Escritor en euskera y periodista, nacido en Azkoitia (Gipuzkoa) el 24 de julio de 1963.
Estudió Filología Vasca, con la calificación final de Matrícula de Honor. Entre 1986 y 1988 fue profesor de la Escuela de Cine y Vídeo de Andoain (Gipuzkoa). Posteriormente ha trabajado como redactor de Cultura en el periódico Euskaldunon Egunkaria. Ha publicado artículos en estas revistas y periódicos, entre otros: Txortan; Ai, ama; Atte; Susa; Literatur Gazeta; Plazara; Hemen; Irudimena; Literatura; Hegats; Egin; AHTaren Aurkako Aldizkaria; Egan; Jakin; Administrazioa Euskaraz; Ostiela!; Donostia Aisia; y Buztanikara.
Ha conseguido estos premios: Tene Mujika (1984, por el cuento Ene lagun zaharrari azken gutuna); Resurrección María Azkue (1984, por la narración Zigarrokin ziztrin baten azken keak, que fue publicada por Elkar en 1985); Tene Mujika (1993, por la narración Sakoneta, que fue publicada por Susa junto con otros cuentos en un libro titulado también Sakoneta; y Felipe Arrese Beitia (1999, por el poemario Hautsia natza, que fue publicado por Euskaltzaindia y BBK en el año 2000). También ganó en 1994 el Premio Rikardo Arregi de periodismo por unos reportajes sobre Croacia.
Ha publicado estos libros: Zigarrokin baten azken keak (Elkar, novela, 1985); Ahanzturaren artxipelagoa (Elkar, cuentos, 1987); Gertaerei begira (Elkar, cuentos, 1988); Kaka esplikatzen (Elkar, novela, 1989); Sakoneta (Susa, cuentos, 1994); Galdu arte (Susa, novela, 1996); Harri barruko bihotz-borrokak (Elkarlanean, cuentos para jóvenes); Hautsia natza (Euskaltzaindia-BBK, poemas, 2000); y Agur, Euzkadi (Susa, novela, 2000).
En los siguientes párrafos resumiremos el estudio que sobre Zabala ha realizado la profesora Marijose Olaziregi (Historia de la literatura vasca, UNED, 2000).
En su primer libro, Ahanzturaren artxipelagoa, Zabala incluye cuentos escritos en primera persona por diferentes personajes, uno de los cuales, Xabier Nolotolon, volverá a aparecer en obras posteriores. En realidad se trata del seudónimo que usaba el autor en artículos de prensa, lo que muestra el carácter autobiográfico del libro. Realmente, muchas de las narraciones de Zabala tienen elementos autobiográficos, como se puede observar en su última novela, Agur Euzkadi, donde uno de los protagonistas principales, Julen, es también periodista de Euskaldunon Egunkaria, como el escritor. "En todas mis novelas hay un personaje muy parecido a mí, una especie de alter-ego", ha declarado Zabala.
Ahanzturaren artxipelagoa ofrece sobre todo monólogos acerca del lado absurdo y triste de la vida. Sobre Gertaerei begira, la estudiosa Marijose Olaziregi ha escrito:
"Aunque retoma el tono pesimista y sombrío del anterior, presenta ciertas renovaciones formales, como son la narración en tercera persona y un estilo cuasi-behaviorista".
En la obra era palpable el influjo del cineasta Wim Wenders. En Sakoneta, Zabala ofrecía por primera vez narraciones situadas en un tiempo y lugar concretos. Los cuentos hablaban principalmente sobre el hastío que produce vivir en un mundo disparatado como éste.
En cuanto a las novelas, Zigarrokin baten azken keak es una novela epistolar. Una persona de 32 años escribe varias cartas a otra a la que sólo ha visto en una ocasión. Luego, 34 años después, y ya en los años 80 del siglo XX, esa misma persona envía le otras cartas, atemorizado por el cáncer que le corroe y la amenaza nuclear. "La novela es una disección psicológica de este protagonista enfermo, que ha perdido la fe en la ciencia, el progreso y Dios", dice Olaziregi. La acción se desarrolla en unos lugares ficticios.
La segunda novela, Kaka esplikatzen, también tiene estructura epistolar. El protagonista, Xabier Nolotolon, escribe unas cartas a Virginia, de quien no tiene noticias desde hace tres años. El texto intercala colaboraciones literarias que Zabala publicó en el semanario Hemen en 1987 y 1988. El escritor habla de la soledad, de la función desalienante del arte y del amor frustrado, entre otros temas. Según Olaziregi, las obras de Peter Handke y Thomas Bernhard tienen una influencia clara en esta narración.
La novela Galdu arte tuvo muy buena acogida de público y ganó el Premio de la Crítica en 1997. Fue traducida por Gerardo Markuleta al castellano, y publicada por la editorial Hiru en 1999 con el título Hasta la derrota, siempre. Se trataba de una narración sobre una cuadrilla que acostumbra reunirse en el gaztetxes. Esos jóvenes quieren romper con el mundo conservador de sus padres y todas las autoridades de alrededor. La novela muestra diferentes ideologías rebeldes, como el abertzalismo de Julen, el asamblearismo ácrata de Antijos y el nihilismo punk de Shepe. "Es una obra amena, viva, contada con gran dinamismo y acierto estilístico", ha escrito Olaziregi. El ambiente de los gaztetxes lo había conocido Zabala en profundidad años antes, a comienzos de los 80 del s. XX, en su Azkoitia natal.
El poemario Hautsia natza (Euskaltzaindia-BBK, 2000) es su primera incursión en la poesía. Es una recopilación de poemas que hablan del yo particular de Zabala, y el concepto clave aparece en el título: hautsia (roto). Zabala se muestra roto, sin encontrar un sitio satisfactorio en este mundo.
La novela Agur, Euzkadi, también del 2000, muestra a un Lauaxeta (poeta euskérico fusilado en la guerra civil de 1936 a 1939) resucitado que aparece la Gipuzkoa de la década de los 90 del s. XX y se junta con un periodista desilusionado que acaba de dejar su trabajo en el Euskaldunon Egunkaria, el mismo diario en el que trabaja el autor de la obra. Ambos personajes realizan un viaje a pie por diferentes lugares de Euskal Herria, discutiendo sobre sus diferentes visiones del país. Al pasar por Orexa (Gipuzkoa), por ejemplo, hablan del poeta Orixe, que nació en esa localidad, y otro tanto con Joxemari Iturralde y Karlos Linazasoro al pasar por Tolosa (Gipuzkoa). Los dos grandes temas de la narración son el abertzalismo y la muerte. La narración toma a veces derroteros fantásticos, con final muy sorpresivo.
Los últimos trabajos que ha publicado han sido Poeta New Yorken (2003), la traducción de la obra de García Lorca; la biografía Jesus Mari Artze, ttakunaren esku isila (2003); la recopilación de notas y artículos suyos escritos entre 1985 y 2006 bajo el título Inon Izatekotan (2006); Bideak, aldapak eta bihurguneak (2007); Zabaleko txorimaloa (2011); Mozoloaren bakardadea (2012), con ilustraciones de Begoña Durruty. En 2012 Euskal Herriko Trikitixa Elkartea publica el disco-libro titulado Maltzeta, soinu bete bihotz (2012) sobre el acordeonista de Azkoitia, cuyo texto está escrito por Juan Luis Zabala.
Ha creado un blog que se llama Inon Izatekotan, como el libro que recopila algunos de sus artículos.