Duque de Ciudad Real y Marqués de San Damián. Se exilió al finalizar la Guerra de Sucesión española (1701-1715), junto con el duque de Nájera, por haber sido partidario del archiduque Carlos de Austria. Felipe V ordenó la confiscación de sus bienes, cosa a la que la Junta de Merindades del 25 de marzo de 1715 se opuso. Era patrono de las iglesias de Mañaria, Elorrio, Axpe de Busturia, San Salvador de Frúniz, Santa María de Lemoiz, S. M.ª de Gorliz, Albóniga y Bakio. Al morir, a fines de 1715, el rey otorgó el patronato de las tres primeras a Francisco Antonio Aguirre y las restantes a D.ª M.ª Filipina Hurtado de Mendoza.