Udalak

AMURRIO

Parroquia de Santa María

Amplio pórtico al sudoeste del templo, con arcos de medio punto apeados en pilastras. Construidos en dos fases: finales del siglo XVIII la parte occidental y principios del XIX la parte meridional. Portada bajo el coro, de arco apuntado con dos arquivoltas baquetonadas, trasdós e impostas sin decorar y baquetones en las jambas. En la parte meridional del templo otra portada, del siglo XIII. Tiene arco apuntado, arquivoltas baquetonadas, trasdós liso, columnas con basas de garras y capiteles con bolas con motivos concéntricos, cordelajes y zig-zag así como figurillas transportando toneles. Tejaroz con diversos canes, animalísticos y humanos, uno de ellos mostrando los genitales.

Fábrica del último cuarto del siglo XVI, reconstruida en el último cuarto del XVIII. Cabecera ochavada y nave de tres tramos. Bóvedas nervadas, de media estrella en la cabecera y de terceletes en las naves. Contrafuertes interiores en la nave, con repisas decoradas con rehundidos y veneras, sosteniendo arcos formeros. Contrafuertes exteriores en la cabecera.

Buen retablo mayor barroco, de mediados del siglo XVII. Diseñado por Juan de Bolialdea, siendo el escultor José de Palacio. Retablo triple, dorado en su parte central. Cada una de las tres partes tiene banco, tres cuerpos de tres calles y remate. Sagrario con figura del Buen Pastor al centro, de la Anunciación, la Visitación, y la Natividad en la parte izquierda y de la Circuncisión, la Huida a Egipto, y las bodas de Caná en la parte derecha. En el banco, en marcos con decoración geométrica y entre pilastras, expresivos relieves, de gusto popular, de la Epifanía y la Presentación en el templo. Primer cuerpo con columnas torsas con relieves vegetales en su parte inferior y capiteles corintios separando las calles con marcos y nichos con arcos así como entablamentos muy decorados. En la parte central de la cabecera, buena escultura de Cristo Resucitado con Maria y, a los lados, interesantes Jesús antes a los doctores y Predicación de San Juan Bautista. En la parte izquierda buena Oración del Huerto y, en los laterales, San Juan y San Pedro. En la parte derecha Bautismo de Jesús y, a los lados, San Pablo y Santiago peregrino. Sobre los apóstoles, relieves de los Evangelistas. Segundo cuerpo análogo en su arquitectura al primero. En la parte central de la cabecera esculturas de la Asunción y Coronación de la Virgen y, a los lados, de la Natividad de la Virgen y del encuentro en la Puerta dorada de San Joaquín y Santa Ana. La Presentación de Maria y Apóstoles en la parte izquierda y Desposorios de la Virgen y Apóstoles en la parte derecha. En el basamento del segundo cuerpo, relieves de la Última Cena y de las Virtudes Teologales (Fe, Esperanza y Caridad) y Cardinales (Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza). Sobre los apóstoles cuatro relieves de los Doctores de la Iglesia latina. El tercer cuerpo tiene pilastras en lugar de columnas y presenta relieves del Calvario, el encuentro con el Cireneo y el Descendimiento de la Cruz en la parte central de la cabecera. En las partes laterales de la cabecera, Beso de Judas y Flagelación de Jesús en las calles centrales y otros Apóstoles en las laterales. Remates con gran relieve de Padre Eterno y medallones con profetas. Junto al presbiterio, majestuosa talla barroca de la Virgen del Rosario, de mediados del siglo XVIII.

Retablo lateral izquierdo de la Purísima, neoclásico. Dos columnas jaspeadas y corintias con flameros en los ángulos. Talla barroca de San Francisco de Asís y, de principios del siglo XX de la Inmaculada, obra de Francisco Font. En otro retablo talla de la Dolorosa, asimismo de principios del siglo XX, obra de Valentín de Larrea.

Muy buenas pinturas murales del Vía crucis, realizadas en 1933 por Juan de Aranoa.

Baptisterio en la capilla de la Virgen de Guadalupe. Tallas artesanales de madera. Retablo neovasco, de principios del siglo XX, con pinturas de santos de Vasconia, obra de Juan de Aranoa y de la Virgen de Guadalupe, del siglo XVIII. Gran lienzo barroco del paso del mar Rojo.

