Escultores

Loperena Eseverri, Antonio

Pintor y escultor navarro. Nacido en Arguedas el 4 de septiembre de 1922. Fallece en Tudela el 19 de febrero de 2010.

Nació en Arguedas, lugar donde se estableció su familia, procedente de Ezcároz- Ezkaroze (valle de Salazar), de profesión ganadera. Hasta 1952 fue pastor, siendo por tanto su formación completamente autodidacta.

A los cuatro años padeció de meningitis, dedicándose durante la convalecencia a dibujar y a recortar figuras, siendo ésta una de sus facetas más destacadas posteriormente en la escuela. A los catorce años, por ser el único varón que quedaba en la familia, se dedicó al pastoreo. Durante largos períodos su distracción fue la literatura, el dibujo y la talla. Casado en 1947, todavía continua durante cinco años con el ganado y presenta dos exposiciones de cuadros al óleo y pequeñas tallas de boj.

Tras abandonar su trabajo con el ganado en 1952 se dirige a Tudela para aprender el tratamiento de la piedra y el mármol, así como el modelado de la arcilla. Es seleccionado para la primera Exposición Internacional de Artesanía, en la que obtiene medalla y tercer premio. Recorre el Louvre y museos importantes de París, donde traba conocimiento con los clásicos de la escultura.

Es uno de los artistas con más obra de carácter público en Navarra y en su dilatada trayectoria profesional, Loperena ha destacado por su escultura y pintura.

La primera talla de importancia que realiza es una copia de Nuestra Señora del Yugo para la parroquia de Arguedas, imagen gótica de la patrona de la Ribera de Navarra. Más tarde realiza en pino y tamaño natural las imágenes de Nuestra Señora de la Esperanza y un San Irineo, así como un San Antonio para la catedral de Tudela.

Se siente atraído por la figura de Cristo crucificado y realiza tres imágenes de tamaño natural, una de ellas una bellísima muestra de desnudo para la iglesia de los capuchinos de Tudela. Esculpe una Nuestra Señora de Belén para Venezuela, un San Francisco de Asís para Galea (Ecuador), un Junípero Serra para Florida y un crucifijo para el cardenal Faltin, arzobispo de París, por el que el Comité de Críticos de Cultura le impuso la medalla de las Artes y Humanismo de Francia .

Después realiza un San Agustín en alabastro de 2 metros para Gijón. En el año 1955 pinta un gran mural para la iglesia nueva de Monteagudo (Navarra), realiza un gran busto de Alexander Fleming, dos tallas góticas para la parroquia de Pouillon (Landas), y pasa a ser modelista en una fábrica de alabastro de Cintruénigo. En 1970 realiza una estatua de Marco Fabio Quintiliano para Calahorra (La Rioja) de tres metros de altura en un solo bloque de piedra. Posteriormente recibe el encargo de dar los toques finales a un gran Cristo en la Cruz, obra de Julio Beobide.

Sus obras posteriores serán los monumentos al escritor José María Iribarren (Tudela,1972), al hortelano (Tudela, 1973), al arzobispo Bartolomé de Carranza (Miranda de Arga, 1977), a Santa Vicenta María López de Vicuña (Cascante, 1977), a Sancho VII el Fuerte (1983, Tudela), al labrador (Cortes, 1987), al pastor bardenero (El Paso, 1992), a Muza Ibn Muza (Tudela, 1996), a Alonso Ercilla (Bilbao, 1998), al pastor roncalés (Isaba, 2000).

Se sintió atraído también por el mundo taurino, siendo populares sus retratos de toreros como el de Paco Camino. Su último trabajo referente al mundo del toro fue un calendario del año 2009 que distribuyó Diario de Navarra entre sus lectores de la Ribera y que ilustró el propio Loperena.

Fue nombrado Tudelano Popular en 1999 por la peña Ciudad Deportiva y en ese mismo acto recibió la insignia de oro de Arguedas, su localidad natal. En 2006 fue nombrado Bardenero Mayor por la Asociación de Cazadores y Pescadores de Bardenas. Al año siguiente, la sociedad gastronómica El Pocico de Tudela le entregó el Zahorí de plata.