Quartiers

URIBARRI


Parroquia de San Esteban

La iglesia es de planta rectangular, de dos tramos y cabecera recta más estrecha y baja. La bóveda es de cañón, abierta en el lado Sur en dos lunetos con ventanas. Las paredes son de mampostería, como es habitual en la zona. Es una ampliación de otra iglesia medieval. El primer tramo se construyó a partir de 1529 con Martín de Somaldía, y el segundo con sus portadas se hizo desde 1560 y es obra de Pedro García de Urigoiti.

La iglesia se cubre con bóveda de cañón fechada en 1851. La anterior era de madera, montado en 1670 por Juan de Arriola sustituyendo las más primitivas, unas góticas de piedra.

El presbiterio, con forma de arco de triunfo, es más estrecho que la nave y se cubre con bóvedas de nervios cruzados en diagonal. Lo construyó Francisco de Echánove en 1764.

Tiene dos accesos, uno en el Oeste y otro al Sur, éste último el principal. La portada estaba acabada para 1584 y se cobija bajo un pórtico con entramado de madera a la vista. El vano es adintelado, y a los lados tiene dos pilastras acanaladas que sostienen un entablamento liso y un frontón triangular con un círculo al centro. En su remate central se encuentra un nicho vacío, pero a los lados, sobre una basa, hay relieves de San Pedro y San Pablo bajo venera.

La esbelta torre es neoclásica, de la década de 1830. Se eleva sobre un cuerpo abierto por sus cuatro frentes en arcos de medio punto y con cubierta de viguería. Sobre dos cuerpos de mampostería, el último es de sillería con cuatro vanos para campanas. Es de planta cuadrada decorada con algunas simples molduras y rematada con una cúpula con linterna. Tiene tres campanas de los siglos XVII y XVIII.

Adosada al muro Sur se encuentra la sacristía, levantada entre 1640 y 1643, hoy capilla para las misas. Es la única en el valle de Aramaio que se cubre con bóvedas vaídas con aristas cruzadas. En ella se encontraban dos cajonerías de finales del siglo XVI, hoy en día reaprovechadas, decoradas con rectángulos trabajados en pulsera siendo una buena muestra de artesanía popular.

En la sacristía destaca un lienzo de Cristo Crucificado atribuido a Luis Tristán, único discípulo conocido de El Greco, que dada su calidad fue expuesto temporalmente en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz en 2002. Es una pintura con un estilizado y naturalista Crucificado agonizante, realizado con tonalidades terrosas y técnica acabada. Puede que sea una donación de algún personaje local que hizo carrera en Castilla.

Siguiendo en el interior del templo, el coro, de madera y con baranda abalaustrada con las cabezas de las vigas decoradas con volutas a modo de ménsulas, es de hacia 1600, pero la que se admira actualmente es una reconstrucción de 1670 realizada por Juan de Arriola cuando se hicieron las bóvedas lígneas.

El retablo mayor es barroco tardío con detalles neoclásicos, contratado en 1767 con Manuel Ariznavarreta y con imágenes de Juan de Munar, sustituyendo otras obras anteriores. Fue dorado por Antonio Jiménez entre 1709 y 1771, pero el jaspeado y dorado total se hizo hacia 1804.

Es de cuerpo único sobre alto basamento y remate de cascarón. La calle central, flanqueado por dos columnas de orden compuesto, es de planta cóncava, pero las laterales son convexas, creando un juego de volúmenes muy del gusto del barroco final. Presenta pocos elementos decorativos, a base de rocallas y guirnaldas.

El titular, situado encima del sobrio sagrario, es el diácono San Esteban y aparece vestido con dalmática y portando sus atributos, las piedras y el libro de las Epístolas. A su derecha está San Joaquín, con turbante, libro de las profecías y un cayado, y a la izquierda, Santa Ana, talla ésta más movida y dinámica, sosteniendo un libro. En el centro del cascarón está San Antonio Abad entre dos ángeles con palmas, y rematando todo el conjunto un medallón radiante con el Espíritu Santo en forma de paloma.

Los retablos laterales son del mismo estilo y época que el mayor. Uno está dedicado a la Virgen del Rosario. La talla de la titular es de artistas cántabros seguidores de Gregorio Fernández de 1666, y encima, en el remate, hay un lienzo de San José con el Niño, de escuela local. El otro retablo alberga una talla de Santa Catalina fechable a comienzos del siglo XVI pero con cierto hieratismo gótico. Encima, lienzo de San Antonio de Padua con el Niño, igual que el anterior.

Algunas de las piezas de platería que posee la parroquia se trasladaron al Museo Diocesano de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz y allí están expuestas. Destacan una píxide de plata sobredorada del siglo XVI de pie hexagonal con los lados cóncavos y caja cilíndrica con la habitual inscripción "O mater dey memento mey", unas crismeras también renacentistas, unas vinajeras barrocas con asa de tornapunta vegetal y una custodia barroca, entre otros objetos.

Ermitas y otros edificios

En Uribarri tienen cuatro ermitas, todas de origen medieval. Uno es la de San Bartolomé de Zubieta, pequeño recinto de mampostería con una saetera que contiene una talla barroca del santo de procedencia desconocida.

Otra es la dedicada a San Cristóbal y de hermosas vistas del valle. Restaurada en los años 60, es de mampostería, con pórtico y tejado a cuatro aguas. Contiene una talla de principios del XVII algo tosca y popular, dorada en 1757 y una copia moderna de la imagen de la Virgen de Estíbaliz.

Otra ermita, tal vez la más importante, es la de Mariaka o Marixeka, dedicada a la Anunciación. De origen medieval y reconstruida varias veces, la actual es de 1981. Alberga una imagen de la Virgen en la Anunciación copia de la renacentista que se conserva en un caserío pero que según la tradición procedía de la ermita.

La cuarta es la de Santiago de Guraia, totalmente reconstruida, también en mampostería y con pórtico. La imagen del titular es neoclásica pagada en 1804-1805 seguramente a Juan Bautista Mendizabal, artista que hizo un retablo que hoy no se conserva.

Al lado de la iglesia está el cementerio con su capilla abierta, construido en 1825 y adornado con unas modernas estelas talladas.

De los años 1738-1739 son unas cruces de piedra que se dispersan en los caminos de Uribarri.

Arquitectura civil

Uribarri tiene destacados caseríos, aunque la mayoría son de arquitectura rural, siguiendo la tónica general de este tipo de edificios: cubiertas a dos o cuatro aguas, muros de mampostería con los vanos recercados con sillares o con madera, tornapuntas sosteniendo el alero, etc.

Las casas dieron origen a linajes y están documentados desde fines de la Edad Media pero las construcciones de los edificios actuales no son anteriores al siglo XVII. La casa Ibarguen era una casa-torre pero la edificación actual data de 1764. No conserva restos de su fortificación, pero tiene un arco de sillería en la entrada, con las dovelas y las jambas bien trabajadas.

Uribarri-Gainekoa y Uribarri-Azpikoa eran casas-torre fortificadas, aunque ahora apenas conserven nada salvo un arco de acceso del siglo XVI y dos saeteras en el caso del primero.

Zubieta-Azpikoa es una edificación noble reconstruida en 1760 con gran arco rebajado en su entrada con una dovela central tallada con un motivo curioso. Conserva un pequeño vano arqueado y tiene lavadero.

Dentro del núcleo y al lado de la iglesia está la casa cural que es de 1677 y destaca por su fachada de sillares y galería corrida en su lado Norte.

Itziar AGINAGALDE LÓPEZ
Aintzane ERKIZIA MARTIKORENA (2006)