Militarrak

Alzugaray Goicoechea, Emilio

Militar navarro nacido en Pamplona el 5 de septiembre de 1880. Muerto en Francia el 2 de enero de 1944.

A los 17 años ingresa en la Academia de Ingenieros de la que egresó como primer teniente el 11 de julio de 1904. Tras diversos destinos en el Mediterráneo, ese mismo año fue enviado a la compañía de zapadores de la Comandancia de Ceuta, residiendo en África hasta el año 1923. Especializado en radio, fue encargado del palomar militar y de los servicios telefónicos y telegráficos. El 30 de septiembre de 1906 fue destinado a la Compañía de zapadores de la Comandancia General de Melilla y en 1907 realizó el proyecto de estación radio telegráfica de esta ciudad, que instaló en el fuerte de Victoria Grande. Tuvo una destacada actuación durante la guerra de Melilla de 1909 y consiguió quedarse en ella motivado por las oportunidades que le brindaba la expansión de sus fortificaciones y por hallarse socialmente bien situado como vocal de la Asamblea de Cruz Roja (entidad de la que obtuvo las medallas de oro y plata), bibliotecario del Circulo Mercantil o de la Sociedad Hípica, desempeñándose en varios cargos públicos, actividades agrícolas, especulación inmobiliaria y en varias compañías mineras.

Allí casó con María Concepción Guijarro Jiménez, de Granada, con quien tuvo tres hijos, Emilio Luis (nacido el 8 de enero de 1911) Luis Alfredo (31 de julio de 1913) y Joaquín Enrique (3 de octubre de 1915).

En diciembre de 1920 solicitó el reingreso al servicio activo, habiendo ascendido ya a comandante; fue el jefe del sector del Muluya, sin mando directo en las tropas de ingenieros, pero encargado de todas los trabajos de fortificación y comunicaciones; participó en la ocupación de Annual, Abarran o Sidi Dris, y en los trabajos de la pista de Ben Tieb a Annual.

Fue encausado en 1921 por el desastre de Annual siendo condenado a 20 años y un día, por negligencia en el servicio, y a 12 años y un día, por delito contra el honor militar, siendo encarcelado en el fuerte de María Cristina de Melilla. Había realizado al parecer una serie de negociaciones privadas con Abd el Krim, al que debía conocer por sus negocios mineros, tendentes a rescatar a los miembros del arma que permanecían prisioneros en Axdir, operación que fue abortada por Berenguer desde Madrid. Huyó de la prisión el día 6 de agosto de 1923, dirigiéndose por tierra a Orán, donde se instaló, sin que se sepa a ciencia cierta a qué pudo dedicarse.

En 1931, con el advenimiento de la República, solicitó desde Orán la revisión de su proceso, pero el Consejo Supremo de Justicia no lo estimó oportuno, no incluyéndolo además en los indultos que se habían concedido a los perseguidos por la Dictadura de Primo de Rivera.

En agosto de 1936, aparece en Madrid, procedente de Casablanca -donde poseía dos fábricas-, poniéndose al mando de las Milicias Vascas Antifascistas. El 29 de septiembre de ese año, le es concedido el reingreso en el ejército como comandante de ingenieros. Un mes después, el día 22 de octubre asciende a teniente coronel, y el 4 de noviembre a coronel. El general Miaja le encarga de las reservas situadas en el puente de Toledo que apoyaban a las columnas de Mena, Escobar y Prada que defendían los accesos a Madrid por las carreteras de Extremadura, Carabanchel y Toledo. El día 10 de noviembre es nombrado jefe del sector Centro de la defensa de Madrid, teniendo a su cargo la zona comprendida entre la Casa de Campo y Vallecas. Al producirse el ataque de las columnas de Yagüe en la Ciudad Universitaria, Alzugaray recibe la orden de tomar el mando de las fuerzas que se reunieron en ese sector. El día 21 de noviembre, y tras haber recibido la orden directa de Miaja de desarmar a la Columna Durruti, Alzugaray caía gravemente herido, dividiéndose las fuerzas a su mando en dos agrupaciones que se pusieron al mando de Kleber y Ortega.

El 16 de febrero de 1937, ya recuperado de sus heridas, fue nombrado jefe de la 6ª División (Brigadas 4, 42 y 43). Su hijo Emilio, que, al conocer en Casablanca la noticia de baja, se había trasladado a Madrid, pasó a ser su ayudante (al regresar a España ingresó en las FARE como piloto). El 14 de marzo se hizo cargo de la Jefatura del II Cuerpo de Ejército, aunque ya la venía ejerciendo por delegación desde antes. Durante su mando se produce la frustrada ofensiva sobre Garabitas y el Cerro del Águila. El 30 de mayo fue cesado, siendo sustituido por Modesto al frente del II C.E. Aunque no se probó que tuviera ninguna responsabilidad, paso destinado, según parece, a Barcelona, a puestos de menor importancia.

Exiliado, en 1940 residía en Perpignan, donde entró en contacto con el "Intelligence Service" británico a cuyo servicio se puso hasta 1943, cuando en circunstancias desconocidas, fue arrestado por la Gestapo que, lo envío a París donde fue interrogado por el coronel Boemelburg, jefe de la misma.

Tras el pasó por estas siniestras dependencias, según Pierre Saint Laurens, el coronel Alzugaray era un hombre roto, al que los servicios secretos alemanes habían reducido a un despojo lamentable y peligroso. Fue enviado de nuevo a Marsella y Perpignan, bajo las órdenes de Messak, jefe de la Gestapo en la región, que debía trasladarse a Niza con todos los archivos de la represión en la zona. El traslado estaba previsto para los primeros días de 1944 pero fue conocido por Pierre Saint Laurens, agente infiltrado de la Resistencia. El día 2 de enero de 1944, a pocos kilómetros de Toulouse, en el "carrefour de Monges", el convoy fue atacado por un comando de la Resistencia, muriendo todos los ocupantes de los vehículos, salvo Saint Laurens. El cadáver de Emilio Alzugaray fue enterrado en el cementerio de Deyme, a escasos kilómetros del lugar.