Roman

Oñederra, Lourdes

San Sebastián, 1958.

Donostia es la ciudad nativa de escritora vasca Lourdes Oñederra (1958). Realizó los estudios escolares hasta los siete años en la ikastola de la profesora María Dolores Goya, y después, en el Colegio de la Asunción. La autora recuerda que su pasión por la literatura surgió de joven, habiendo enviado algún texto a algún certamen (URKIZA, 2006: 234), o habiendo escogido su centro escolar alguno de sus textos para ser enviado a algún concurso. Pero, la conciencia de escritora la hizo suya una vez cursaba ya los estudios universitarios de Filología hispánica. En 1980 se dirigió a los Estados Unidos de América, a la universidad University of Iowa, y volvió de allí habiendo cursado el master en Linguística. Para entonces ya tenía claro que su vida académica versaría en torno la lingüística, y no a la literatura; pero, también sabía que no dejaría de escribir (OLAZIREGI, 2004).

Oñederra es doctora en filología: escribió su tesis doctoral sobre la palatalización vasca. Fue la última tesis dirigida por Mitxelena, cuya defensa tuvo lugar en 1987. Miren Lourdes Oñederra es, por lo tanto, lingüista de profesión, especialista en fonología. Oñederra ha editado diversos trabajos sobre el tema: Euskal Fonologia: Palatalizazioa (1990) y Fonetika Fonologia Hitzez Hitz (2004). Además de profesora en la facultad de filología de la UPV, es miembro de Euskaltzaindia desde 2007. Ha sido en la citada academia miembro de la comisión de pronunciación (1993-1994), así como directora del grupo de trabajo sobre ese mismo área de estudio creado más tarde (1994-1998).

Oñederra también se ha empleado como columnista en revistas tales como Ere, Oh Euzkadi, Argia, Hika y Geu. Durante un tiempo fue columnista del periódico Euskaldunon Egunkaria. Sus últimos artículos periodísticos han sido publicados en Bake Hitzak.

Aprendió euskara y español al mismo tiempo, y siente las dos lenguas como suyas; escribir en euskara es, por lo tanto, una elección. En cuanto al estilo de escritura, Oñederra tiene como objetivo no perderse en cuestiones de forma dejando de lado el contenido. La autora ha comentado en diversas ocasiones que intenta narrar de manera que el texto sea comprensible, y admite que algunas veces incluso a "perdido" en cuanto a la forma se refiere.

Siguiendo a ello publicó en 1999 Eta emakumeari sugeak esan zion. La obra se fundamenta en la enorme distancia entre las mujeres y los hombres. El viaje que la protagonista, Teresa, realiza a Viena es el pretexto para narrar el viaje interior de la mujer.

La crítica ha solido asociar el estilo de Oñederra con Hanif Kureishi (CANO, 2000) o Marguerite Duras. Así dice, precisamente, Mari Jose Olaziregi (OLAZIREGI, 2002: 126):

"De ahí el lenguaje y el estilo moderado y preciso de la autora. Al igual que en las obras de M. Duras, deja de lado lo barroco, se trata de un lenguaje narrativo que sugiere las vivencias más vigorosas.

De ese modo, dispuesta por todos esos elementos, la novela juega con las fronteras de los géneros, así como con la posición y organización de los párrafos. El objetivo no es solo narrar la evolución intima del personaje principal, sino revolucionar los útiles narrativos usuales utilizados para describir el cambio interior. Entre esos útiles encontramos la utilización de la segunda persona o el vuelco de la cronología lineal. Teresa es el punto principal de la novela, y el foco narrativo que cambia ininterrumpidamente de un personaje a otro nos lleva siempre al personaje principal. Aflorando los sentimientos más profundos de los personajes, se narran con gran sensualidad los olores (el olor del limón del perfume), los movimientos (de las manos), las imágenes (los duralex) o las sensaciones creadas por el tacto".

El profesor Jon Kortazar describe la escritura de Oñederra de un modo parecido, y también menciona la estructura de la novela (KORTAZAR, 2003: 289-290):

"La novela ha sido escrita del mismo modo que lo hacen Marguerite Duras o el mismo Ramon Saizarbitoria: con frases cortas, circulares, de modo que una nueva frase cambia algo la anterior, y así avanza el significado.

Podemos clasificar el texto entre las obras llamadas novelas poemáticas. El texto consta de dos niveles: el nivel de la narración, que muestra los derroteros del personaje principal; y otro nivel, el de la red creada por el texto poético, el que añade a la narración un nivel simbólico. La narración se divide en cuatro partes, y cada una de ellas está relacionada con una estación del año, como si el año completo explicase la tendencia de la mujer en su totalidad".

Esa novela de Oñederra mereció varios premios: Premio de la crítica (1999), Beterriko liburua (1999), Premio Euskadi (2000) y Premio Euskadi de plata (2000). Además la obra se ha traducido al español, al inglés, al ruso y al italiano.

Aparte de la citada novela, Oñederra cuenta con otros textos ligados a la literatura. Escribió el epilogo de la novela Ehun Metro de Saizarbitoria, por mediación de un trabajo que había escrito en los años de carrera; y en 2005, por ejemplo, publicó en la colección de cuentos Gutiziak el cuento "Anderson anderearen gutizia". Por otro lado, un cuento de la autora titulado "Beranduegi" se encuentra recogido en la colección Begiz Jotako Ipuinak (Centro Ordóñez-Falcón de Fotografía (COFF), 2003: 15-21).

En 2007 se representó en Durango una adaptación para teatro de una obra de Patrick Süskind traducida por ella misma: Sommer jaunaren istorioa.

Sin duda alguna, Oñederra ha dejado su impronta en la literatura vasca. Según el artículo de Joseba Gabilondo citado en la bibliografía, Oñederra ha hecho varias aportaciones al sistema literario vasco: por un lado, ha seguido con la tradición de las escritoras vascas que para entonces ya habían hecho su camino; y, por otro lado, ha recorrido nuevos caminos en la época del fin de la literatura nacional.