cunde en la colonia vasco-navarra, en especial entre los estudiantes. Con mayor inquietud literaria que su inseparable hermano mayor, devora la literatura que cae en sus manos, incluida la escrita en francés e incluso autores nada bien mirados entre los católicos de la época (Pío Baroja, A. France).

Cercano a los mendigoizales, ingresa en las filas del Partido Nacionalista Vasco en los años finales de la Dictadura de Primo de Rivera, junto a sus hermanos Bernardo y José a los que acompaña a Donostia-San Sebastián. En su pueblo natal constituyó una célula de este partido con dos maestras. Esta célula, en estrecho contacto con Bernardo y el Napar Buru Batza, organizó, el 2 de octubre de 1932, el primer mitin nacionalista conocido en el valle, con la participación de Manuel de Irujo, Mercedes Kareaga, José Antonio de Aguirre y Ariztimuño "Aitzol".

En 1933 participa en la aventura editorial (Zabalkundea, Beñat Idaztiak) de su hermano Bernardo.

Los acontecimientos de julio de 1936 los va a vivir en Gipuzkoa, algunos muy de cerca. Varios de estos episodios los reescribió en 1965 en forma de un Diario del que sólo conocemos unos fragmentos y los títulares de los capítulos, que transcurren, desde la noche del 18 de julio en su casa de Legazpi 5, hasta la caída de Gipuzkoa y su paso al exilio.

Es de especial interés el relato que hace de la reunión de "la plana mayor del nacionalismo en Guipúzcoa" la noche del 18 de julio de 1936, noche en la que el Partido Nacionalista Vasco adopta su polémica decisión respecto a la guerra que se inicia. Son nueve horas dramáticas transcurridas en San Sebastián en la Academia Estornés, a pocos metros del Gobierno Civil de Gipuzkoa (calle Oquendo, actual Hacienda):

"Serían las 11 de la noche de aquel 18 de julio. Yo había llegado a Isaba el día 11, sin quedarme al Tributo de las Tres Vacas del día 13. Mis primas se extrañaban que no me quedara pues sabían que era de los que no faltaban a esa cita en Ernaz. Pero yo tenía no sé qué presentimiento, confirmado al llegar a Pamplona en la Roncalesa. En los urinarios públicos de la estación de autobuses las pinturas cubrían las paredes. Predominando los "Muera la República!". La Falange y el Carlismo estaban allí sin temer a represalias. Esto me alarmó. No comprendía que se insultara al Régimén que había surgido triunfante de unas elecciones libres. Alarmado, pues, tomé la Roncalesa y me presenté en casa, Legazpi, 5-1º, San Sebastián.

Como decía, ese día 18, hacia las once de la noche, después de cenar, llamaron a la puerta. Abrimos, sin más. Nuestra sorpresa fue grande al ver la calidad de los que buscaban un "asilo para pasar la noche". Alli estaban la plana mayor del nacionalismo en Guipuzcoa: Manuel de lrujo, José María Lasarte, Telesforo de Monzón, Ander Arcelus, Justo Antoñanzas, que los traía, de S(olidaridad)O(breros) Vascos, vivía en la misma casa, como Pelayo Azcona, presidente de Soli. También en los pisos altos vivía la familia Múgica Herzog con chicos de poca edad.

Nuestra exclamación fue espontánea "A buen sitio venís. Nos llevarán a todos juntos". Advierto que en nuestro piso funcionaba la Academia Estornés Ikastetxea, con un letrero de siete metros en el balcón. También era la sede de Beñat Idaztiak, con publicaciones muy conocidas como el Mapa de Euskadi -Vasconia, Historia del País Basko de mi hermano Bernardo y la colección Zabalkundea que iba en el tomo número 20 Castillos Medievales de Nabarra de Julio Altadill.

Los visitantes se instalaron en el comedor. La amanderia Eleuteria Lasa puso en la mesa una gran lata de galletas Olibet, una botella de Jerez y vasos. Los reunidos apenas probaron nada. Don Manuel no cesaba de hacer llamadas telefónicas. Don Telesforo, joven nervioso de porte distinguido se sentaba en el borde de la mesa. El comedor, de estilo vasco, aún se conserva. Nosotros les dejamos a sus anchas. Podían analizar tranquilamente la índole de los acontecimientos.

La reunión del comedor deliberaba principalmente la postura a adoptar por el partido, entonces no se decía PNV. La situación se agravaría rápidamente sabiendo ya lo de Navarra.

