Hijo de Carlos IV y de María Luisa de Parma, nació en El Escorial en 1784 y murió el 29 de septiembre de 1833.
Como primer resultado del motín de Aranjuez del 19 de marzo de 1808 consigue que su padre abdique cediéndole la corona, cuando han penetrado ya las primeras tropas napoleónicas en la península ocupando posiciones permanentes en Bizkaia y en Navarra. La primera responsabilidad de poder será, pues, la de encarar la mal disfrazada invasión francesa de 1808 y la invitación a reunirse con él en Bayona cursada por Bonaparte a la que accede aconsejado por su preceptor, el canónigo navarro Escoiquiz. De paso para Bayona, las autoridades de Gipuzkoa, Álava y Bizkaia le cumplimentan en Vitoria los días 13-18 de abril obteniendo la última el levantamiento de las medidas antiforales adoptadas durante la zamacolada.