Casa señorial de González de Trocóniz, datable a finales del s. XVI y comienzos del XVII. Exteriormente es un edificio compacto, rectangular, casi cuadrado, con predominio del muro sobre los vacíos; de altura de 3 plantas con cubierta de faldones. Fábrica de sillería enlucida en la planta baja y de ladrillo visto en el resto. Escudo de González de Trocóniz, en sillería blanca en varios bloques, barroquizante. Coronando las cuatro fachadas corre una muy interesante cornisa de ladrillo con decoración en hilada de ladrillos triangulares con el vértice hacia fuera, en punta; serie de diminutos arquillos ciegos formando hilada. Encima de la cornisa se presenta la cubierta, sin alero. Soportal con dos arcos de medio punto.
Respecto al arte religioso, destaca la Parroquia de San Vicente Mártir. De origen medieval, conserva todavía algunos elementos, si bien su fábrica actual pertenece a fines del s. XV, comienzos del XVI. La portada de acceso al templo, de arco de medio punto en cuya clave central aparecen relivadas las llaves de San Pedro, está protegida por un pórtico de dos arcos de medio punto, al que se adosa en la parte alta una espadaña con tres huecos de campanas y remate en frontón triangular. De la antigua construcción permanece el ábside románico con medias columnas adosadas de altos basamentos, recorrido por una imposta ajedrezada y algún ventanal tapiado de arco ya ligeramente apuntado u otro en el que pueden apreciarse capiteles con decoración a base de palmetas y piñas. Plano de cruz latina, con dos tramos de nave cubiertos por bóveda de crucería, de estructura más complicada el próximo al crucero que tiene la misma traza. Dos arcos redondos y baquetonados dan paso a las capillas laterales, cuyas bóvedas son de crucería con terceletes y combados. La cabecera va nervada en abanico, con clave estrellada. La sacristía, del s. XVI, cubre también con bóveda de crucería. El retablo principal es una obra rehecha en su mayor parte en el s. XVIII, aunque conserva elementos anteriores como el banco, con dos escenas relivarias que representan los cuatro Evangelistas, de fines del s. XVI. De la misma época es el sagrario y el Crucificado que se encuentra en el ático. Resalta además un cordobán del XVIII dorado a fuego y pintado. Del lado de la Epístola, la capilla de los Trocóniz, de la primera mitad del XVII, realizada bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, la cual preside un retablo bien ejecutado y dorado, con un cordobán del XVII como frontal. Al fondo de la capilla, se coloca un arco sepulcral con inscripción, la tumba y el escudo de los Trocóniz encima, que va resaltado en el muro por dos pilastras laterales con remate en frontón triangular. A la izquierda, un retablo de pinturas. Repartidos por el templo se hallan cuatro lienzos tenebristas de finales del s. XVI o comienzos del XVII.
Ainhoa AROZAMENA AYALA
Respecto al arte religioso, destaca la Parroquia de San Vicente Mártir. De origen medieval, conserva todavía algunos elementos, si bien su fábrica actual pertenece a fines del s. XV, comienzos del XVI. La portada de acceso al templo, de arco de medio punto en cuya clave central aparecen relivadas las llaves de San Pedro, está protegida por un pórtico de dos arcos de medio punto, al que se adosa en la parte alta una espadaña con tres huecos de campanas y remate en frontón triangular. De la antigua construcción permanece el ábside románico con medias columnas adosadas de altos basamentos, recorrido por una imposta ajedrezada y algún ventanal tapiado de arco ya ligeramente apuntado u otro en el que pueden apreciarse capiteles con decoración a base de palmetas y piñas. Plano de cruz latina, con dos tramos de nave cubiertos por bóveda de crucería, de estructura más complicada el próximo al crucero que tiene la misma traza. Dos arcos redondos y baquetonados dan paso a las capillas laterales, cuyas bóvedas son de crucería con terceletes y combados. La cabecera va nervada en abanico, con clave estrellada. La sacristía, del s. XVI, cubre también con bóveda de crucería. El retablo principal es una obra rehecha en su mayor parte en el s. XVIII, aunque conserva elementos anteriores como el banco, con dos escenas relivarias que representan los cuatro Evangelistas, de fines del s. XVI. De la misma época es el sagrario y el Crucificado que se encuentra en el ático. Resalta además un cordobán del XVIII dorado a fuego y pintado. Del lado de la Epístola, la capilla de los Trocóniz, de la primera mitad del XVII, realizada bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, la cual preside un retablo bien ejecutado y dorado, con un cordobán del XVII como frontal. Al fondo de la capilla, se coloca un arco sepulcral con inscripción, la tumba y el escudo de los Trocóniz encima, que va resaltado en el muro por dos pilastras laterales con remate en frontón triangular. A la izquierda, un retablo de pinturas. Repartidos por el templo se hallan cuatro lienzos tenebristas de finales del s. XVI o comienzos del XVII.
Ainhoa AROZAMENA AYALA