Literatos

Sastre Forest, Pablo

Madrid, 1958.

Pablo Sastre Forest nació en Madrid el 13 de abril de 1958. Es hijo del dramaturgo Alfonso Sastre y la editora Eva Forest y llegó a Euskal Herria cuando contaba dieciséis años. Comenzó a escribir en español durante su adolescencia y publicó algunos artículos, ya de joven, en revistas como Susa o Argia. También ha escrito artículos en algunos periódicos como Egin y Berria. Trabaja en AEK y en una cooperativa agraria.

Sastre comenzó sus publicaciones en el ámbito de la novela: publicó tres novelas en dos años: Mugarria (1982) [=El mojón], Hotel magikoa (1984) [=El hotel mágico] y Petritegin aurkitutako zinta (1984) [=La cinta hallada en Petritegi]. Se trata de novelas cortas en las que quedan reflejadas las preocupaciones de un escritor que acaba de iniciar su carrera literaria. Alguna de esas preocupaciones son interesantes al hablar de Sastre, ya que con los años se han revelado como elementos fundamentales de su obra: los problemas generados por la situación política, el compromiso que los personajes muestran para con la lucha armada, la integración de los inmigrantes en Euskal Herria... Son elementos que ya aparecen, por ejemplo, en Petritegin aurkitutako zinta.

Dos años después apareció el trabajo Joxemi (1986), que ha sido calificado como novela política. El protagonista de la obra trata de hacer frente y superar la opresión que sufre Euskal Herria y, para ello, toma una decisión definitiva: abandonar todo lo que posee y embarcarse junto a un compañero (Luis, de origen gallego pero crecido en Euskal Herria) en un viaje a América del Sur, siguiendo la estrategia para alcanzar su objetivo.

Tras la publicación de Joxemi, Sastre abandonó la novela, género que no trabajó hasta catorce años después, cuando escribió y publicó Henriren irudia (2000) [=La imagen de Henri]. La trama se desarrolla en un lugar que se asemeja a Euskal Herria. Hallamos en la obra al protagonista, Xan, que "ha estado dentro" y ahora busca a un camarada llamado Henri. Dicha búsqueda no es sino la excusa que utilizó Sastre para presentar y construir los personajes, lugares y reflexiones que componen la obra.

Dos años después, Sastre ganó la beca Joseba Jaka y escribió la novela Leuropa (2002), posiblemente su mejor trabajo, en el que el madrileño recupera el tema de la inmigración. La novela cuenta con dos personajes principales: un camionero de Andoain y un amigo marroquí que vive en Euskal Herria. La novela narra el viaje que ambos realizan desde Gipuzkoa a Marruecos con el objetivo de coger marroquíes en África para traerlos a Europa. Sin embargo, ambos personajes no comparten los mismos intereses: mientras el camionero no ve más que una oportunidad de negocio (ya que cobra por los viajes), su compañero actúa sin ninguna malicia, con el propósito de ayudar a sus compatriotas, al margen de cualquier negocio.

Se trata de un tema de gran actualidad, a pesar de que han transcurrido diez años desde la publicación de la novela. Por otro lado, cabe destacar, además del estilo propio de Sastre, el modo en que presenta la narración: el narrador es el amigo del camionero y narra la historia en primera persona, empleando un registro muy próximo a la oralidad. La consecución de dicha proximidad al elemento oral ha sido destacada entre lectores y críticos.

Dos años después de Leuropa vio la luz la novela Elurren hotsak (2004) [=Los ruidos de la nieve], donde Sastre vuelve a mostrar su preocupación con la sociedad actual. El libro cuenta seis capítulos y está ambientado en Andoain, un Andoain construido mediante las voces de los que allí residen. La principal preocupación del autor, sin embargo, es dar noticia acerca de una generación (andoaindarra) que está a punto de desaparecer. Junto a lo anterior, cabe mencionar que Sastre recuperó en Elurren hotsak algunos personajes ya presentados en Leuropa, como el camionero que, en esta ocasión, se encuentra recluido en la cárcel donostiarra de Martutene.

La novela Enpleguaren arbola (2006) [=El árbol del empleo] vuelve a presentar algunos lugares y temas ya conocidos dentro de la obra de Sastre: la narración vuelve a desarrollarse en Andoain y el autor volvió a utilizar el tema de la inmigración como medio de crítica del sistema económico actual.

En 2009, finalmente, apareció Alabaren irudiak [=Los dibujos de la hija] en la editorial Maiatz.

