Entités

FIDES

Anagrama de la Federación Interparroquial del Espectáculo Sano, fundada en Tolosa al final de los años 40. Desde que nació, a fines del siglo XIX, el Séptimo Arte, la Iglesia, como institución docente, lo miró con mucho recelo, al igual que el resto de los intelectuales de aquella sociedad de comienzos del siglo. Esto obedecía, principalmente, a las referencias morales de signo negativo que adivinó en este espectáculo de masas, sin caer en cuenta de sus indudables aspectos positivos y en la inutilidad de toda guerra negativa por la aceptación que iba a tener en todas las capas sociales. En esta total oposición al naciente e influyente medio de expresión sólo en 1936 pudo oírse, por fin, la tímida voz de Pío XI que, en un contexto de denuncia y rechazo, vislumbra algún ligero atisbo de posibilidad de signo contrario. No se puede olvidar, con todo, que, a nivel particular, había simultáneamente intentos de crear salas de proyección controladas por eclesiásticos o seglares de preocupaciones no exclusivamente comerciales, en las que se garantizaba un espectáculo interesante o agradable, pero libre de todo peligro moral. En estas salas había excesiva insistencia en la purificación del contexto moral -primordialmente erótico-sexual- más que en la utilización de los muchos y eficaces aspectos positivos de algunos contenidos y de la intrinseca eficacia y valor estético del propio lenguaje fílmico. Esta idea moralizante fue la que prevaleció también en la mente de D. Juan José Garmendia, coadjutor de la parroquia de Sta. María de Tolosa, cuando, en unión con D. Domingo Irigoyen, párroco de Zumárraga, puso las bases primeras a esta Federación que pretendía salvar la calidad moral de un espectáculo que, evidentemente, no podía ser cortado de raíz, como alguno pretendía. Poco a poco se les fueron sumando nuevas salas, principalmente de influencia clerical, aunque también se adhirieron empresarios independientes en los que, por conciencia o por sus circunstancias personales, quedaba alguna intención moralizante a la hora de programar sus sesiones periódicas. Y así en 1956, en el despacho del notario Sr. Castells de San Sebastián, se constituía la Federación FIDES Vasca S. L. integrada por los socios directores de Salas Parroquiales de Guipúzcoa y Vizcaya, aunque en ella quedasen encuadrados, también, algunos salones de Alava y, sobre todo, de Navarra. A través de contactos con obispos de otras zonas y a través de contactos directos entre empresarios, esta obra, en continua expansión en Euskadi, fue llegando a otras zonas del Estado español. Comienzan, también, los primeros refrendos de algunos obispos, y las llamadas obras apostólicas se esfuerzan, también, en difundir y consolidar donde les es posible la joven obra. Oviedo, Madrid, Barcelona o Valencia pueden ser los exponentes de las primeras concreciones. En 1958 tiene lugar un acontecimiento muy importante como indice de la postura de la Iglesia española con relación al cine. La Comisión Episcopal de Cine, Radio y Televisión celebra su I Asamblea Nacional de la historia -detalle significativo de un contexto el hecho de que se celebró en la Casa Sindical de Madrid- con la presencia de los delegados de Medios de Comunicación Social de todas las diócesis españolas. Aunque las cosas han permanecido posteriormente en idénticas o parecidas posiciones, fue el primer intento serio de la Iglesia española de abordar el cine en toda su complejidad, en todo su auténtico valor, en su doble vertiente de luces y sombras, insistiendo mucho más en la necesidad de aprovechar su potencialidad y en la formación del espectador más que volver a inútiles caminos trillados de censuras y oposiciones absurdas. Y es en este marco donde FIDES recibe el refrendo externo de la Iglesia oficial, con su presentación pública, apoyada por recomendaciones, y con el nombramiento de Juan José Garmendia como Delegado Episcopal Nacional de FIDES. Gracias a esto pudieron acabarse muchos proyectos que, a los pocos años, quedaron materializados en las siguientes secciones: FIDES NORTE con 93 salas de paso universal y algunas de 16 mm.; FIDES CENTRO con 36 salas normales; FIDES NORDESTE con 49 salas normales; FIDES LEVANTE Con 66 salas; y FIDES NORDESTE con sólo 3 salas en un comienzo. Al mismo tiempo seguían muy adelantadas las gestiones con el Card. Bueno Monreal para una futura FIDES SUR en Sevilla. Con el tiempo, gran parte de estas delegaciones han languidecido y desaparecido, quedando en funciones, a pleno rendimiento, las dos delegaciones VASCA y CENTRO, correspondientes a las zonas cinematográficas de Bilbao y Madrid. La finalidad de FIDES, al constituirse, no fue únicamente la de garantizar un cine moral sin peligro, sino que las metas propuestas eran muy variadas en torno a este cometido primordial. Se quiso, en primer lugar, equiparar todas las salas federadas al resto de las salas comerciales de exhibición, legalizando totalmente su situación, evitando toda situación de clandestinidad o de privilegio. Al mismo tiempo se trató de remozar y equiparar decentemente las salas y los equipos de proyección para que el público asistente tuviera un espectáculo tan digno y tan técnicamente perfecto como en cualquier cine de programación normal. Con todo, una de las facetas más importantes de FIDES ha pretendido ser, después de algunos años, casi desde su mismo comienzo, la labor de formar al público que le ha honrado con su presencia y a todo el público en general. Pues bien pronto cayeron en cuenta los organizadores que importa mucho más aprovechar el lado positivo del cine