Lexicon

AGA

Etimología.
Sufijo vasco de lugar. Caro Baroja le relaciona con el celta -acus, -aca, mediante el cual y un patronímico se formarían muchos topónimos de las Galias. Recuerda también este autor los nombres terminados en -ca, -aca, como Lesaca, Mundaca, Gabica, Barandica, Ercoreca, que los juzga parecidos a los ostentados por varios nombres de ciudades cántabras de los textos antiguos: Ottaviolca, Vellica, Camarica o Tamarica... Este último vendría del nombre gentilicio de los tamarici. También Arriaka (Alcarria) tan similar al vascuence Arriaga. Aparece ya en época romana. Aga es general a toda la toponimia vasca de todos los dialectos, pero está ausente tanto en el habla como en la literatura escrita. Parece proceder de -a.ko.a > *aka o bien de haber dotado del determinante -a al pluralizador -ak una vez olvidada su función en el topónimo: Lizarraga, vendría, según este supuesto, de Lizarrak.a. Los várdulos tenían ya a Gabalaeca y los vascones a Jakka y Tarraga. En los siglos X y XI aparecen formas como Amezaba por Amezaga. Ver -IKA, -KA. Pero esta significación de pluralidad parece desmentirse en favor de una indicación de lugar como en Andrearriaga, topónimo de Oiartzun (Gipuzkoa), que alude sin duda a la famosa piedra con inscripción de época romana o, con más claridad, según indica Michelena en el apellido Arespacochaga (Bizkaia 1468), de bak(h)oitz, bak(h)otx, con el sentido de "único", "solitario" y como atestigua el mismo autor es muy frecuente en topónimos y apellidos con radicales difíciles de interpretar: Adurriaga, Alzaga, Arteaga, Barinaga, Valenciaga, Troteaga, Nabuchaga, etc. Cita también casos con nombre personal como Catalinaga, Ellacuriaga, Sistiaga y Suinaga. También con nombres de santos: Doneperiaga. Don Miliaga, "San Millán" en Berástegui. Queda pues como más probable que el sufijo -aga denote lugar en todos o casi todos aquellos nombres donde se halla presente.

Refs: Michelena, L. Apellidos vascos. S. S. 1955, 36-37 Caro Baroja, J.: Materiales para una historia de lengua vasca en su relación con la latina. Salamanca, 1946.