Sacristía rectangular. Bóveda de arista apeada en ménsulas. Buena orfebrería destacando Cruz del siglo XVII y Custodia del XVIII.

Coro del último cuarto del siglo XVIII. Tres arcos rebajados sobre columnas. Arco de subida sobre repisas con placas. Buena balaustrada de madera.

Torre del último cuarto del siglo XVIII con adicciones del XX. Cuerpos cuadrados rematados en cornisas con placas pendientes, del siglo XVIII. Otro cuerpo con balaustrada y el remate son del siglo XX.

Parroquia de San José Obrero

Consagrada en 1971. Pintura de la Virgen con el Niño, de mediados del siglo XX, obra de Enrique Suárez Alba. Interesante imagen de la Dolorosa, del siglo XVII.

Ermita de San Miguel (Véase ETXEGOIEN)

Ermita de San Antón de Armuru

Fábrica de principios del siglo XIX. Cabecera de tres lados con bóveda de aristas formando triángulos. Nave cuasi troncopiramidal, de tres tramos cubiertos por bóvedas de lunetos y con arcos fajones de medio punto apeados en pilastras. Restos de pinturas murales de la segunda mitad del siglo XVI procedentes de la ermita anterior.

Retablo mayor neoclásico, jaspeado y dorado, de comienzos del siglo XIX. Cuerpo principal de tres calles, la central avanzada respecto a las oblicuas laterales, y remate. Cuatro columnas de capiteles compuestos separan tres nichos con buena imagen de San Antón al centro, obra de Mauricio de Valdivielso y, a los lados, de San Isidro, del taller de los "santeros de Payueta" y de San Valentín. Frontones partidos y óculo en el remate.

Ermita de San Roque

Anteriomente Ermita de San Silvestre de Arza. Pórtico con tejado de una vertiente. Portada de sillería. Fábrica del siglo XVIII, de planta rectangular. Cabecera recta y nave de cinco tramos cubiertos por bóvedas de lunetos. Arcos fajones de medio punto sobre pilastras.

Retablo neoclásico de fines del siglo XVIII. Banco, cuerpo principal de tres calles y dos entrecalles, y remate. Banco jaspeado decorado con dorados. Imagen neoclásica de San Roque en la calle central del cuerpo principal en nicho curvado y rematado en frontón triangular. Pequeña imagen barroca de una Santa Mártir. Entrecalles jaspeadas y flanqueadas por pilastras. En las calles laterales, entre columnas acanaladas y pilastras, nichos con talla neoclásica de Santa Marina a la izquierda y de San Silvestre, interesante, de comienzos del siglo XVI, a la derecha. Entablamento con cuatro flameros. Remate semicircular con bandas decoradas con trapecios y círculos.

Coro con trabajos populares en madera. Sacristía con bóveda de arista. Discreta orfebrería. Espadaña con un vano y remate triangular.

Ermita de los Santos Simón y Judas

Pórtico con tejado de una vertiente. Sobre él, campana de la ermita.

Fábrica del siglo XVIII con cabecera ochovada de tres lados y nave de un solo tramo. Bóvedas de aristas, convergentes al centro en el presbiterio, cruzadas en la diagonal en la nave. Arco fajón rebajado.

Retablo probablemente de finales del siglo XVIII. Un nicho curvo entre dos columnas corintias y frontón curvado decorado con guirnaldas alberga talla popular de San Judas Tadeo. En el remate medallón con remate de San Juan niño y disco radiante con Ojo divino.

Bibliografía

  • Barrio Loza, José Ángel: «Paisaje aproximado de la arquitectura renacentista en Álava», en Cuadernos de Artes plásticas y monumentales. Ondare (17). Donostia-San Sebastián, Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, 1998.
  • Echeverria Goñi, Pedro Luis: «Contribución del País Vasco a las artes pictóticas del Renacimiento: la pinceladura norteña» en Cuadernos de artes plásticas y monumentales. Ondare (17). Donostia-S.Sebastián. Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, 1998.
  • Portilla Vitoria, Micaela (et al.): Catálogo monumental de la diócesis de Vitoria. Tomo VI. Vitoria-Gasteiz. Obispado y Caja de ahorros de Vitoria-Gasteizko kutxa, 1988.
  • Tabar Anitua, Fernando: Barroco importado en Álava y Diócesis de Vitoria-Gasteiz. Escultura y Pintura. Vitoria-Gasteizko Elizbarrutain eta Araba importatuko Barrokoa. Escultura eta Pintura. Vitoria-Gasteiz. Diputación Foral de Álava-Arabako Foru Aldundia, 1995.
  • Vélez Chaurri, Javier: «La escultura barroca en el País Vasco. La imagen religiosa y su evolución» en Cuadernos de Artes plásticas y monumentales. Ondare (19). Donostia-S. Sebastián. Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, 2000.