que empeñarse, inútilmente, en destruir lo inevitable; y que el problema de la moralidad personal depende mucho más de la formación del propio espectador que de las medidas externas de prohibición. Con esta finalidad la oficina de Tolosa ha ido publicando diversos Boletines Informativos y una gran serie de documentación impresa en sus diversas épocas. Pero su labor más importante en esta línea ha sido la organización de unos cursillos de Formación Cinematográfica, con el asesoramiento y la ayuda de elementos de Cine Forum Vitoria y el Cine Club San Sebastián, además del propio Cine Club que FIDES ha mantenido en Tolosa. De 1962 data un intento más serio y de mayor alcance popular. Entonces se pensó en crear un servicio periódico de información a base de fichas informativas, que se distribuirían en todas las sesiones o, al menos, en determinadas películas de determinada importancia técnico estética o de especial problemática socio-religiosa. Estas fichas podrían ser, al mismo tiempo, base informativa de los Cine-Clubs o de toda persona que lo solicitara. Esta labor, concretada en algunas fichas ya publicadas, ha dado resultados muy positivos. Pero en 1960 FIDES tiene que enfrentarse con una doble problemática de trascendental importancia. El primer problema se refiere a dificultades de tipo asociativo, que no hace al caso detallar, que se resuelven en mayo de 1963 convirtiendo la Federación en Cooperativa de exhibidores FIDES NORTE, con su domicilio social en Tolosa, aunque también tenga en Bilbao sus oficinas técnicas junto a las distribuidoras en la capital vizcaína. El segundo problema era mucho más de fondo ya que afectaba, directamente, a la mentalidad misma que, desde su comienzo, subyacía en toda la obra moralizante de la Federación. En un principio, y siguiendo las calificaciones morales emanadas del Episcopado (?), se comprometían todas las salas federadas a excluir de su programación las películas calificadas en el 3R (con reparos graves) y en el 4 (gravemente peligrosas). Por limitaciones de programación, por la demanda de cierto público más formado e interesado en aspectos específicos del cine, por necesidades de los Cine-Clubs y por la constatación de la existencia de películas admirables entre las excluidas, algunos empresarios y otras personas allegadas pidieron la revisión de este compromiso de exclusión. Y se veía aún mucho más necesaria esta revisión por el hecho de que películas premiadas por la Oficina Católica Internacional del Cine (O. C. I. C.) en algunos Festivales Internacionales caían, de lleno, en la citada exclusión. La base de esto podría radicar en la existencia de dos Comisiones Episcopales diferentes para el mismo medio de expresión de masas: el cine. De hecho, en sesiones especiales -con el posterior coloquio orientador- se fueron dando toda clase de películas interesantes, aunque colgara sobre ellas el sambenito del 3R o hasta el mismo 4. Esto hizo ver la necesidad de un replanteamiento de las condiciones de exclusión de películas y, consiguientemente, el planteamiento de una nueva postura de cara al cine por parte de los propios organismos docentes de la Iglesia Española. Esto ha venido a agudizarse mucho más aún tras la muerte de Franco y la consiguiente liberalización de la censura oficial. Ante ataques concretos a la organización por incumplimiento de una de sus cláusulas importantes, se planteó, durante la celebración de las Bodas de Plata de la Federación, la necesidad de dejar a un lado la visión censora y negativa de cierto sector eclesial, empeñado en vivir de espaldas no sólo a los tiempos sino hasta a la misma realidad interna de las cosas, y plantear una auténtica labor positiva de formación y orientación del espectador quien, con estos y otros asesoramientos, podría llegar a formarse, en cada caso, su propia conciencia y actuar libre y responsablemente en consecuencia. Todo ello se ha cristalizado en unas reuniones informales con representantes de la Conferencia Episcopal Española, tanto en Tolosa como en San Sebastián y Madrid, dándose los primeros pasos hacia la creación de un servicio de orientación a través de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social. Estos caminos lentos pero positivos suponen una rémora en la labor de FIDES e, independientemente de los trabajos a nivel estatal, está empeñada y comprometida en hacer esta labor de orientación a nivel del País Vasco. Se ha iniciado tímidamente con la confección de nuevas fichas -en euskara y castellano- que trata de seguir a base de una labor continuada periódica y eficazmente. Otra faceta de FIDES que no puede olvidarse es su relación con otras salas católicas del mundo entero. En algunas de las reuniones internacionales representantes de FIDES Norte han sido honrados con ponencias de importancia. Y merece, también, mención especial la creación de una sección de distribución de material fílmico propio, especialmente adquirido en los centros de producción para público infantil o juvenil. Esta distribuidora se llama JUVENSA, con sede en Madrid y representada, en la zona norte, por la distribuidora UNIVERSAL. En estos momentos -comienzos de 1978- la Federación está en contacto y apoyando todos los intentos serios tendentes a la creación de un cine vasco autóctono, técnicamente digno. Ya en años pasados distribuyó cine en euskara, de formato reducido. Ahora prepara versiones vascas de algunas de sus películas normales de JUVENSA. Al mismo tiempo tiene contactos con el grupo de Cineastas Vascos y el grupo de cine amateur en euskara de las Topaketak de Cestona.

Luis de LARRAÑAGA