Lekaide eta lekaimeak

Arruza Urrutia, Florencio

Eclesiástico nacido el 7 de noviembre de 1886 en Mungia (Bizkaia). Falleció en Markina, el 5 de junio de 1978.

Realizó estudios de bachillerato en la universidad de Comillas (Cantabria), como aspirante al sacerdocio, hasta que con diez y siete años ingresó en la orden carmelita descalza, tomando el hábito en el convento de Larrea-Amorebieta (Bizkaia), el 21 de diciembre de 1903. Completada su carrera seminarista en Vitoria y Pamplona, fue ordenado presbítero en esta última ciudad, el 15 de agosto de 1911.

Por su gran preparación cultural, en principio fue destinado a Bruselas en 1912, a perfeccionar su francés y aprender lengua alemana, pero aquel mismo verano cambiaron los planes, teniendo que volver al País Vasco a cubrir necesidades en las casas de formación de su provincia carmelita.

Cuando en 1920 se inicia la implantación de la orden carmelita en Uruguay, es elegido para formar parte del grupo fundador del nuevo convento de Montevideo, donde llega en octubre de ese mismo año. Según él mismo describió, su actividad en Uruguay (que se extendió hasta 1925) consistió fundamentalmente en ministerio parroquial ordinario y predicación misionera por el interior del país, siendo además confesor ordinario de tres comunidades de religiosas y capellán del manicomio de la capital.

También dedicó parte de su tiempo a la atención espiritual de la colonia vasca radicada en Montevideo. De este modo, formó parte de la comisión que intentó implantar unas fiestas y celebraciones religiosas anuales para los vascos, en torno a la iglesia de Ntra. Sra. de Aranzazu, de la montevideana Villa del Cerro. Así, en septiembre de 1922 fue el encargado de pronunciar la novena y panegírico de los actos correspondientes a aquel año.

A raíz de la división de la provincia carmelita vasca de "San Joaquín de Navarra", pasó en 1925 a Porto Alegre (Brasil), regresando definitivamente a Europa dos años más tarde. Sus destinos posteriores fueron siempre en Euskal Herria (Eibar, Bilbao, Corella), hasta que en 1955 se recoge definitivamente en el convento de Marquina (Vizcaya).