Alberto GARATE GOÑI

Arquitectura civil

Amurrio es una villa que conserva interesantes edificios entre modernas viviendas funcionales y pabellones industriales. Está formado por un núcleo central concentrado en torno a la encrucijada de antiguos caminos, y luego varios barrios secundarios y varios caseríos aislados.

Hay casas señoriales de estilo regionalista, modernas del siglo XX, como las que se encuentran en la calle Elexondo, algunos con más gusto que otros, y en ocasiones muy repetitivas.

En el centro de la villa, el Ayuntamiento que preside la Plaza Mayor es un edificio erigido en 1904, de estructura simétrica con una zona central más elevada y rematada con el escudo de la villa. Los vanos centrales son de arco de medio punto mientras que el resto son adintelados, todos dispuestos simétricamente.

El edificio de la Biblioteca Municipal, antiguamente de Correos, es de planta rectangular y construido en mampostería. Con vanos adintelados recercados en sillares, ostenta un escudo, el de los Furundarena, en cuyo campo hay una torre almenada flanqueada por un sol y una luna y con un puente a sus pies.

De similar hechura es la actual Casa de Cultura, anteriormente Juzgado y Cárcel, que antes era la barroca casa-palacio Ugarte-Mariaca, como demuestra la piedra armera que ostenta su fachada. Es de planta cuadrada, de mampostería con sillares en determinadas zonas y con vanos adintelados. Llaman la atención los canes del alero, con buenas e interesantes tallas de carpintería popular con temas figurativos.

El edificio más destacado de la villa está en la plaza llamada Jauregiko Landa y se trata de la renacentista torre de Urrutia, también llamada Palacio de Cejudo. Fue construido a finales del siglo XVI, tiene tres plantas separadas por salientes líneas de imposta y está flanqueado por dos cuerpos de dos plantas. Verticalmente se compone de cuatro ejes. En origen toda la planta baja estaba abierta en arcos escarzanos sobre columnas toscanas de fuste liso con éntasis, seis en la fachada principal y uno en cada lateral, formando una especie de logia renacentista.

El palacio es de sillería en la planta baja y esquinas, incluidos los garitones de ángulo que presenta, mientras que los pisos superiores están cerrados con ladrillo. Como es habitual en estos palacios del siglo XVI, los balcones se arman con rejería y presenta en su fachada dos escudos de los linajes que poseyeron este singular edificio.

Aunque actualmente no se conserven más que unos pocos restos, Amurrio contó con varias torres en la época medieval.

Una de ellas es la torre de Mariaca, que vigilaba los pasos del Nervión desde la ladera de Mariaca, nombre del lugar y del apellido de los propietarios de la dicha torre, que eran también patronos de una desaparecida ermita cercana. Actualmente la torre es un caserío sito en lugar elevado y de difícil acceso.

En origen era una torre del siglo XIII levantado por Pedro Ospina de Mariaca, familiar de los Ayala, pero debió ser desmochada como indican los gruesos muros de los cimientos de un metro de anchura, demasiado para la actual altura del edificio. Es un edificio de mampostería con sillares en las esquinas y en los recercos de los vanos y cubierta a dos aguas. Presenta características de las casas torre del siglo XV en los elementos que ha conservado.

El acceso que tiene en la fachada, de unos dos metros y medio, es un arco apuntado con grandes dovelas. La central está decorada con un escudo del linaje de los Mariaca que consiste en dos panelas y un aspa en punta, orlado por cordón con cabos salientes.

En la misma fachada destaca una ventana rematada en arco conopial y otra ventana más grande con balcón, con remate de arco mixtilíneo y coronado por una cruz entre motivos curvados. Micaela Portilla sostiene que dadas las dimensiones, se trata de la puerta alta de la torre.

