Auñamendi Eusko EntziklopediaFund Bernardo Estornés Lasa

Coproducción de 1994 entre la productora bilbaína Creativideo y la madrileña Atrium Productions.

Creativideo, que había dado un paso decisivo en 1987 para desbloquear la rígida temática del cine vasco de los ochenta con la producción de la divertida comedia Tu novia está loca, volvía de nuevo a apostar por el género. Sólo que esta vez era el productor de esa comedia, Joaquín Trincado, el encargado de dirigir el largometraje. Bajo la influencia de directores de la comedia clásica americana como Billy Wilder, Frank Capra o Howard Hawks, Trincado plantea una delirante farsa sobre la corrupción política en el ámbito municipal. Dos personas totalmente diferentes, Marta (María Barranco) y Roberto (Imanol Arias), coinciden en una noche absurda y ambos caen juntos a la ría de Bilbao. Ella es concejala de Bienestar Social en el ayuntamiento. Amiga de las causas perdidas, su cándido idealismo mueve a risa a un amplio sector de su entorno. No en vano su mote es "señorita Pepys" aunque a lo largo de la película se le denomina como "voz de la conciencia de la ciudad" o "curiosidad del ayuntamiento". Él es la típica representación del "pijo inútil". Pero Roberto se enamora perdidamente de Marta. Y por amor se suma a la cruzada que emprende Marta en contra de la actividad depredadora de la señora Maldonado, líder de una siniestra Corporación que ha diseñado un plan de relanzamiento de la ciudad y que controla totalmente al timorato alcalde. La Corporación es un conglomerado de sociedades privadas dirigidas por esta arpía con vocación de comandante de campo de concentración nazi. El objetivo inicial es reflotar la economía local aunque todo degenera en la conversión de Bilbao en un cementerio tóxico de la Comunidad Europa.

Es una pena que la película presente fisuras en su construcción narrativa porque Sálvate si puedes está llena de aciertos. El guión, firmado por Luis Marías, contiene momentos de humor realmente logrados. La interpretación de los actores es impecable. Los dos protagonistas, Imanol Arias y María Barranco, se ajustan con eficacia a lo que piden sus personajes. Y luego hay un desfile de actores secundarios que no tiene desperdicio. Pilar Bardem está genial encarnando a la señora Maldonado. Ramón Barea, a su vez, compone un patético y arribista concejal de urbanismo. Por no hablar de Saturnino García, como el díscolo taxista, Mikel Garmendia como el obrero en huelga o Elena Irureta dando vida a la gélida femme fatale Sarita. En su carrera comercial la película tuvo una acogida discreta entre el público.