Religioso vasco de la Orden franciscana, a quien se le encomendó la dirección de la primera escuela municipal de primeras letras para los niños pobres, por parte del Cabildo de Montevideo en el año 1809. Cumplió funciones de Maestro preceptor, con las condiciones expresas de enseñar a sus alumnos, aritmética, gramática, ortografía y escritura, así como también impartir la moral cristiana y las prácticas religiosas de la Iglesia Católica.
Una calle de Montevideo lleva su nombre.