Monarchy and Nobility

Ordoño IV

Rey de León (958-960). Le había precedido por solamente un año su hermano Sancho, apoyado por García de Pamplona y su abuela Toda. Una conjuración, encabezada por el conde Fernán González, le depone y nombra rey a Ordoño IV, llamado "el Malo" o "el Jorobado", a quien viéndole rey y dueño de León, le da su hija Urraca por esposa. Sancho huye a Pamplona. ¿Quién se enfrenta ahora con Fernán González, dueño, a través de su yerno, de todo el poder leonés-castellano? La reina Toda no se da por vencida.

Frente a Ordoño IV se halla Sancho que se había refugiado primero en Pamplona y luego en Córdoba. Se le llamaba Sancho el "Craso" por su extrema gordura. Toda sopesó ventajas e inconvenientes y se decidió a emprender un plan decisivo: enflaquecer a Sancho curándole de su enfermedad y luego llevarlo a León por la fuerza de las armas. ¿Por qué no dirigirse al Califa de Córdoba, que era en parte compatriota suyo, ya que por sus venas corría un poco de sangre vascona? Y le envió mensajeros. Acceder a esta pretensión era el mejor deseo de Ai-Nasir siempre que con ello el imperio sacara ventaja. El encargado de ir a Pamplona a negociar fue el judío Abu Yusuf Hasday, quien sabría obtener de él nuevas concesiones al Islam, e incluso habría de plantear una cuestión exorbitante: la ida a Córdoba de la reina Toda, de su hijo García y de su nieto Sancho para rendir homenaje al Califa.

Hasday cumplió su misión en todos los puntos: prescribió a Sancho un tratamiento y un régimen que acabaron con su deformidad; obtuvo de él la promesa de que, una vez restablecido a su trono, entregaría a los musulmanes diez plazas fuertes y, por último, fue lo bastante hábil para convencer a la regente Toda que sólo recibiría ventajas con emprender, en compañía de su hijo y de su nieto, el viaje a Córdoba, donde aseguró que los huéspedes reales serían tratados con los honores debidos a su jerarquía. (Lévy-Provençal).

La iniciativa del viaje parece correspondió a la reina vasca, pues al-Makkari [Anales, t. I, p. 235), dice que la reina

"Toda envió en 347 una diputación a Al-Nasir, tomando de esta suerte la iniciativa de ajustar un tratado de paz en favor suyo y de su hijo, García hijo de Sancho, y una alianza en favor de su nieto Sancho hijo de Ramiro, para que el Califa devolviera a éste su reino y le ayudara contra sus adversarios. Los dos reyes vinieron con ella. Al-Nasir les recibió con toda pompa y fumó un tratado con Sancho...."

El recibimiento debió ser aparatoso y triunfal; complicados ceremoniales, observancia estricta de tradicionales protocolos y recepciones de príncipes y diplomáticos. El lujoso salón de Madinat al-Zahara fue el lugar de la gran audiencia concedida por el Califa a sus huéspedes y parientes, en ese año famoso de 958. Cada cual regresó después a su puesto tras fructífero tratado. En la primavera de 959 Sancho avanzaba con las fuerzas cordobesas directamente hacia León mientras los reyes vascones atacaban a Castilla para entretener a su yerno el viejo y astuto conde. Al año siguiente ya huía Ordoño el Malo, con su mujer Urraca, hacia Asturias mientras Sancho lograba el trono. Así terminó el reinado de Ordoño IV. De Asturias se trasladó a Burgos y de ahí a Córdoba con la esperanza de encontrar apoyo para recuperar el trono, pero le sorprendió la muerte en 960 en la misma ciudad cordobesa.

BEL

  • V.V.A.A : El reino de León en la Alta Edad Media. Tomo III. La monarquía astur-leonesa. De Pelayo a Alfonso VI (718-1109). León. Centro de Estudios e Investigación "San Isidoro". Caja España de Inversión. Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León. Archivo Histórico Diocesano de León, 1995.

AGG / 2006