En la fachada lateral derecha destaca otra ventana similar a las indicadas, rematada por arco conopial, orlada por cordón y con las cinco panelas símbolo del linaje. El resto de las ventanas del edificio también presentan similares características. Sabemos por la documentación que poseía troneras, pero no han subsistido al tiempo ni troneras ni otros elementos defensivos, por lo que se puede pensar que se encontraban en la parte superior de la torre.

Se tiene constancia de que existían otras dos torres, hoy desaparecidas, que son la de Mendíjur y Saerín. La torre de Mendíjur pertenecía a los Ayala y estaba estratégicamente situada en el camino de Burgos a Bilbao y de Vitoria a Artziniega. Debió construirse en el siglo XV pero fue demolida en 1839 para edificar un fuerte con sus materiales de derribo. Desafortunadamente en 1841 se mandó de nuevo su demolición, quedando solamente los cimientos de dos paredes paralelas.

La torre de Saerín corrió parecida suerte aunque tengamos un pequeño vestigio en el actual caserío de Saerín, construido en el lugar que debió ocupar la torre. Por descripciones sabemos que era una torre cadahalso con voladizo de madera en su parte alta, construida en el siglo XV por los Guinea, dominando el Camino Real. El único resto que queda es un gran sillar con tres escudos labrados que debieron ser el remate de un ventanal geminado, con las armas de los Guinea, insertado en el caserío Saerín. La torre se situaba al lado del río y de un puente de tres ojos de medio punto y tajamares triangulares.

Como se ha dicho anteriormente, Amurrio cuenta con varios barrios en los que se ubican caseríos de arquitectura rural y popular, todos con similares características. Suelen ser edificios de mampostería en la planta baja y de ladrillo en las superiores, dentro de un entramado de madera a veces a la vista. Los sillares aparecen recercando los vanos y en las esquinas. Los tejados suelen ser a dos aguas. La mayoría de estas edificaciones presentan un portalón de acceso, partido en dos por una columna.

En el barrio Mendíjur, llamado así por la torre medieval que existía en ese lugar, destaca el llamado caserío Bonaparte, construido en los siglos XVII-XVIII. Este bello caserío se estructura en tres crujías, la central con balcones y portalón adintelado dividido en dos por un poste central.

En el barrio Landaburu, en el centro de Amurrio, se levanta el restaurado caserío Aranoa. Es una casa rural con magnífico entramado de madera y ladrillo sobre planta baja de mampostería, con portalón adintelado y balcón en la crujía central. Conserva aún su pozo. En algunas zonas el ladrillo tiene aparejo espigado, dándole dinamismo.

En el barrio Aresketa existen varios caseríos, uno de ellos con un original portalón situado en el ángulo noreste y abierto por dos lados. Dicho portalón está sustentado por un gran pilar troncopiramidal que además sirve de sostén para el tablazón de una sobreplanta.

El caserío Uzkategi es uno de las más antiguos ya que fue edificado antes de 1650. Se caracteriza por tener un amplio portalón que ocupa dos crujías y entramado de madera a la vista en todo el piso superior.

Otros caseríos interesantes son Zamora, en Sagarribai, de finales del siglo XVIII y Bañueta, en el barrio Abiaga, con portalón partido por una columna barroca.

Amurrio se asienta en una zona con abundante agua, por lo que no faltan molinos y ferrerías de las que tenemos constancia documental. Hubo en Amurrio seis molinos y una ferrería en las riberas del Nervión y en sus vertientes. Uno era el molino Campo y otro Olako, hoy en día convertido en caserío pero que a lo largo de la historia ha sido molino, fábrica de harina y taller de tachuelas.

De la misma manera hay varios puentes del siglo XVIII. El de Zabalibar, de 1736 y con dos ojos y un tajamar, y el de Zamora, de tres arcos y dos tajamares.

Junto a la ermita de San Antón, en el centro de la villa, que era cruce de caminos del Nervión y del Altube se encontraba el Hospital de San Antón de Armurru, documentado desde el siglo XVI. Era hospital para viajeros enfermos, posteriormente frecuentado también por comerciantes.

Itziar AGINAGALDE LÓPEZ
Aintzane ERKIZIA MARTIKORENA (2006)