Se había acordado que cuando sonara el teléfono lo cogiera siempre uno de casa, para evitar complicaciones. Ocurrió que hubo una llamada de Madrid. Con el auricular tapado, los asistentes se ocultaron en la sala de la Academia, pues la llamada era para una madrileña que se hospedaba en el tercer piso. La señora bajó, habló con un familiar y se fue. La reunión continuó. Aquella noche no dormimos. Estábamos: Amanderia, nuestra madre Eleuteria Lasa, mis hermanos Bernardo y Alfonso y hermana pequeña Pilar. Una amiga de ella. Mi tía Martina Lasa y el que escribe.

La mañana del del 19 de julio de 1936 los reunidos salieron en grupo y se fueron a la misa de ocho de Los Capuchinos. Ya se había tomado una decisión. Irujo y Lasarte y probablemente Monzón, se dirigieron al Gobierno Civil, instalado en el chalet que existía en la calle Oquendo, donde ahora está la Hacienda. Informaron al gobernador civil, el navarro Jesús Artola, que el Partido Nacionalista estaba con la legalidad, con la República. Sin embargo, la extrema izquierda corrió el bulo de la "ambigüedad". Lo que a ellos siempre les pareció ambigüedad fue(ron) los escrúpulos de estar frente a Navarra. Este punto está aún sobre el tapete.

Recuerdo que al día siguiente (al mediodía), Radio San Sebastián, donde actuaba Molina, lanzaba a las ondas la música de Tantum Ergo. Pelayo Azcona bajó del cuarto y estuvimos de acuerdo que era la señal para la sublevación en Donostia-Guipuzcoa. Y nosotros no teníamos nada (armas).

Vuelta a Donosti donde el zafarrancho estaba en su apogeo. Mientras el nacionalismo, con los mendigoizales, se organizaba, los grupos, sin mandos superiores, asaltaban el Gran Casino, el Gobierno Militar y el María Cristina. Aunque también fue resurgiendo entre ellos la organización, sobre todo cuando pudieron disponer de armas sacadas de Loyola, golpe de mano, mientras se negociaba su total rendición.

Mis recuerdos me traen a un Donosti sucio -como una persona que no se lava. La basura, sobre todo papeles, llenaba las calles. El agua cortada desde Navarra. Colas a las fuentes del Boulevard. Cuando pasaba un avión rebelde ni se deshacían aunque tirara sus bombitas. Se le insultaba con el mejor repertorio. Se le tiroteaba con pistolas, desde la calle, balcones y tejados".

Espera primero, junto con Bernardo, en Zarautz a que amaine "la militarada". Muchos piensan que se trata de un pronunciamiento más, algo semejante, como mucho, al golpe de Primo de Rivera. El 8 de setiembre pasa Bernardo, con lo puesto y dinero para 20-30 días, en un vaporcito a San Juan de Luz. A los días de la caída de Donostia, aparecen Mariano y Alfonso Estornés. El otro hermano varón, José, protagonizaría directamente la guerra hasta 1939. Una prima bearnesa, Marie-Jeanne Jolly, lleva a los huidos a su casa de Billére, cerca de Pau. Luego tienen que itinerar, según relata en los fragmentos de su Diario:

"A San Juan de Luz (Ziburu) en Piarres Baita, donde estaba B(ernardo).

A Billére-Pau-casa de Marie-Jeanne.

A Lille Nord-Entramos en Bégica. Nos echan. Vuelta a Lille.

De Lille al Havre-Normandía-. De paso hemos visto Amiens y su catedral.

En Havre está el Normadie, el buque más grande de su tiempo. La policía nos trata mal. El comisario nos recibe con insultos.

Volvemos a Pau. Alquilamos una casita en Ch.de Loups.

Se declara la guerra Francia-Alemania de Hitler.

Me obligan a enrolarme en el Ejército Francés.

Ese mismo día me voy a Capbretón donde está PP(José). Antes he dormido en Bayona, de extranjis, en el piso donde está mi amigo montañero Sheve Peña.

De Capbretón a Burdeos. Aquí encuentro amigos, uno de los Irujos. La gente está visando para Sto. Domingo. Lo hago. Estoy en una pensión, sólo dormir, de rue Rempart.

Tengo suerte. Una mañana me encuentro con Jesús de Galíndez -gran amigo- en la plaza de Quincoces.

He dejado mi boleto para Sto. Domingo. Corro, pues será para el primero que llegue del Partido.

Bermeosolo, muy campechano, me cita en el tren del Havre. Y vamos de nuevo a este puerto.

Allí embarco en el buque francés "Flandre". En ocho días estamos en Sto. Domingo.

Primero desembarcamos en la isla de S. Thomas. Como unos huevos fritos con tocino.

Cambio los billetes argentinos por dólares ( sic).