Junto a su producción novelística, Sastre también ha escrito varias colecciones de cuentos a lo largo de los últimos veinticinco años. La primera apareció en 1985 bajo el título Kontuak [=Asuntos].

Se trata de una obra que reúne diez relatos totalmente independientes: no hallamos en el libro rastro alguno de unidad. Se trata de diez textos dispares en los que se concatenan diferentes temas y géneros: el amor, el humor, el miedo, etcétera. A pesar de presentar algunos inicios de relato interesantes, la crítica ha afirmado que el autor no supo desarrollar las tramas.

Kristalezko bularrak (1990) [=Pechos de cristal] fue el segundo libro de relatos del madrileño, donde ya puede apreciarse cierta madurez literaria, y es que cabe recordar que para entonces Sastre ya había publicado cinco obras. En contraposición a su primer obra de relatos, en Kristalezko bularrak es apreciable la unidad temática que comparten los textos. Las narraciones están ambientadas en las afueras de Donostia, y más que narraciones con un inicio y un final concreto, los textos se asemejan a escenas sacadas de la vida cotidiana de los personajes.

Dos años después Sastre cambió de rumbo y publicó Mariaren mendea (1992) [=El siglo de María], obra que recoge dos relatos extensos ("Mariaren mendea" y "Hautsi du negua") en los que el conflicto político y armado vasco (la Guerra Civil, la posguerra, el régimen franquista, etcétera) resulta fundamental.

Tras una denuncia, la Guardia Civil halló y mató a cuatro maquis en 1951. Transcurridos cuarenta años de las ejecuciones, el protagonista vuelve a hallar al hombre que vio por última vez aquel año. Ese es el punto de partida de la obra que, según se va desarrollando, también narra parte de la vida de una familia de Goizueta, desde la Guerra Civil Española hasta finales de la década de los 80. El peso de la historia es enorme en el primer relato extenso. En el segundo, sin embargo, el autor apostó por una tensión constante que crece en la medida en que se desarrolla la trama: el protagonista es un huido que se enamora.

El último libro de relatos publicado por Pablo Sastre hasta el momento se titula Gauzak apur bat konplikatu dira (1998), publicado en español ese mismo año bajo el título Las cosas se han complicado. La obra recoge tres narraciones en las que aparecen situaciones usuales de la vida cotidiana; concretamente, problemas sobrevenidos en el día a día que, en este caso, son de suma gravedad. El primer relato ("K.ren egunkaria") tiene forma de diario y cuenta la vida de una familia judía fugada que reside en Baiona durante la Segunda Guerra Mundial. El segundo cuento ("Fuster-en testimonioa") narra el enamoramiento de un comisario de la policía con una mujer desconocida que acaba de llegar a Barcelona. El tercero ("Gau bateko distira"), finalmente, tiene por protagonista a un joven que vive con su abuela: quieren derribar su casa para construir una urbanización, todo ello sin previo aviso. Además, desconocidos han llevado a cabo un sabotaje del que algunos responsabilizan al joven...

Junto a las colecciones de relatos y novelas mencionadas, Sastre ha publicado últimamente dos ensayos interesantes en los que se recogen las principales preocupaciones del autor para con la sociedad actual. El madrileño realiza, además, una crítica profunda a la sociedad industrial y postindustrial de Occidente.

Gauzen presentzia (2007) [=La presencia de las cosas] es una obra de marcado tono sociológico. Se publicó en la colección "Eztabaida" de la editorial Elkar y el autor se detiene a observar y reflexionar en torno a los objetos y elementos que componen el día a día, con el objetivo de determinar y explicar nuestra personalidad y el desarrollo futuro del mismo. Sastre analiza qué hemos tenido y cómo hemos empleado lo tenido. Al mismo tiempo, el autor explica y reflexiona profundamente sobre el origen de dichos objetos, valiéndose para ello de numerosas fuentes.

El segundo y último ensayo de Sastre lleva como título Gizajendearen ahiztea (2010) [=El olvido de la humanidad]. El subtítulo de la obra se muestra suficientemente revelador: Gizon-emakumeen sentimenduez hirugarren industria-iraultzaren garaian [=Sobre el sentimiento de hombres y mujeres en la época de la tercera revolución industrial]. Dicho de otra forma, Sastre retoma en su último ensayo sus preocupaciones correspondientes a la sociedad actual y a los objetos y elementos que la componen: el devenir de las ciudades, la interpretación de los sentimientos, el lugar de la escuela en la educación infantil, la importancia de tener trabajo y trabajar, la muerte, la economía, etcétera. Todo ello manteniendo el punto de vista pesimista predominante ya en trabajos anteriores.