Hemos visto la isla de Puerto Rico, de noche. Sus luces como enjambres de estrellas.

3 meses en Ciudad Trujillo. Logré cierta amistad con el Cónsul de Chile, el escritor Don Víctor Domingo Silva. Me paseo muchas veces con Guido, su hijo. Me visan para Chile.

Me voy a Haití por tierra, en autobús. Aquí tengo que visar de nuevo para Panamá.

Embarco en P. Prince, en el Ancón, buque americano.

En 3 días estamos en el Canal. Desembarco en Cristóbal. Allí está el barco chileno. Me falta papel de salida y es domingo. Un empleado negro consigue que me abran la oficina. Todo listo.

Pasamos el bello Canal de Panamá. Vamos tocando los puertos de Guayaquil, Callao.

En Lima me saco una muela (6 dólares). No paramos hasta Valparaíso. Aquí tomamos el tren de Santiago (de Chile). Dormimos en la calle Puente, en una pensión. En el Centro Vasco me dicen que han llegado B. e Iñasi. C/ Catedral 1360.

Compramos una cama. Y ya estamos aquí para 18 años. Debo descontar los meses de Caracas.

Corre el 1957. Me voy en avión a Caracas. Un Spantax averiado que hay que reparar en Antofagasta. No falta tampoco una tremenda tormenta tropical.

A media noche en Panamá. Al día siguiente, avión a Venezuela. Pasamos por Colombia. Allá abajo el río Magdalena. Aterrizamos en Maracaibo. Calor de horno. El avión se llena de gente para Caracas. Gente de pie como si se fuera en autobús. Las "aeromozas" nos sirven champagne. Los oídos me silban. Aterrizamos en Maiquetia -Caracas-. Allí están Pepe y Luz y los chicos, Leire, Itxaso y Betiri."

Bernardo había llegado a Santiago el 4 de enero de 1940; Mariano, el inseparable hermano, procedente de Santo Domingo, en febrero de ese mismo año.

Al primer trabajo accede de la mano de otros vascos, en el restaurante El Peñón de Santiago. Luego, desde 1946 en una industria de reciclaje de vidrio que será la empresa básica de la familia hasta la vuelta. Entretanto atesora una selecta Biblioteca americanista, fruto de su curiosidad por la cultura en especial latinoamericana.

En 1958, siempre con la familia Estornés-Zubizarreta, embarca de vuelta en Valparaíso rumbo a Europa.

En Donostia, es cofundador, junto con su hermano Bernardo, de la Editorial Auñamendi cuya colección se inicia con su primera novela.

Participa en la semiclandestina Academia Errante, núcleo oposicionista al Régimen de los años 60.

Es autor de novelas, bibliografía y obras generales o de asunto ajeno al País Vasco, en las que, sin embargo, se contienen aportaciones de interés para la historia del mismo ("Euskalerriaren Alde", 1931). Destacan las novelas Oro del Ezka (Zarautz, 1958, 391 pp. y 51 fotografías originales), de la que se hizo una segunda edición; Los Errotazar-Soroa-Larralde (Zarautz, 1960), y de Gentes Vascas en América (Zarautz, 1961).

En colaboración con su hermano Bernardo ha publicado Recuerdos de Erronkari, Salazar y Navascués, Recuerdo de Erronkari, Cómo son los vascos (Zarautz, 1967), La Costa Vasca (Zarautz, 1961) y Geografía del País Vasco (3 vols., San Sebastián, 1969).

A él se deben además los trabajos El Perú de los conquistadores, en "Lope de Aguirre descuartizado", Academia Errante, 1963; Viaje a los arcanos de nuestra historia: los tunturres de Ituren y Zubieta, 1er. Premio Merindades de Navarra, en los Juegos Florales de Sangüesa, de 1970.

Entre 1973-1975 publica en "El Pensamiento Navarro", 45 reportajes sobre Viajes por Navarra.

Traducciones: Autour d"un foyer bosque, de P. Lhande, Col. Auñamendi n.° 104; Atxaita y Le mariage en Haute-Soule, de Jean de Jaureguiberry; Siluettes basques, de Mayi Elissague y L'enseignement primaire dans le Pays Basque. Labourd, Bassenavarre et Soule. Todas ellas incluidas en diversos volúmenes de Col. Auñamendi.

Propietario de una biblioteca especializada, escribe para la Enciclopedia Auñamendi diversos artículos referentes a la acción de los vascos en América, biografías y temas geográficos, destacando artículos tales como América, Argentina, Bolivia, Canadá, Centroamérica, Chile, Ecuador, etc. biografías y temas diversos.